La justicia devuelve el Privilegio Real de Zaragoza a Jesús Vico

La justicia devuelve el Privilegio Real de Zaragoza a Jesús Vico

La justicia devuelve el Privilegio Real de Zaragoza a Jesús Vico 500 350 admin

El documento, dictado por el archiduque Carlos de Austria, iba a ser subastado en la casa madrileña el pasado mes de febrero y fue requisado ante el requerimiento del Ayuntamiento de Zaragoza.

Peristas, expoliadores, caza-tesoros, piratas… la verdad es que los comerciantes de arqueología en general, y dentro de ellos los de numismática, no gozan de muy buena fama en algunos círculos. Y hay que reconocer que algunas noticias que saltan a las primeras páginas de los periódicos sólo contribuyen a dar una mala imagen. Aunque, como sucede en otros muchos ámbitos, grandes titulares que dan mucho que hablar se revelan con el tiempo insignificancias o simples errores, si bien para entonces eso ya no sea noticia y el daño producido pase desapercibido.

Una de esas noticias que ha afectado directamente al comercio de antigüedades en los últimos meses ha sido la intervención de un documento que llevó a cabo la policía por orden judicial, a instancias el Ayuntamiento de Zaragoza, en la firma madrileña Jesús Vico S.A.

Se trataba de un privilegio otorgado en Valencia el 1 de diciembre de 1706, por el que el archiduque Carlos de Austria, pretendiente al trono de España, concedía a la ciudad de Zaragoza el derecho de acuñar moneda a cambio de que la ciudad costeara los gastos de un regimiento de infantería de mil hombres. Jesús Vico lo ofertaba en su subasta del pasado 28 de febrero como lote nº 542 (en el catálogo tienen un detallado comentario del documento y del contexto histórico en el que fue emitido).

La noticia ha tenido mucha repercusión en los medios de la capital aragonesa a lo largo de estos meses, por lo que creemos que es interesante hacer un repaso de los hechos tal y como se desarrollaron.

Al conocer la salida a subasta del documento, y a instancias de los grupos municipales (titular de El Heraldo de Aragón: “El PP insta al Ayuntamiento a reclamar la propiedad de un documento en subastahttp://www.heraldo.es/noticias/aragon/zaragoza_provincia/zaragoza/2013/02/06/el_insta_ayuntamiento_reclamar_propiedad_documento_subasta_221369_301.html) el Ayuntamiento de Zaragoza lo reclamó como propio, basándose en que su Libro de Actos Comunes recoge la existencia de una carta de contenido similar enviada a la ciudad, pero que en la actualidad no se encontraba entre sus fondos documentales.

La institución municipal entendía que esa carta era la que se iba a subastar, por lo que interpuso una denuncia por posible apropiación indebida sobre un bien de interés histórico y cultural contra Jesús Vico SA. A raíz de esta denuncia, y a instancias del juzgado de instrucción número 7, el documento fue requisado por la policía en Madrid, paralizando su subasta (http://www.heraldo.es/noticias/cultura/2013/02/26/un_juzgado_paraliza_subasta_del_privilegio_carlos_habsburgo_224241_308.html) para ser posteriormente entregado al Ayuntamiento de Zaragoza, en cuyo Archivo Municipal permanecería hasta que la justicia resolviera sobre su titularidad (v. El Heraldo de Aragón, : http://www.heraldo.es/noticias/cultura/2013/03/06/el_privilegio_real_permanecera_zaragoza_hasta_que_decida_titularidad_225214_308.html).

A todo esto hay que incidir en que la reclamación de propiedad sobre el documento del Archivo Municipal de Zaragoza se basaba en que una carta similar aparecía recogida, como se ha dicho, en su Libro de Actos Comunes, si bien desde un principio se dijo que el documento podría haberse perdido ya durante la Guerra de la Independencia.

La firma Jesús Vico SA reclamó ante los tribunales contra la incautación del documento y la paralización de su venta. El 8 de junio El Heraldo de Aragón titulaba: CHA afirma que el equipo de gobierno del Ayuntamiento “no muestra interés” por el patrimonio de la ciudad: http://www.heraldo.es/noticias/aragon/zaragoza_provincia/zaragoza/2013/06/08/cha_afirma_que_equipo_gobierno_del_ayuntamiento_quot_muestra_interes_quot_por_patrimonio_ciudad_237476_301.html, cuando el Ayuntamiento no se personó en el juicio

Finalmente, el juzgado ha resuelto a favor de la casa de subastas madrileña y el pasado 21 de octubre el Privilegio Real estaba ya de vuelta en la sede de Jesús Vico SA.

