Los banqueros, Botticelli y la hoguera de las vanidades, explica el origen del mecenazgo en la ciudad de Florencia como forma de redimir el conflicto entre los valores espirituales y las ganancias económicas. La magnífica exposición estará abierta hasta enero del 2012 en el Palazzo Strozzi.
Una nueva mirada sobre el nacimiento del sistema bancario moderno que revertirá en la aparición del mecenazgo artístico y, en consecuencia, del Renacimiento, es lo que nos ofrece esta espléndida muestra visitable en el Palazzo Strozzi de Florencia. Economistas, historiadores del arte y medievalistas forman el comité científico de una exhibición en la que, desde diferentes puntos de vista, se intentan abordar las relaciones entre el arte, el poder y el dinero; una perspectiva multidisciplinar en la que se tratan aspectos económicos, políticos o diplomáticos.
La tesis principal de la muestra es que el mecenazgo artístico se desarrolla entre las grandes familias de banqueros como una forma de “invertir” su dinero en causas nobles, y lavar de este modo su imagen y su conciencia frente a una iglesia católica contraria a la usura y a la acumulación de riquezas. Así se afirma que “sin banqueros, no habría Renacimiento”.
El repaso a la historia económica de la ciudad de Florencia se inicia con la creación del florín a mediados del siglo XIII, una unidad monetaria en oro que permitía y facilitaba transacciones económicas de mayor envergadura que los dineros de plata vigentes hasta entonces. Tanto éxito tuvo que a finales de la centuria se había convertido en valor de cuenta en toda Europa y, de paso, contribuyó al desarrollo de la ciudad italiana que lo inventó. Poco a poco, el sistema bancario se va haciendo más y más complejo, se difunden las letras de cambio y se amplían los mercados.
La creciente riqueza de la villa casaba mal con las normas de la iglesia, contrarias a la usura por considerarla una manifestación de la avaricia. En consecuencia, se dictan leyes suntuarias contra el excesivo lujo en diferentes aspectos de la vida cotidiana.
Ante esta dicotomía entre riqueza y leyes morales, las grandes familias de banqueros optan por donar enormes cantidades a la iglesia para salvar su alma y también financian grandes obras de arte para su ciudad dotando de una dimensión ética el empleo de su dinero privado y, de paso, dando origen al mecenazgo.
Todos estos aspectos aparecen tratados a lo largo de los ocho apartados en los que se estructura la exposición, desde “El florín, imagen de Florencia en el mundo” hasta la crisis de finales del siglo XV. Las obras de Botticelli sirven para ilustrar esta última centuria, pero también podemos encontrar pinturas de otros grandes artistas de la época y variados objetos relacionados con la banca y otros aspectos de la vida ciudadana.
Los interesados pueden consultar la página web de la exposición – http://www.palazzostrozzi.org/SezioneDenaro.jsp?idSezione=1148- con diversos textos de los comisarios, así como descargarse parte del catálogo en italiano de la muestra. Esperamos que lo disfruten.
Autor/a: Redacción