La famosa serie francesa continúa con su homenaje a la historia de la moneda del país en esta nueva emisión dedicada al “franco a caballo”, el primer franco francés, acuñado en los siglos XIV y XV.
La ceca de París cuenta entre sus virtudes el llevar 1150 años en funcionamiento, lo que la convierte en la institución más antigua de Francia, y a esta larguísima historia está dedicando algunas de sus emisiones de los últimos meses. La emblemática sembradora, por ejemplo, uno de los principales símbolos de la moneda de inversión de Francia, inició el pasado 2014 una serie en la que rinde homenaje a la historia monetaria del país. Esta serie durará siete años y se inició con la moneda dedicada al dinero de Carlos el Calvo del 864, quien mediante el edicto de Pîtres, reorganizó el sistema de acuñación vigente hasta entonces, fijando el número de cecas, etc. (pueden ver la noticia que dimos en su momento en el siguiente enlace: http://www.panoramanumismatico.com/noticias/la_sembradora_se_renueva_id01659.html )
Ahora le toca el turno al conocido como “franco a caballo”, el primer franco de Francia, que se comenzó a acuñar con Juan el Bueno (1350-1364) y Carlos V (1364-1380) y continuó hasta el siglo XV. El reverso de la nueva moneda presenta un motivo de cuatro lóbulos en el que se enmarcan distintas escenas. En el centro se representa el ejército francés alrededor del rey Juan II en la batalla de Poitiers (1356), junto con el valor facial de la pieza. Acompaña la leyenda alusiva BATAILLE DE POITIERS 1356. Esta decisiva batalla, que se enmarca en la Guerra de los Cien Años, supuso la derrota francesa frente a los ingleses y el apresamiento del rey, que fue trasladado a Londres, donde falleció.
En los lóbulos superior y derecho se han reproducido las dos caras de un franco a caballo. En el anverso se ve la figura de Juan II el Bueno galopando a izquierda, blandiendo su espada, con yelmo y corona rematada en la flor de lis. La leyenda alrededor reza: JOHANNES DEI GRATIA FRANCORUM REX.
En el lóbulo derecho tenemos el reverso, en el que se muestra una cruz rematada en motivos vegetales en orla cuadrilobulada. La leyenda de esta cara es XPC VINCIT XPC REGNAT XPC IMPERAT, lema que permanecerá en las acuñaciones reales de oro francesas hasta la Revolución.
El anverso es mucho más sencillo, con la conocida sembradora de Toty en un marco más contemporáneo, rodeada de las estrellas de la Unión Europea, y con la bandera francesa como fondo, representada mediante líneas (trazos horizontales para el azul, liso para el blanco y verticales para el rojo).
En cuanto a los valores de esta nueva serie, tenemos, por orden de menor a mayor, las piezas de 10 euros de facial, acuñadas en oro de 999 milésimas y en plata de 900 milésimas. En el primero de los casos, hablamos de una emisión de 5.000 ejemplares, con un peso de 3,11 gramos y 15 milímetros de diámetro. El mismo número máximo de piezas se acuñará en plata, aunque el peso asciende a 22,2 gramos, con un módulo de 37 milímetros.
A continuación tenemos la moneda de 50 euros de facial, que estará acuñada en oro de 920 milésimas, con un volumen máximo de 1.000 ejemplares, cada uno de los cuales tendrá un peso de 8,45 gramos, el equivalente a un cuarto de onza, y un módulo de 22 milímetros.
La moneda de mayor valor es la de 100 euros, fabricada con media onza de oro de 920 milésimas, lo que se traduce en un peso de 17 gramos y un diámetro de 31 milímetros. De esta denominación se acuñarán únicamente 500 piezas. Toda la serie se presenta en calidad “belle épreuve”.
Información e imágenes: Monnaie de Paris.
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