Martí Hervera y Soler y Llach sacan a subasta un interesantísimo dírham califal inédito acuñado por Abd al-Rahman III con Muhammad como maestro de ceca, detrás de cuyas series monetarias se encuentra una apasionante historia.
Dentro de la oferta de moneda islámica que sale a subasta en sala en el próximo remate de las firmas barcelonesas Martí Hervera y Soler y Llach () nos ha llamado la atención una moneda, que, aunque posiblemente inédita, ha podido pasar desapercibida para los ojos menos avezados. Se trata del lote número 159, clasificado como “medio dirham” aunque en la leyenda se lee con claridad que se trata de un dirham.
La confusión ha podido originarse al ver el peso de la pieza -0,96 gramos- si bien se trata de una moneda recortada, como sucede en tantas ocasiones con las monedas de esta época. Además no se conocen fracciones de dírham en esta época.
También es de gran interés el momento histórico en el que se realizó la acuñación de esta moneda. Es sabido que en el año 330 H. / 941 d.C., y ante el fraude cometido en la moneda por el visir y prefecto de la ceca Yahya ibn Yunus, éste fue sustituido como responsable de la acuñación de moneda por Qasim b. Jalid, quien restauró la calidad de las piezas. Durante los tres años que éste estuvo en el cargo, hasta su asesinato (esto daría para una novela de thriller numismático…) todas las emisiones (salvo una excepción) se acuñaron bajo un mismo modelo decorativo: la roseta de ocho pétalos en el reverso. Además, el primer segmento de la leyenda marginal es rectilíneo.
De Qasim habla elogiosamente el historiador Ibn Hayyan, comentando “a quien [el califa] ordenó hacer el excelente patrón que se la seguido atribuyendo a lo largo del tiempo, pues Qasim se atuvo estrictamente a las órdenes, para la satisfacción del sultán y alabanza de sus súbditos”.
Su sucesor Muhammad mantuvo su mismo modelo decorativo con la lógica inclusión de su nombre en el anverso. Pero en este año 332 H. /943 d.C., el número de ejemplares es sensiblemente menor, dado el momento del año en que asume el cargo.
Esta rara moneda que estamos viendo, cuyo peso (y posiblemente módulo) se apartan de lo habitual en el dírham, no es solo una pieza recortada, sino un tipo nuevo realizado con un cuño labrado expresamente para su acuñación, por lo tanto ajustado a un módulo y peso menor de manera intencionada. Cierto es que se conocen algunos ejemplares de estas características pero su número, por los motivos explicados, es muchísimo menor lo que refuerza la necesidad de buscar una explicación su acuñación.
Sus anomalías metrológicas podrían explicarse porque nos encontremos ante un posible modelo de presentación o ensayo, piezas que sí están documentadas en otras regiones del mundo islámico.
Alberto Canto García
Para saber más:
A. Canto García, 1986, “La reforma monetaria de Qasim”, Al-Qantara, nº 7, pp. 403-428.