El Bangko Sentral ng Pilipinas (Banco Central de Filipinas) ha anunciado que su Comité Numismático ha decidido apoyar la industria nacional de abacá para seguir utilizándolo en la fabricación de sus billetes, eliminando por el momento el plan de imprimir nuevos billetes en polímero.
El vicegobernador del Banco Central de Filipinas, Armando L. Suratos, ha comentado recientemente que el 30 por ciento de la base de materiales utilizados en la fabricación del papel de los billetes filipinos actuales están reforzados con las fibras de abacá. El Sr. Suratos añadió que el abacá doméstico, el material principal del mundialmente famoso cáñamo de Manila, sigue siendo uno de los productos básicos más solicitados, incluso con la llegada de materiales a base de aceite, como el nailon y otros.
También comentó que los billetes de banco reforzados por abacá ya tienen un diseño aprobado por el Comité Numismático, aunque no reveló detalles sobre ese nuevo diseño: “Se está perfeccionando para que sea adecuado para la impresión.”
No quiso decir cuánto tiempo llevará dicho proceso, desde la conceptualización hasta la impresión, pero afirmó que la tintura para cada denominación será llevada a cabo por contratistas extranjeros, aunque impreso en la BSP’s Security Printing Complex, en Ciudad Quezon.
Según Suratos, el Comité Numismático, encabezado por el Gobernador del Banco Central Filipino Amando Tetangco ha acogido con satisfacción las sugerencias de diseño, pero la nueva serie mantendrá el actual esquema de color para cada denominación: 20, 50, 100, 200, 500 y 1.000 pesos.
El abacá (Musa textilis) es una planta herbácea de gran porte, de la familia de las musáceas, nativa de Borneo y las Filipinas. Crece en lugares cálidos, muy lluviosos y es bastante parecida al plátano (Musa x paradisiaca) , que pertenece al mismo género, pero se diferencia de éste en que sus frutos no son comestibles y en tener un follaje más derecho y angosto, además de que se le da más usos, debido a su valiosa utilidad para la industria textil.
Su fibra (producto también conocido como cáñamo de Manila) es muy apreciada por su gran resistencia y durabilidad. A partir del tercer año, la planta comienza a producirla. Ésta es obtenida de sus pecíolos y sus filamentos llegan hasta los dos metros de largo. Se emplea en la elaboración de cordajes y la fabricación de textiles: la fibra más gruesa se usa para fabricar sacos y sogas, y de la más fina se hacen telas. En la elaboración de cabos, el cáñamo de Manila es usado de preferencia a cualquier otra fibra; porque, además de su enorme resistencia a la tensión, difícilmente se deteriora por la acción del agua dulce o salada.
Las fibras que se extraen de la envoltura hojosa son extremadamente resistentes y de gran calidad. Muestran una excelente capacidad reforzante muy exigente en productos papeleros de bajo gramaje. Las pastas de sisal se utilizan para fabricar papeles especiales: superfinos, de cigarrillos, registro, moneda, de seguridad, bolsas de té,…