Hoy monumento nacional, esta fortaleza portuaria fue el principal enclave francés en el Atlántico hasta su conquista por los ingleses en 1758. La ceca canadiense celebra el tercer centenario de su fundación con una emisión para coleccionistas en oro y plata.
En 1713 se firmó en Utrecht el tratado de paz con el que concluía la guerra de Sucesión en España, un conflicto en el que estuvieron implicadas las grandes potencias europeas y que implicó el cambio de soberanía de varios territorios tanto en Europa como en ultramar. Entre estos últimos estuvieron amplias zonas del actual Canadá, que pasaron de manos inglesas a ser posesión francesa, y entre ellos se encontraba la isla de Cabo Bretón donde los franceses fundaron ese mismo año la fortaleza portuaria de Louisbourg.
Desde un primer momento este puerto se erigió como el principal bastión francés en territorio atlántico y por su posición estratégica en la isla de Cabo Bretón controlando las entradas al río San Lorenzo se situó entre los puertos pesqueros y comerciales más importantes de todo el mundo.
Sin embargo su preeminencia duró poco, ya que en 1758, -tras haber pasado en los años anteriores de francesa a inglesa y viceversa- la plaza fue reconquistada por los ingleses y dinamitada para evitar que pudiera volver a caer en manos francesas. Su relevo como emporio económico y estratégico lo heredaría Halifax.
Desde 1926 Louisbourg está declarado monumento nacional y en los años sesenta del siglo pasado se procedió a una reconstrucción de las construcciones francesas del dieciocho destinadas a recrear la vida en una colonia de esa centuria.
La importancia de la fundación de Louisbourg es recordada con motivo de su trescientos aniversario en estas nuevas emisiones para coleccionista de la Royal Canadian Mint.
La primera de las monedas está acuñada en oro de la máxima pureza (99,99%) y tiene un peso de 1/25 de onza, esto es, 1,27 gramos. El módulo es de 13,92 milímetros y se presenta en calidad proof. En el anverso aparece el retrato de la soberana británica Isabel II, mientras que en el reverso, obra del artista local Peter Gough, se puede ver la puerta de la ciudad junto con un barco de la época y en primer plano un bacalao, en alusión a la riqueza pesquera. El canto se presenta estriado. Como leyendas, CANADA 2013 y el valor facial de la moneda, que es de 50 centavos.
Por su parte la moneda de plata tiene un peso de una onza de metal también de la máxima pureza, con un diámetro de 40 milímetros. El anverso, como es preceptivo, presenta el retrato de Isabel II, mientras que el reverso recrea una escena portuaria de las primeras décadas del siglo XVIII según un diseño del artista John Horton. En el anillo exterior del cospel figuran la leyenda alusiva y el valor facial de la moneda que es de 20 dólares.
Uno de los aspectos más destacables de esta pieza es el canto, en el que aparece grabada la leyenda LOUISBOURG 300 junto con pequeños motivos repetidos en forma de ancla, flor de lis y hoja de arce.
La emisión en plata tendrá un volumen total de 8500 unidades, todas ellas en calidad proof, mientras que la de oro aumenta hasta los 10000 ejemplares.