Desde el 16 de septiembre y hasta diciembre, el Museo del Dinero del Deutsche Bundesbank nos ofrece en Francfort una completa perspectiva de las relaciones entre este genio de la cultura alemana y el dinero, desde sus reflexiones sobre la creciente importancia del papel moneda hasta las apariciones de su imagen en el circulante alemán.
Cada año, la ciudad alemana de Fráncfort del Meno celebra una semana de fiestas dedicadas a su nativo más ilustre: Johan Wolgang Goethe, el genio universal de la literatura germánica. En esta edición el tema elegido para las conmemoraciones ha sido el de Goethe y el dinero y, entre el 13 y el 23 de septiembre se han sucedido las actividades relacionadas, como representaciones teatrales o conferencias. Entre estas últimas, se presentaba muy sugerente la dedicada a Goethe y las finanzas, en las que se hablaba de sus libros de cuentas, sus relaciones financieras con los editores, etc. etc.
La aportación del Museo del Dinero del Deutsche Bank, con sede en la ciudad, ha sido el montaje de una exposición temporal con este mismo tema, realizada con los propios fondos de la institución. Y es que, desde el siglo XIX hasta nuestros días, Goethe ha sido un personaje muy presente en las emisiones monetales del país alemán.
Desde 1849, año del centenario de su nacimiento, los aniversarios “redondos” (1899, 1932, 1949, 1999) se han ido celebrando con emisiones conmemorativas de monedas y medallas. Pero también su presencia ha sido muy importante en las emisiones de emergencia que se realizaron en distintas ciudades alemanas, especialmente en aquellas en las que residió o con las que tuvo un especial contacto, durante la I Guerra Mundial y el periodo inflacionario de principios de los años.
En la segunda mitad del siglo XX, es muy interesante confrontar la imagen del escritor que ofrecen las emisiones de la República Federal y la República Democrática, ya que cada una de ellas quiere acaparar al personaje.
Otra parte de la exposición se centra en un fenómeno que vive Goethe directamente: el auge del papel moneda. En concreto se recuerda el colapso del papel moneda austriaco que el escritor conoció en persona cuando fue huésped del balneario de Carlsbad en 1810. El invento de los billetes no era reciente, pero es en estos principios del siglo XIX cuando se extiende y va sustituyendo al oro. A ello dedicó Goethe una conocida escena en la segunda parte de su Fausto (1832), obra en la que recoge muchas de sus preocupaciones sociales.