Primeras novedades suizas

Primeras novedades suizas

Primeras novedades suizas 400 400 admin

Una nueva moneda en metal base de la colección de flora alpina y otra pieza en plata dedicada al paso de Klausen, con faciales de 10 y 20 francos, respectivamente, son las primeras emisiones conmemorativas de 2018 de la ceca suiza.

Aunque muy diferentes entre sí, las dos novedades numismáticas que hoy les presentamos tienen en común su estrecha relación con los Alpes, algo que no es extraño siendo acuñaciones de Suiza. Empezamos con la moneda de plata, que está dedicada al paso de Klausen, que une el valle de Schächental en el cantón de Uri con la parte trasera de Linthal en el cantón de Glarus, a 1.984 metros de altitud. Esta ruta no tuvo demasiada importancia en época antigua, hasta que la construcción del ferrocarril de San Gotardo en 1882 la convirtió en una vía de enlace esencial, de modo que en unos pocos años se construyó la carretera, inaugurada en 1900.

La fama de esta vía reside también en una histórica carrera de motos y coches, que es el motivo que se ha querido reproducir en el diseño de la moneda. En él vemos un coche antiguo sobre un mapa de relieve de montaña. La leyenda alude al paso de Klausen y completa el tipo la firma del artista VITO NOTO.

En la otra cara de la moneda encontramos los elementos habituales, con el nombre del país, la cruz emblemática, el valor facial de la pieza, que es de 20 francos suizos, y el año de emisión 2018.

El volumen de emisión se ha fijado en 30.000 ejemplares sin circular y 5.000 en calidad proof, presentados en una caja. Cada uno de ellos está acuñado en una aleación con 835 milésimas de plata, con un peso de 20 gramos y un módulo de 33 milímetros.

En cuanto a la moneda dedicada a la flora autóctona, tras el edelweis y la genciana de los últimos años, en 2018 es el turno de la carlina (carlina acaulis, en su nombre científico), una especie de cardo al que se atribuyen numerosas propiedades. Ha servido como alimento, como medicina, pero también es venenosa en grandes dosis. Es habitual ver su flor clavada en las entradas de las casas, donde actúa como predictora del tiempo atmosférico, incluso en algunas regiones se le atribuyen propiedades casi mágicas.

El diseño de la moneda no podía ser más sencillo: el centro del cospel lo ocupa una imagen de la flor de la carlina, que alcanza el anillo exterior. La leyenda es únicamente FLORA ALPINA y el otro elemento que encontramos en la moneda es el apellido de su diseñadora, Jenny Leibundgut.

Se trata de una moneda de 10 francos de facial, fabricada en una aleación bicolor de aluminio-bronce y cupro-níquel, con un peso de 15 gramos y un módulo de 33 milímetros. El volumen de emisión es de 29.000 unidades en calidad sin circular y 5.000 más en acabado proof.

Información e imágenes: Swiss Mint

    X