Salvemos a los alces

Salvemos a los alces

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Nada menos que siete monedas conmemorativas ha puesto en circulación el Banco Central de Rusia dedicadas a este animal, dentro de su colección Salva nuestro mundo, todas ellas en oro o plata y emisiones muy limitadas.

No cabe duda de que la fauna nórdica da muchísimo juego a las cecas de sus países, y si no lo creen revisen las series conmemorativas de Canadá o de Finlandia, por ejemplo. De la ceca de Rusia nos llega ahora una emisión de nada menos que siete nuevas monedas dentro de su serie denominada “salva nuestro mundo”, todas ellas dedicadas al alce.

Están acuñadas en oro o plata de primera ley con valores faciales que van desde los 3 hasta los 10.000 rublos y en acabado proof. Vamos a verlas una a una.

Por orden de menor a mayor valor, comenzamos con las piezas de plata y esta moneda de 3 rublos de facial, que tiene una onza de metal precioso de 925 milésimas -31,1 gramos-, un módulo de 39 milímetros y constará de un total de 5.000 ejemplares.

En su reverso vemos la imagen de un alce recostado a izquierda, en un fondo con un bosque y un lago. La leyenda es el título de la colección, “Salvar nuestro mundo”, en ruso.

Le sigue la moneda de 25 rublos, cuyo peso en plata es de 155,5 gramos, con un módulo de 60 milímetros. El volumen de acuñación se reduce a 1.000 unidades.

En la cara variable, vemos a dos alces peleando, también sobre un fondo de bosques y lagos. En este caso, la leyenda de la serie figura en la parte inferior.

Un kilo de plata, siempre de 925 milésimas de pureza, es lo que contiene cada una de las 250 monedas de 100 rublos que se acuñarán con este valor, y que son las piezas de mayor valor en plata. Su diámetro es de 100 milímetros.

Para este valor se ha elegido la imagen de una pareja de alces, macho y hembra, en un fondo de bosque en el que también se distinguen pájaros y un lobo. La leyenda, de nuevo, figura en la parte inferior del campo.

En cuanto al oro, la moneda menor es la de 50 rublos, acuñada en oro de 999 milésimas, con un peso de 7,78 gramos y un módulo de 22,6 milímetros. El volumen de acuñación de esta moneda será de 1.000 piezas.

Su reverso es muy sencillo: tan solo una cabeza de alce a la derecha, rodeada en su parte inferior por la leyenda semicircular externa con el nombre de la serie.

La moneda de 100 rublos estará acuñada con un peso de 15,55 gramos de oro también de la máxima pureza, con un diámetro de 30 milímetros y el volumen de acuñación se ha fijado en 750 unidades.

En su reverso vemos un alce a la izquierda comiendo unas ramas de un árbol, en un fondo boscoso, y con la leyenda del nombre de la serie.

Una onza de oro es lo que contienen cada una de las 500 monedas que se acuñarán con facial de 200 rublos, cuyo módulo será de 33 milímetros.

Ya no quedan muchas maneras de representar al alce: aquí lo vemos corriendo hacia la derecha, en un fondo boscoso y de lagos. Y si se fijan bien podrán encontrar también un oso camuflado en la foresta. La leyenda con el nombre de la serie se sitúa por la parte inferior del campo.

Por último, las monedas de mayor valor son éstas, con un kilo de oro puro, cuyo valor facial asciende a 10.000 rublos. De estas grandes piezas, con 100 milímetros de diámetro, y en las que la calidad baja a proof-like, sólo se fabricarán 25 ejemplares.

Para el reverso de esta moneda han reservado el tema más tierno: una familia de alces, con la mamá y dos crías. El fondo, les dejo a ustedes que lo adivinen. Y la leyenda en la parte inferior.

En cuanto al anverso es similar en toda la serie, con la preceptiva águila bicéfala y las leyendas correspondientes a la entidad emisora, el año de acuñación, composición metálica, valor facial, etc.

Sería bonito que una buena parte de las ganancias obtenidas por la venta de estas monedas fuera destinada a la conservación de la naturaleza, pero la nota de prensa publicada por el Banco Central de Rusia no dice nada al respecto.

Información e imágenes: Banco Central de Rusia.

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