La clave de la resolución judicial reside en que el documento que figura en el Libro de Actos Comunes del Ayuntamiento de Zaragoza,, bien transcrito y documentado, y el que se iba a subastar en Madrid no coinciden, empezando por que aparecen firmados por diferentes secretarios de estado. Así el auto dice textualmente: “No hay una identidad entre el documento que fue poseído por el Ayuntamiennto y el pretendido, aunque ambos se refieran a un mismo hecho, de tal modo que si no hay una concordancia del objeto que se reclama con el que se identifica en la denuncia, se debe a que el citado documento que iba a subastar el denunciado no fue el que en un momento dado se tuvo en esta ciudad”. (Información recogida en la edición impresa de El Heraldo de Aragón, edición de , página 47, quien dedica a la noticia una página completa; sin embargo, no figura en la edición digital ¿casualidad?).

Jesús Vico ha declarado en ese mismo diario y a Panorama Numismático que emprenderá medidas legales contra el Ayuntamiento de Zaragoza por el prejuicio que ha supuesto este proceso para su imagen y estudia la posibilidad de exigir alguna reparación a la institución municipal, ya que parece indudable que no deben salir gratis las afirmaciones y los graves comentarios vertidos.

Por supuesto, el documento volverá a salir a subasta. Será en el remate de primavera que la firma celebra a finales de febrero-principios de marzo y en él no se descarta la posibilidad de que el Ayuntamiento de Zaragoza pueda pujar por él, ya que siempre puede solicitar al Ministerio de Cultura que ejerza su derecho de tanteo.

Los hechos se comentan por sí mismos. ¿Realmente la reclamación del documento la hizo alguien que sabía lo que pedía? Más bien parece tratarse de alguien que se dejó llevar por una opinión muy extendida de que todo el patrimonio cultural y arqueológico español debe estar en manos del Estado.

Es posible que muchos de quienes reclaman en los foros con fervor nacionalista la devolución de lo que “es suyo” desconozcan que en España ha habido procesos como la desamortización, en la que muchos bienes culturales pasaron a manos privadas.

Preguntémosles también porqué no les despierta recelos el poseedor de un Goya, o el comerciante de arte, y en cambio quien se dedica al comercio numismático debe demostrar a cada paso su inocencia, invirtiendo la carga de la prueba, cuando el coleccionismo de monedas es tan antiguo, o más, que el de pintura.

Pero si quien inició este proceso fue un funcionario, o técnico, o cargo político, en el desempeño de sus funciones, ahí la cosa se complica y las responsabilidades deben asumirse. Actuaciones como esta en la que, según todos los indicios, se ha obrado con cierta ligereza (por decirlo de forma suave) por parte del Ayuntamiento, deberían tener consecuencias. Unas pueden ser las accciones legales que pudieran ejercer los afectados. Otras, saber quién o quiénes son los responsables (técnicos o políticos) de este sinsentido. O sea: un documento similar a otro desaparecido -no se especifica muy bien cuándo-, que no lleva la misma firma y que, evidentemente, no es el mismo, es intervenido, y a raíz de este proceso una firma comercial es puesta bajo sospecha de “posible apropiación indebida sobre un bien de interés histórico y cultural”. Ni más ni menos.

Los servicios técnicos que opinaron al respecto ¿lo hicieron a la ligera o a conciencia? En cualquiera de los casos surgen dudas acerca de su eficacia. Todos podemos equivocarnos pero cuando un dictamen u opinión profesional sirve para acusar en estos términos, hay que ser especialmente metódico, cuidadoso y prudente. Salvo que detrás del asunto hubiera una decisión política, en cuyo caso la conclusión que se extrae es aún peor.

La ausencia del Ayuntamiento en el proceso judicial es inexplicable: ¿no estaban convencidos de sus razones, o iban de farol (si se nos permite el uso coloquial)? No estaría de más una llamada o carta de cortesía para pedir disculpas por el equívoco…

Por último, el papel de la prensa en estos temas, cuarto poder absolutamente necesario, es merecedor de alguna reflexión. Muchas intervenciones similares a este caso son objeto de titulares, portadillas y minutos de noticiarios. Sólo en rarisimas y contadas ocasiones se destina el mismo espacio y lugar a las frecuentes resoluciones judiciales a favor de las empresas y particulares en estos procesos (de justicia es decir que El Heraldo de Aragón lo ha hecho). Es evidente que no “vende” igual, pero no se trata de caer en la mala praxis de “no dejar que la verdad estropee una buena noticia”. El rigor y la ética de los medios (o una legislación más adecuada) deberían obligar a que se restituyera el honor y la fama objeto, en ocasiones, de acusaciones infundadas.

Isabel Rguez. Casanova

Alberto J. Canto García

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