La Royal Mint desvela por fin el diseño de la pieza de cinco libras que conmemora el sexagésimo aniversario en el trono de la soberana británica. Dos retratos de la reina en diferentes etapas de su vida ocupan ambas caras de esta moneda, ahora disponible en cupro-níquel, y que se fabricará en metales preciosos a partir de enero del 2012.
Primero fueron los bocetos, después los retratos en los que se inspiraría el diseño monetal y las leyendas y, por fin, la Royal Mint ha sacado a la luz la primera de las monedas conmemorativas de los sesenta años de la reina Isabel II en el trono de Gran Bretaña. Como primera emisión en salir al mercado, se han elegido las piezas de cinco libras acuñadas en cupro-níquel, disponibles en la tienda on-line de la ceca oficial británica desde el pasado día 11, y de las que no existe un volumen máximo de emisión previsto. Su peso es de 28,28 gramos y su diámetro de 38,61 milímetros. A partir de enero del próximo años 2012, en el que realmente se cumple el aniversario de la llegada al trono de la soberana, saldrán a la venta el resto de piezas de la emisión acuñadas en metal precioso: plata, plata en calidad proof, piedfort de plata, plata chapada en oro, oro y platino.
Del diseño de la moneda, del que ya les habíamos hablado en anteriores ediciones de esta revista, destacan los dos retratos de la reina Isabel II que ocupan ambas caras. En la principal, una imagen actual de la soberana, realizada por el grabador de la Royal Mint Rank Broadley, e inspirada en el relieve escultórico que adorna la entrada del edificio de la Corte Suprema situado en la plaza del Parlamento de Londres. La inscripción que acompaña el anverso rezará: ELIZABETH II D G REG F D FIVE POUNDS, mientras que en el reverso figurará DIRIGE DEVS GRESSVS MEVS (Dios, dirige mis pasos). Esta cara será una adaptación de la primera que se utilizó en las series de 1953 en adelante, empezando por el retrato de una joven Isabel II inspirado en los que aparecieron en las primeras emisiones monetarias de su reinado. Del mismo modo, una rama de olivo y una cinta debajo, así como la leyenda latina, hacen un guiño a las emisiones de su antepasada la reina Victoria, la única soberana que, hasta este momento, había podido celebrar sus sesenta años en el trono.
Autor/a: Redacción