La nueva familia de monedas ha comenzado a circular en junio con las piezas de 50 y 500 pesos, en julio saldrán las de 100 y 200, y para agosto se esperan las de 1000 pesos que sustituirán a los billetes del mismo valor. La fauna y la flora autóctonas son los temas elegidos para esta emisión.
El pasado 14 de junio se inició el proceso de renovación de la moneda circulante colombiana con la puesta en circulación de las primeras piezas de una nueva serie, correspondientes a los valores de 50 y 500 pesos. Las causas aludidas para este cambio son principalmente al abaratamiento de los costes de producción, derivados de una modificación en la aleación metálica utilizada en los cospeles y en una reducción del tamaño de algunas de las piezas con respecto a las monedas de valor equivalente más antiguas, y que se ha valorado en un 33% de ahorro. También se ha tenido en cuenta el incremento de las medidas de seguridad, entre las que hay que destacar el uso de distintos tipos de relieve en los cospeles, especialmente en forma de ondas, así como la aparición de un tema latente en las monedas de mil pesos, a priori las más proclives a ser falsificadas.
El motivo común de la serie es la biodiversidad de flora y de fauna de la que disfruta la nación colombiana con el agua como factor principal y, en este sentido, se pretende concienciar a la población de la importancia de la conservación del medio ambiente y del agua como una riqueza esencial.
Para las monedas de 50 y 500 pesos, las primeras en salir a la calle, se han elegido como temas el oso de anteojos y la conocida como rana de cristal, ambas especies en peligro de extinción. La pieza de 50 pesos está fabricada en acero recubierto de níquel, lo que le da un color plateado, tiene un peso de 2 gramos y un módulo de 17 milímetros. En su anverso presenta la imagen del oso de anteojos, sobre un fondo de líneas onduladas en relieve. La leyenda recoge el nombre del animal en español y el nombre científico en latín. El anverso está reservado al valor, al que acompañan las leyendas REPÚBLICA DE COLOMBIA -2012, todo ello rodeado por una orla de ondas en relieve.
La moneda de 500 pesos es bicolor, con el núcleo dorado y un anillo exterior plateado, debido a su fabricación con una combinación de alpaca y una aleación de cobre, aluminio y níquel. Pesa 7,14 gramos y tiene un diámetro de 23,70 milímetros. El diseño del reverso es similar al visto en la pieza de 50 pesos, variando el valor, mientras que en el anverso aparece la imagen de la rana de cristal, con sus nombres español y científico, enmarcada en un heptágono y también sobre ondas en relieve.
En este mes de julio veremos la puesta en circulación de las monedas de 100 y 200 pesos. La primera de ellas, que presenta como imagen la planta del frailejón, es de color dorado al estar fabricada en acero recubierto de latón. Tiene un peso de 3,34 gramos y un módulo de 20,30. Los esquemas compositivos de anverso y reverso son similares a los ya vistos, aunque en este caso la leyenda con los nombres que acompaña al frailejón, planta característica de los páramos sudamericanos, se sitúa en la parte superior izquierda de la orla.
Los 200 pesos están dedicados a la guacamaya bandera y se trata de una moneda acuñada en alpaca pero de color plateado, con un peso de 4,61 gramos y un diámetro de 22,40 milímetros. En el anverso vemos la guacamaya posada sobre una rama, siempre con las ondas en relieve como fondo, y en la parte derecha del flan, la leyenda con sus nombres.
Por último, en agosto está prevista la salida a la calle de la pieza de 1000 pesos que irá sustituyendo progresivamente a los billetes con este mismo valor. El diseño de esta moneda es ligeramente distinto al de las otras que componen la serie. En el anverso figura la imagen de la tortuga caguama, una especie marina migratoria que se aparea y desova en las playas colombianas y que actualmente se encuentra en peligro de extinción. La moneda presenta un núcleo plateado y un anillo exterior dorado y el diseño no se limita a la parte central, sino que abarca ambas, de modo que la tortuga parece entrar nadando desde la izquierda y se rodea de ondas en relieve como si fueran un abanico en las que se lee repetidamente AGUA. La leyenda con los nombres figura en la parte inferior.
También cambia el diseño del anverso, ya que debajo del valor, 1000 PESOS, aparece una imagen latente en la que pueden leerse BRC y MIL, según se cambie el ángulo de visión. La mitad inferior del tipo la ocupan las ondas en relieve bordeadas por la leyenda CUIDAR EL AGUA que se repite cuatro veces. Completan el diseño las leyendas del país y del año, dentro de un doble marco circular y de nueve lados. La moneda está acuñada en alpaca, con un acabado bicolor, presenta un peso de 9,95 gramos y un módulo de 26,70 milímetros.
Esta nueva familia monetal convivirá con las piezas antiguas que ya están en circulación. La principal novedad en lo que respecta al circulante reside en que vuelven las monedas de 1000 pesos para sustituir a los billetes del mismo valor. Entre 1996 y 2002 ya estuvo en circulación una moneda de 1000 pesos, que fue reemplazada por los billetes puesto que, en ese último año, la cantidad de moneda falsa superaba a la auténtica. Sin embargo, el billete de 1000 pesos, el de menor valor de la serie de papel moneda del país, es muy utilizado y, por tanto, su vida útil se reduce a apenas doce meses. Estos billetes dejarán de emitirse a partir de diciembre de este año 2012 y, en función de su escasa duración, está previsto que a finales de 2013 apenas queden algunos en circulación. A esto hay que sumar aquellos que están siendo ya retirados por los coleccionistas de notafilia, y que no deben ser pocos.