La Royal Mint conmemora este aniversario con el lanzamiento de cuatro monedas de un kilo y cinco onzas en oro y plata de la máxima pureza, en emisiones muy limitadas, con un diseño clásico que combina los símbolos de la monarquía británica.
El pasado año 2012 se celebraron los sesenta años de la llegada al trono de Gran Bretaña de la actual soberana Isabel II, el jubileo de diamante que hasta entonces solo había celebrado su tatarabuela la reina Victoria. Sin embargo, la ceremonia de la coronación no tuvo lugar hasta junio de 1953, al año siguiente, lo que ha dado lugar a una nueva fecha motivo de celebración, y, en consecuencia, a nuevas emisiones monetarias conmemorativas.
La moneda de un kilo de oro pesa en realidad 1005 gramos, ya que está acuñada en metal precioso de 999 milésimas de pureza. Su diámetro es de 100 milímetros y la reducidísima emisión de solamente 27 ejemplares se presenta en calidad proof. El valor facial de cada una de las monedas es de 1000 libras.
Más abundante será la emisión de un kilo de plata, cuyo volumen se ha fijado en 400 unidades, todas ellas en metal precioso de 999 milésimas y, por tanto, con un peso total de 1005 gramos, así como con un módulo de 100 milímetros y siempre en calidad proof. El valor facial desciende a 500 libras.
Ambas monedas presentan tipos similares: en anverso el retrato de la reina, obra del escultor Ian Rank-Broadley, y en reverso una combinación de los símbolos de la monarquía británica. La corona de San Eduardo, el globo y el cetro se representan junto con los símbolos florales de las cuatro regiones de las Islas Británicas, así como con la rosa que simboliza a Isabel II, en un diseño de estilo clásico realizado por el artista John Bergdhal.
Las monedas de cinco onzas, tanto de oro como de plata, comparten valor facial de 10 libras, así como un peso de 156,295 gramos y un módulo de 65 milímetros. En ambas emisiones el metal precioso utilizado es de 999 milésimas de pureza y todos los ejemplares se presentan en calidad proof. Las piezas en oro serán un total de 129, mientras que las de plata se limitarán a 1953.
En su diseño se repite el mismo retrato de la soberana, pero el reverso muestra como fondo una vista de la nave central de la abadía de Westminster, que alberga las coronaciones de los soberanos británicos desde hace más de novecientos años. Sobre este incomparable marco arquitectónico se destacan el globo, el cetro y el manto, como símbolos de la monarquía.
Fotos: Royal Mint.