La Real Casa de la Moneda saca a la venta las monedas dedicadas a El Greco, Murillo, Ribera y Zurbarán, continuando las series iniciadas con Velázquez. Oro y plata en distintas denominaciones, adaptadas a los módulos de monedas históricas españolas: onzas, reales y cincuentines. Disponibles desde el 11 de julio.
La IV serie que la Real Casa de la Moneda dedica a los más grandes pintores españoles presenta en esta ocasión la obra de diferentes artistas. Si en las anteriores emisiones encontrábamos por separado a Velázquez, Dalí y Goya, en esta se presentan conjuntamente las monedas alusivas a El Greco, Murillo, Ribera y Zurbarán. Aún así, es el pintor cretense el que lleva el protagonismo de la emisión, puesto que es a él a quien corresponden las monedas más valiosas de la serie y la única pieza de oro. Esta es una moneda con un valor facial de 400 euros, cuya métrica se corresponde con la de las antiguas onzas, esto es, un peso de 27 gramos y un diámetro de 38 milímetros. La imagen elegida para el anverso es la reproducción del retrato del “Caballero anciano”, obra de la última etapa toledana del pintor y que representa a un caballero anónimo, uno de los mejores retratos del artista que puede admirarse hoy en día en el Museo del Prado. El reverso nos muestra la escena central de la obra “El Martirio de San Mauricio”, con el grupo de legionarios encabezado por el santo. Este lienzo fue encargado para la decoración del monasterio de El Escorial, donde aún se conserva actualmente. La moneda, fabricada en oro de 999 milésimas, tendrá una tirada de 3000 ejemplares y sale a la venta por un precio de 1250 euros más IVA. La otra pieza dedicada a El Greco está acuñada en plata y tiene un valor facial de 50 euros. Con un peso en plata de 168,75 gramos y un módulo de 73 milímetros, su métrica se adecúa a la del cincuentín. En la moneda se representan dos escenas de una misma obra, “El entierro del Señor de Orgaz”, posiblemente la más conocida de El Greco, que se conserva en la iglesia toledana de Santo Tomé. En el anverso se muestra un detalle de la parte superior del lienzo, aquella que representa el cielo, con la Virgen María y Jesucristo recibiendo a las almas que alcanzan el paraíso. Para el reverso se ha elegido la escena central de la parte inferior de la obra, en la que San Agustín y San Esteban proceden a colocar en la sepultura el cuerpo del difunto. Esta emisión tendrá un volumen total de 5000 unidades fabricadas en plata de 925 milésimas y sale a la venta por 245 euros más IVA. El resto de la emisión está formada por tres monedas de plata con un valor facial de 10 euros dedicadas a Murillo, Ribera y Zurbarán. Su esquema iconográfico es similar, ya que presentan en el anverso el retrato del pintor correspondiente, realizado a partir de los medallones escultóricos que adornan la fachada del Museo del Prado, tallados por el escultor neoclásico Ramón Barba, y en el reverso el detalle de alguna de las obras más importantes de cada uno, todas ellas conservadas en la pinacoteca madrileña. Así, la pieza dedicada a Bartolomé Esteban Murillo, nos muestra su retrato a partir de la recreación de la fachada del Museo del Prado y en el reverso la escena central del lienzo “El Buen Pastor”, con la conocida imagen de Jesús niño abrazado al cordero.
Para el reverso de la moneda dedicada a José de Ribera, el Españoleto, se ha elegido ilustrar “El sueño de Jacob”.
Finalmente, Francisco de Zurbarán, el pintor de los frailes, está sorprendentemente representado por una obra muy poco conocida y que muy poca gente identificaría con el autor, ya que no responde ni a la temática ni al estilo que asociamos al artista extremeño. Se trata de la “Lucha de Hércules contra el león de Nemea”, primero de los lienzos alusivos a los trabajos del héroe encargados a Zurbarán para la decoración del Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro. Tampoco el grabado de una moneda puede recoger con fidelidad los claroscuros que definen el estilo de este lienzo, tan alejado de aquellos que se nos vienen a la cabeza a todos cuando pensamos en la pintura de Zurbarán.
Estas tres últimas series están fabricadas en plata de 925 milésimas, con una métrica semejante a la de las antiguas monedas de ocho reales, lo que se traduce en 27 gramos de peso y 40 milímetros de diámetro. Cada una de ellas tendrá un volumen de emisión de 10000 ejemplares y un precio de 50 euros más IVA. Las cinco monedas que se presentan ahora pueden ser adquiridas individualmente o como colección, siendo el precio de esta última la suma total de todas las que la forman, es decir, que no hay descuento ni precio especial por comprarlas juntas.
Autor/a: Redacción