En la mejor tradición monetaria del imperio británico, la ceca australiana presenta estas piezas de diseño clásico en oro de 22 quilates en edición muy limitada.
La fabricación de moneda de oro en los antiguos territorios coloniales de Australia se remonta a 1855 cuando comenzó a funcionar la ceca de Sidney, avalada por el descubrimiento algunos años antes de este metal precioso. El taller fabricó entonces el denominado Tipo I de soberano, con un diseño único de tipo colonial que continuó ininterrumpidamente a lo largo de 76 años. Posteriormente se abrieron cecas también en Melbourne y Perth.
A partir de 1871 se incorporan las marcas de cecas S (Sidney), Melbourne (M) y P (Perth) a los diseños imperiales, confeccionando una completa serie de soberanos procedentes de Australia.
La moneda que se presenta ahora y que estará a disposición del público a partir del 7 de mayo, presenta en su anverso el preceptivo retrato de la reina Isabel II, y en el reverso una adaptación moderna del diseño conocido como Tipo I. En él se combinan la corona de San Eduardo, la usada por los soberanos británicos para su coronación, con una corona de laurel rodeando la leyenda AUSTRALIA. Por encima, la leyenda de la ceca de Perth y por debajo la palabra soberano.
Cada una de las monedas, con un valor facial de 25 dólares australianos, está acuñada en metal precioso de 91,67% de pureza, o 22 quilates, lo que supone un contenido en oro de 0,2354 onzas. El peso es de 7,98 gramos y el módulo de 22,60 milímetros.
El volumen de emisión está reducido a 1750 unidades todas ellas en calidad proof.