Se celebró el pasado 20 de mayo y Eslovenia le ha dedicado sus 2 euros conmemorativos de 2018, en cuya cara variable se ha representado la esfera terrestre mediante las celdas de un panal. También se suma a la celebración Letonia, con una original moneda en forma de panal.
Posiblemente para muchos de nosotros haya pasado desapercibido que el pasado 20 de mayo se celebró el Día Mundial de las Abejas, pero no sucedió así en Eslovenia, que incluso le ha dedicado una moneda conmemorativa. Nadie duda de la importancia de las abejas en la polinización, de la que dependen hasta un tercio de los alimentos que se producen en el mundo, por no hablar de sus elaboraciones como la miel o la cera, de las que se ha surtido el ser humano desde la prehistoria.
Pero para los eslovenos la relación con las abejas es aún más especial, pues cuentan con una larguísima tradición de apicultura que se modernizó de la mano de su compatriota Anton Jansa (1734-1773). Eslovenia es el único país de la Unión Europea que ha protegido su subespecie nativa de abejas, de modo que no se pueden criar otras abejas en el país. La apicultura tiene allí una gran importancia, hasta el punto de que ha sido Eslovenia la impulsora del establecimiento del 20 de mayo, fecha de nacimiento de Anton Jansa, como Día Mundial de las Sbejas.
Con este motivo el país ha emitido una moneda de 2 euros conmemorativos, con un diseño muy original obra de Janez Bizjak, de Bled. En la cara variable de esta moneda se ha representado el mundo como una colmena: las celdas vacías simbolizan el mar y las llenas los continentes. Alrededor, la leyenda alude al Día Mundial de las Abejas y en la parte inferior figuran el nombre del país y el año de acuñación 2018.
La pieza ha sido fabricada en la ceca italiana, en un volumen de un millón de unidades. Además, existe la posibilidad de adquirir una de las 2.000 unidades fabricadas en acabado proof, que se presentan en una cápsula plástico. Ambas modalidades se han puesto a la venta el pasado 14 de mayo.
Aunque en apariencia muy distinto, el concepto de la moneda emitida por Letonia dedicada a la miel es bastante similar. Para empezar, la publicidad que acompaña la emisión también resalta la importancia de la apicultura en el actual territorio letón, hasta el punto de ser uno de los grandes bienes de comercio de la zona, junto con el ámbar y los cereales, entre los siglos X y XIV. A finales del siglo XIX era muy habitual que las granjas tuvieran sus colmenas para consumo propio. Y por supuesto, todo ello cuenta con un importante reflejo en el folklore y las tradiciones.
La moneda dedicada a la miel quiere ser un símbolo de la diligencia y dulzura del trabajo, de los ciudadanos que trabajan cada día para el bienestar del país. La moneda, obra del artista gráfico Arturs Analts, tiene forma de hexágono, formado por las celdas de un panal. El anverso forma con el distinto acabado de las celdas el contorno de Letonia y el golfo de Riga. En la parte inferior figura la leyenda LATVIJA con el año 2018.
En el reverso tenemos más celdas de colmena junto con el valor facial de la pieza, que es de 5 euros. El volumen de emisión de esta moneda se ha fijado en 3.000 unidades, todas ellas en calidad proof. Están acuñadas en plata de 925 milésimas chapadas en oro de 995 milésimas y tienen un peso de 16,50 gramos. El hexágono mide en su parte más larga 29 milímetros y el cando es liso.
Información e imagen: Banka Slovenije y Latvijas Banka