Hermenegildo: rebelde, rey y santo

Hermenegildo: rebelde, rey y santo

Hermenegildo: rebelde, rey y santo 500 230 admin

Elevado a los altares siglos después como defensor del catolicismo frente al arrianismo, Hermenegildo fue un príncipe visigodo que se rebeló contra su padre, Leovigildo, en una guerra fratricida. De su corto reinado (579-584) han llegado hasta nosotros muy pocas piezas, como esta que saca a subasta José A. Herrero.

Hace unos días, el 13 de abril, se celebró la festividad de san Hermenegildo, que habrá pasado desapercibida para muchos aunque se trate del santo patrón de la monarquía española, honor que comparte con el más recordado san Fernando. No le tramoes hoy aquí para solventar el olvido de su día, sino a colación de una rara moneda a su nombre que saca a subasta José A. Herrero y que, una vez más, nos da pie a comentar las emisiones monetarias de este rey.

Hermenegildo fue hijo del primer matrimonio de Leovigildo y muy pronto fue vinculado al trono junto con su hermano Recaredo. En este hecho se ha querido ver la influencia de la monarquía bizantina, en su política dinástica que tuvo su reflejo en la iconografía monetaria. Entre los visigodos, el primero en llevar a cabo esta asociación al trono de su familia fue Liuva I, quien vinculó a su hermano y sucesor Leovigildo.

A los quince años, Hermenegildo se casa con Ingunda, hija del rey Sigiberto de Austrasia y de Brunegilda, hija a su vez del rey Atanagildo y de Gosvinta, segunda mujer de Leovigildo. La importancia de este matrimonio es que, según cuenta la tradición, Ingunda era católica, no arriana, e influyó en la conversión de su marido. Ambos se trasladan a residir a Sevilla (entonces Ispali), tras recibir del rey el gobierno de la provincia Bética. A los pocos meses Hermenegildo se convierte al catolicismo y se rebela contra su padre apoyado por la aristocracia hispanorromana de la zona.

La historiografía moderna es unánime al considerar que la disputa religiosa no fue la causa de la rebelión, sino la excusa esgrimida para justificar una guerra civil fratricida, a pesar de la reticencia inicial de Leovigildo de combatir contra su hijo.

Las monedas de Hermenegildo -las auténticas, deberíamos puntualizar-, se sitúan entre las más raras de la amonedación visigoda. Nuestra aclaración deriva de que existen numerosas falsificaciones e invenciones de época moderna. (En la imagen vemos una impronta de una de estas falsificaciones). Pero además de esta rareza, las de Hermenegildo, junto con las de su padre Leovigildo, forman la primera etapa de emisiones de los reyes visigodos y presentan aspectos muy interesantes.

Las acuñaciones de Hermenegildo se dividen en dos tipos, que se distinguen por la leyenda del reverso. Los temas de anverso y reverso están inspirados en la moneda bizantina. En el anverso, continúa con el modelo instituido por Leovigildo, quien fue el iniciador de la moneda que consideramos propiamente visigoda al incluir su nombre y su imagen en las monedas, tal y como hacían los emperadores bizantinos a los que toman como modelo. En el reverso, la victoria llega hasta nosotros tan esquemáticamente tratada y tan modificada que tradicionalmente se ha denominado “la cigarra”, pues más parece un insecto que una figura humana. Conserva también de su modelo primitivo la fórmula CONOB en el exergo, que en un principio caracterizaba a las piezas de oro acuñadas en Constantinopla, pero que después se extendió a otras cecas para marcar el oro que se ajustaba al patrón legal. Sin embargo esta leyenda nos llega ya también modificada y escrita simplemente ONO.

Pero lo más llamativo de estas acuñaciones son las leyendas, que nos permiten además dividir los dos tipos de emisiones que se conocen de este rey. Empecemos con la del anverso, en la que aparece el nombre del rey en genitivo. Hay que anotar que Hermenegildo es el único de los reyes visigodos que no se hace acompañar del epíteto PIVS, si bien en este caso tenemos el adjetivo INCLITVS en el reverso. La presencia de este adjetivo en la leyenda nos sirve para diferenciar uno de los tipos de reverso.

Aunque la leyenda que ha hecho correr más ríos de tinta sobre su interpretación es la que figura en el reverso del otro de los tipos: “REGI A DEO VITA”. La palabra REGI va asociada con el nombre del rey que figura en el reverso, ambas en genitivo como sucedía en estas primeras acuñaciones de los reyes visigodos. Según Mateu y Llopis, y como opinan hoy en día la mayoría de los autores, la fórmula “A DEO VITA”, que podríamos traducir, “la vida del rey está en dios”, es una manera de reconocer que todo poder, y la vida misma, proceden de dios.

Estamos ante una de las pocas fórmulas complejas que se constatan en las leyendas de las emisiones visigodas. Su significado propagandístico es evidente, al igual que las utilizadas por Leovigildo, que van marcando sus victorias en la guerra contra su hijo: CVM DEO ETALICA, CVM DEO OPTINVIT SPALI o CORDOBA BIS OPTINVIT. En ninguna de las monedas de Hermenegildo, por el contrario, figura la ceca en que se acuñaron, pero caben pocas dudas de que se trate de Ispali (Sevilla).

Las invenciones y falsificaciones modernas de monedas de Hermenegildo se conocen desde antiguo. Ya el padre Flórez (1773) sospechaba de una pieza citada por otros autores en la que figuraba la leyenda HERMENIGILDVS, diciendo “Pero yo confio poco en esta especie: porque los Godos no usaron la H en la primera letra del nombre”. Son bastante comunes las falsificaciones del XIX, algunas muy toscas, pero es que pocos coleccionistas podrían resistirse a la tentación de poseer una moneda de una figura histórica tan importante como San Hermenegildo.

Para saber más:

FLÓREZ, E., 1773, Medallas de las colonias, municipios y pueblos de España, vol. III, Madrid.

FRANCISCO OLMOS, José María de, 2009, “El morbo gothico. La moneda como fuente de estudio de la sucesión al trono en la monarquía visigoda”, en Juan Carlos Galende Díaz y Javier de Santiago Fernández (directores) VIII Jornadas Científicas sobre Documentación de la Hispania altomedieval (siglos VI-X), Madrid, pp. 119-171.

MATEU Y LLOPIS, Felipe “Ermenegildus Inclitus Rex, de Valentia a Tárraco por Saguntum, en A. D. 584-85”, Arse, 20. 1985. 475-480.

PLIEGO VÁZQUEZ, R., 2009, La moneda visigoda, 2 vols. Sevilla.

VICO MONTEOLIVA, J.; CORES GOMENDIO, Mª C., y CORES URÍA, G., 2006, Corpus Nummorum Visigothorum. Ca. 575-714. Leovigildus-Achila, Madrid.

Isabel Rguez. Casanova

Dra. en Arqueología.

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