El pasado verano salió a la calle esta magnífica obra editada por la Real Academia de la Historia en el marco de su colección Biliotheca Numismatica Hispana, con la colaboración de la Universitat de València. El profesor Ripollès, catedrático de Arqueología en dicha universidad, es hoy en día, sin ningún género de dudas, el mayor experto en moneda hispánica antigua, como ha demostrado en sus numerosos trabajos a lo largo de los últimos treinta años. Valga como muestra sus dos recientes monografías sobre las cecas levantinas de Arse y Saitabi.
El tema de la moneda hispano-romana ya había sido abordado por el prof. Ripollès en la magna obra que realizó en 1992 conjuntamente con los doctores A. Burnett y M. Amnadry, el volumen I de la serie Roman Provincial Coinage (RPC I). Desde entonces el catálogo ha debido actualizarse mediante dos suplementos y está próxima la edición de un tercero. La nueva monografía que hoy reseñamos se ofrece no sólo como el desglose de la parte hispánica y su traducción al castellano, sino que actualiza el catálogo y mejora textos e imágenes respecto de las primeras ediciones del RPC I.
Para la realización del trabajo, el autor ha manejado materiales procedentes de museos y colecciones públicas y privadas de todo el mundo, tanto publicadas como inéditas, además de efectuar una exhaustiva revisión de los catálogos de subastas de las casas más prestigiosas, un aspecto que muchos estudiosos dejan de lado en sus recopilaciones de material y en el que se encuentran piezas de gran interés y habitualmente en mucho mejor estado de conservación que las guardadas en los museos públicos. El peso que han tenido los materiales procedentes del coleccionismo privado y del mercado numismático en esta actualización es recalcado por el autor en su introducción al catálogo y de él dan idea la procedencia de las ilustraciones de las monedas y las monedas recopiladas: colección Cores, subastas de Vico, Herrero, Cayón, Áureo-Calicó, Martí Hervera-Soler y Llach, etc. etc.
El ámbito cronológico abarcado comprende desde el 44 a.C. hasta el fin de las acuñaciones en la Península tras la reorganización de la emisión monetal imperial con Claudio I. En la primera etapa de este periodo existen un grupo de cecas que, por su cronología incierta, resulta discutible si se incluyen en este grupo o se dejan como emisiones indígenas, algunas de las cuales se comentan en el prólogo, aunque la discrepancia podría extenderse también, a mi modo de ver, a la ceca de Carteia.
La obra se inicia con una exhaustiva introducción a la moneda provincial hispana, en la que se tratan aspectos como las cecas y su producción, autoridad emisora, denominaciones, tipología, circulación monetaria o contramarcas. A continuación, el catálogo se estructura, como suele ser costumbre, con un criterio geográfico comenzando por el noroeste y siguiendo por Lusitania, Bética y Tarraconense. Los capítulos de cada ceca van encabezados por una introducción en la que se explican la historia y las peculiaridades de cada una de ellas, una puesta al día muy útil para comprender el funcionamiento de cada taller.
En el catálogo se mantiene la numeración establecida en el RPC I, a la que se han añadido números duplicados o triplicados para marcar nuevos tipos, así como numerosas variantes, fruto de un detallado examen de nuevas piezas procedentes de subastas, colecciones privadas y colecciones públicas que en el momento de la edición primera no se conocían. Tras esta última puesta al día, se constata que las emisiones romano-provinciales de Hispania superan holgadamente los 500 tipos. Tanta es la cantidad de material manejado que, a diferencia de lo que sucedía en la primera edición del RPC I, ya no se recogen todos los ejemplares conocidos de un mismo tipo, sino sólo aquellos que definen mejor el tipo.
Otra característica de la obra es que en la entrada de cada tipo se recopilan -–también mediante un pequeño dibujo- todas las contramarcas conocidas aplicadas en esas monedas. Si bien el autor afirma que no pretende realizar un índice de contramarcas, sin duda su obra se convierte en el más importante corpus de estos resellos, muy necesitado de actualización tras el artículo clásico de Guadán de hace medio siglo, y en la mejor herramienta que tendremos a partir de ahora para intentar dilucidar los diversos aspectos del fenómeno de la contramarca de moneda en el territorio peninsular. También se incluyen los estudios metalográficos que se han realizado en cada caso. En resumen, se trata de un catálogo elaborado con el máximo rigor científico y la mayor claridad posible que, sin duda, se va a convertir en la obra de referencia para este tipo de emisiones.
Isabel Rodríguez Casanova
Autor/a: Isabel Rodríguez Casanova