Una moneda conmemorativa en oro y emisión limitada de la ceca belga recuerda los 500 años transcurridos desde la toma de posesión del joven príncipe, que llegaría a convertirse en uno de los mayores emperadores de la historia.
Tan sólo 15 años tenía Carlos de Habsburgo cuando su abuelo Maximiliano I le consideró mayor de edad para comenzar a hacerse cargo de la fabulosa herencia territorial que había recibido de sus antecesores. El primer territorio del que tomó posesión fueron los Países Bajos, donde había nacido y se había criado. Cuando los Estados Generales le nombran señor, realiza un viaje para ser aclamado en las ciudades de Brujas, Gante, Amberes y Leiden.
La moneda acuñada por la ceca real de Bélgica está inspirada en el retrato que el pintor Bernard van Orley realizó del joven Carlos en 1516, cuando se convierte en rey de España, y que se conserva actualmente en el Museo del Louvre de París.
Se trata de un retrato muy poco conocido de Carlos V, que nos lo muestra en su juventud —–ahora diríamos adolescencia- muy alejado de su imagen con barba, más maduro, que es la que aparece en sus acuñaciones monetarias y que se hizo famosa gracias a retratos como los que le pintó Tiziano.
Como símbolo de ese poder recién adquirido, el retratado luce el collar con el Toisón y un broche en su sombrero con el escudo. El tipo monetal se completa con la leyenda en latín —–CAROLUS V- 1515 -2015 y el lema PLUS OULTRE. En cuanto al anverso, nos muestra la imagen de los países de la Unión Europea, con sus estrellas, el año de acuñación, el nombre del país emisor en tres idiomas, y el facial.
Con un valor facial de 25 euros, esta nueva emisión está acuñada en oro de 999 milésimas de pureza, con un peso de 3,11 gramos y un módulo de 18 milímetros. El volumen máximo de emisión está fijado en 1.500 piezas.
Información e imágenes de la moneda: ceca real de Bélgica.