Un prototipo desarrollado por ingenieros informáticos del grupo de Robótica de la Universidad de Lleida, demuestra que el sensor que incorporan los ratones ópticos de los ordenadores se suele emplear para guiar el desplazamiento del cursor, pero también puede utilizarse como detector de monedas falsas.
Según ha explicado Marcel Tresanchez, uno de los autores del trabajo de investigación, “Hemos implementado un sistema de detección de monedas falsas de dos euros mediante la comparación de patrones obtenidos con un sensor de ratón óptico”.
La Comisión Europea informó recientemente que el 79% de las monedas falsas descubiertas en Europa en 2008 fueron de dos euros.
Para detectar las falsificaciones se coloca la moneda en un dispositivo de posicionamiento y se hace rotar. El sensor, situado a pocos milímetros, se emplea para capturar las imágenes de la cara común que tienen las monedas de dos euros (todas tienen un mapa de Europa grabado en una cara, y un diseño específico de cada país por la otra). Finalmente las imágenes se comparan con otras de referencia obtenidas de monedas válidas, mediante un algoritmo que también ha desarrollado el equipo catalán.
“La misma operación se podría realizar con una webcam, por ejemplo, pero la ventaja de estos sensores es su pequeño tamaño, su bajo coste y el ángulo de visión tan reducido que permite capturar el relieve de las monedas de forma muy sencilla”, destaca Tresanchez.
El investigador aclara que no vale cualquier sensor de ratón óptico, ya que debe capturar las imágenes en tiempo real, con una resolución mínima de 15×15 píxeles (el equipo ha empleado uno de 30×30 píxeles). Además es aconsejable que se trate de un sensor basado en LED o infrarrojo, y no de tecnología láser, ya que estos proporcionan imágenes demasiado amplias.
Los resultados del estudio muestran que este sistema, pensado para complementar las técnicas de identificación de falsificaciones, permite detectar monedas falsas mejor que lo haría una persona corriente, aunque a un nivel similar al de un experto entrenado para ello. Los autores también han aplicado el mismo método para diseñar un “encoger” o codificador rotatorio (cuenta el desplazamiento angular de un eje) usando el sensor de un ratón óptico.
Según ha explicado también Marcel Tresanchez, el sensor óptico del ratón permite captar imágenes en relieve, de manera que comparando la imagen de la moneda analizada con la de una moneda verdadera se puede establecer si la primera es falsa o no.
Las comparaciones de los relieves de las dos monedas, la verdadera y la analizada, se pueden realizar a partir de la cara común que tiene todas las monedas de dos euros, la del mapa de Europa.
Aunque los investigadores han realizado este prototipo sin fines comerciales, el grupo entiende que con un mejor desarrollo se podría colocar este tipo de sensor en un chip que se podría utilizar en las máquinas que funcionan con monedas, como un sistema más de los que incluyen para detectar si estas son falsas.
“Actualmente las máquinas tragaperras o las de tabaco ya utilizan sensores que combinan el análisis del peso, el ruido y el diámetro de las monedas. A estos se les podría sumar el del relieve de una de las caras de la moneda, lo que contribuiría a mejorar su validación”, ha asegurado el investigador.
Los detalles de este descubrimiento se pueden consultar en la revista científica Sensors.