El 23 de Diciembre de 1936 el Gobierno de la República crea el Consejo Provincial de Asturias y León, el cual decide, de forma inmediata, emitir nuevos talones–billetes, para poder recoger los talones emitidos por la Caja Central de depósitos y, además, devolver a la banca privada los fondos incautados, para que volviesen a funcionar los bancos particulares, ya que la Caja se había mostrado incapaz de hacer funcionar las finanzas.
El día 8 de enero el periódico Avance señala que a primeros del mes de febrero se pondrá en circulación nuevas monedas y billetes. El periódico resalta la calidad del diseño de los mismos, que contendrán dibujos con motivos asturianos sobre minería, pesca, campo y ciudad, que el autor de los dibujos es el artista de Gijón Germán Horacio, así como que el papel será de gran calidad, “infalsificable”, el mismo que se usa en los billetes de Vizcaya y que serán efectuados por El Control de Litografía del Sindicato Único del Ramo de las Artes Gráficas de Gijón.
El dibujante y cartelista del Frente Popular, Germán Horacio, fue elegido para diseñar los billetes asturianos de la Guerra Civil. Por otra parte, ante el caos existente en toda la España republicana, debido a la emisión de talones por parte de muchos organismos para sustituir la falta de circulante, el Ministerio de Hacienda del gobierno central emite un decreto con fecha 14 de enero de 1937, prohibiendo la emisión de talones contra el Banco de España, en todo el territorio nacional. Por este motivo la emisión prevista, fechada el 1 de enero de 1937, fue paralizada, por orden del Consejo Provincial a pesar de que ya se habían diseñado e impreso, las primeras pruebas.
El 6 de febrero, Avance, trae en sus páginas, la foto del anverso y reverso del billete de 100 pesetas, todavía sin numerar, describiendo los motivos del reverso y los colores del billete. Da como fecha en la que se pondrá en circulación, la del 8 ó 9 de febrero, y anticipa que, además, habrá billetes de 50, 25, 10 y 5 pesetas, con “alegorías de la riqueza de la región”, los cuales se pondrán en circulación unos 15 días después. El periódico también señala que todos estos billetes servirán para cambiar los talones, los de fecha 5 de noviembre, y que serán cambiados por los billetes del Banco de España, emitidos con anterioridad al 18 de julio del 36, “pasadas las actuales circunstancias”. La misma noticia comenta las garantías que ofrece este papel moneda, insistiendo en que tienen total “cobertura metálica”, frente a los billetes estampillados por el bando sublevado, y que su emisión se debe únicamente a la falta de billetes para desarrollar las actividades económicas. El 9 de febrero, la Consejería de Hacienda informa que no se emitirán los billetes previstos pues ya hay existencias suficientes de billetes oficiales del Banco de España, los cuales servirán para ir retirando paulatinamente los emitidos por la Caja Central de Depósitos y para paliar la escasez existente. Sólo conocemos pruebas de dos de los billetes preparados. Fueron diseñados, como ya hemos dicho, igual que la emisión posterior de septiembre, por Germán Horacio Robles, e impresas por Control de Litografía de Gijón, en litografía, sobre papel, proveniente de Vizcaya, con marcas al agua, que dibujan aviones biplanos. Del valor de 50 pesetas, se conoce la prueba del anverso, de color marrón, referenciado en el catálogo Edifil.
El billete de 100 pesetas, está firmado por el Gobernador del Consejo de Asturias, Belarmino Tomás y el Consejero de Hacienda, Rafael Fernandez, y dandolé validez, por parte del Banco de España, un “Tiene fondos”, con las firmas del interventor Pedro Fernández González y del cajero, Manuel Camarero. El motivo del reverso es una viñeta con unos mineros empujando una vagoneta. Este billete se imprimió con matriz para su control de puesta en circulación. Conocemos, también una variante del billete anterior. Esta variante carece de la impresión de la viñeta del reverso, teniendo solo los fondos de color, y la leyenda, en color rojo, “PROVISIONAL Y VALEDERO POR TREINTA MESES CANJEABLE 000007”. En el anverso tiene varios números, pareciendo ser el definitivo el 000007. Hemos visto otro ejemplar, de este tipo, con matriz, y número 000027/28, pero sin leyenda en el reverso. Algunos catálogos, añaden un tercer billete, de 25 pesetas del que se conservan los reversos. Ese billete pertenece a la emisión de septiembre, ya que el diseño, los mineros empujando la vagoneta, es un aprovechamiento posterior del billete de 100 pesetas que acabamos de describir ya que no sería normal que dos billetes de la misma emisión tuviesen idéntico motivo.
Emisión de septiembre de 1937
El Consejo de Asturias siguió con graves problemas de falta de billetaje, al recibir envíos muy escasos del Gobierno Central, ya que existía un férreo control marítimo en el Cantábrico por parte de la Armada del gobierno “Nacional”, y Euzkadi y Santander habían caído en manos del ejército de Franco. Por ello decidieron emitir billetes con fecha septiembre de 1937, contra las cuentas del Banco de España, a pesar de la prohibición estatal. La emisión prevista, se componía de tres billetes, de 25, 50 y 100 pesetas, impresos en litografía, en papel con marcas al agua del tipo biplanos, por Control de Litografía, en Natahoyo de Gijón y diseñados, como las emisiones anteriores, por Germán Horacio Robles. Las referencias a esta emisión son escasas en la prensa, pero sirven para confirmar algo tan importante como es la puesta en circulación de uno de los billetes. El periódico Avance, único que se editaba en esos momentos en Gijón, da la noticia, el 18 de agosto de que al final de mes es casi seguro que se pongan en circulación “los nuevos billetes aprobados por el Consejo Interprovincial” que servirán “para retirar de la circulación los vales de diversa índole que circulan por la provincia”. Da como autor a Germán Horacio y resalta la calidad del papel, “infalsificable” y “pasado al agua” (¿). Al mismo tiempo indica que también se emitirán billetes de moneda fraccionaria. Posteriormente, la Consejería de Hacienda emite una disposición en la que informa que el Consejo Soberano de Asturias y León ha sido autorizado a emitir papel moneda por el Gobierno Central, que dicho papel moneda circulará por toda la provincia, siendo de admisión obligatoria y “será puesto en circulación el día 7”; firman la disposición el Consejero de Hacienda, Luis Roca de Albornoz, y el Delegado del Gobierno, Belarmino Tomás. Los billetes que conocemos con fecha septiembre 1937, son los siguientes:
Reversos para un billete de 25 pesetas Llevan una viñeta, similar al reverso del billete de 100 pesetas de la emisión de enero, con una composición alusiva a la minería de la provincia. Creemos que son las primeras pruebas para la confección del billete, ya que no poseen matriz, mientra que los de 50 y 100 pesetas, sí la tienen, así como todos los billetes de emisiones anteriores. Estas pruebas se pueden encontrar en el mercado sueltas y más difícilmente por parejas, ya que proceden de hojas enteras. Los billetes se imprimieron en posición tête-bêche.
Billete de 50 pesetas El diseño del anverso es una composición de escudos de España, Asturias y León. Firmado en el anverso por el Gobernador del Consejo de Asturias y León, Belarmino Tomás y el Consejero de Hacienda Rafael Fernández, refrendando el “Tiene fondos”, por el Banco de España, el interventor Pedro Fernández González y el cajero Ladislao de Arriba. En el reverso figura una composición alusiva a la industria siderúrgica de la región. Estos billetes no llegaron a emitirse, por “liberarse” Gijón, antes de que se terminase de numerar la emisión, aunque por lo demás, están impresos completamente. Se imprimieron en pliegos de 24 billetes. Los ejemplares ya impresos, se quemaron en los hornos de la industria metalúrgica Fábrica de Moreda, en Gijón.
Estos billetes de 50 pesetas se pueden hallar con y sin la matriz cortada, existiendo un número aproximadamente igual de ejemplares en las dos condiciones, unos 96 ejemplares en total. También se pueden encontrar escasísimos ejemplares en pareja vertical, sin separar.
Billete de 100 pesetas Con las mismas firmas y parecida composición del billete de 50 pesetas, figurando en el reverso una alegoría al trabajo del campesinado. El billete fue numerado, en rojo, y puesto en circulación el 7 de octubre siendo válido hasta el 21 del mismo mes, día en el que Gijón fue tomado por las tropas “nacionales”.
De estos billetes de 100 pesetas se encuentran, muy abundantes, billetes con numeración, siendo mas escasos, sin numeración y con la matriz sin cortar (del orden de 240 ejemplares, según su primer poseedor). También pueden encontrase en parejas verticales sin separar. Algunos de estos billetes presentan numeración en la matriz, pero ésta fue realizada en la década de los 80, por el primer poseedor de los billetes, para control propio. Todos el conjunto de billetes de Asturias, se han conocido en la región con el nombre de “belarminos”, debido a ser validados por la firma del Gobernador General del Consejo, Belarmino Tomás.
Autor/a: Ramón Cobo Huici