El aniversario de la emperatriz, nacida el 13 de mayo de 1717 y considerada la mujer más poderosa de su época, es celebrado con varias emisiones conmemorativas en Austria o la República Checa.
María Teresa de Austria es sin duda la mujer más importante de la historia austriaca y la única emperatriz que reinó en el imperio de los Habsburgo. Hija del emperador Carlos VI -quien como archiduque había disputado el trono de España a Felipe V- heredó la corona de su padre ante la ausencia de sucesores varones, no sin numerosas dificultades de todo tipo. Su reinado se enmarca dentro del despotismo ilustrado, con la realización de grandes reformas especialmente financieras y educativas. Pero su influencia se extendió por todo el continente, en buena parte por la política matrimonial que llevó a cabo con sus hijos -tuvo nada menos que dieciséis, de los que diez llegaron hasta la edad adulta, entre ellos la tristemente famosa María Antonieta, reina de Francia- por lo que se la conocía como “la suegra de Europa”.
Su nacimiento en Viena hace trescientos años, el 13 de mayo de 1717, no podía pasar desapercibido en los programas de emisiones conmemorativas europeas. Vamos a fijarnos primero en la colección lanzada por la ceca austriaca, que constará de cuatro monedas diferentes en plata, con 20 euros de valor facial y acabado proof. La colección está basada en las cuatro virtudes cardinales: valentía, justicia, prudencia y clemencia. En el anverso aparecen distintos retratos de María Teresa que la muestran como una mujer joven, como esposa, viuda o madre, mientras que en el reverso aparecen las personificaciones de las virtudes. Todos los motivos están tomados de medallas de su época y tratados con un acabado en relieve que le da un aspecto antiguo.
La primera de estas monedas en hacer su aparición se ha denominado “Valentía y determinación” y está dedicada a la emperatriz joven. El anverso reproduce el de una medalla de 1741 realizada por el grabador Matthäus Donner (1704-1756).
En el reverso vemos a la emperatriz representada como Minerva, portando lanza y un escudo con sus armas, delante de un trofeo militar y una escena bélica con campamentos y tropas como fondo. Tanto la figura de Minerva como la escena de fondo están tomados de una medalla grabada en Núremberg en 1743 por el alemán Adam Rudolf Werner, mientras que el trofeo militar con cañones procede de otra medalla de 1773 del austriaco Anton Franz Widemann (1724-1792).
Curiosamente, la medalla original de la que se ha tomado este último elemento fue acuñada en homenaje al príncipe José Wenceslao de Lichtenstein tras su fallecimiento, por lo que el significado original poco tiene que ver con el que se le ha dado ahora.
Las imágenes de las medallas originales están tomadas del libro Schau- und Denkmünzen, welche unter der glorwürdigen Regierung der Kaiserin Königin Maria Theresia gëpraget worden sind. Médailles frappées sous le regne glorieux de l’impératrice Marie Thérese, Wien, de 1782, que recoge las acuñadas durante el reinado de María Teresa. A pesar de la mezcla de elementos, hay que reconocer que el diseño, obra de los artistas Helmut Andexlinger y Herbert Wähner, ha quedado muy logrado.
Estas monedas están acuñadas en plata de 925 milésimas, con un peso de 22,42 gramos y 34 milímetros de diámetro. El volumen de acuñación previsto es de 30.000 unidades, todas ellas en calidad proof.
Otro de los países que se han sumado a la celebración del tricentenario de la emperatriz ha sido la República Checa, que ya en el mes de abril puso a la venta una emisión conmemorativa en plata dedicada a este aniversario.
Se trata de una moneda de 200 coronas checas de facial, acuñada en plata de 925 milésimas, con un peso de 13 gramos y un módulo de 31 milímetros.
En el anverso lleva la parte superior del escudo imperial, con el águila bicéfala con la corona del Imperio y debajo, en un escudo, las palabras en checo “ShKOLSTVÍ” (Educación), “DAN?“ (impuestos), “MíNA” (moneda), ”ROBOTNÍ PATENT” (patente de robot), “STÁTNÍ SPRÁVA” (administración estatal) and “MÍRY A VÁHY” (pesos y medida). Todas ellas aluden a las principales reformas que llevó a cabo María Teresa durante su reinado.
La otra cara de la moneda nos muestra un retrato de la emperatriz, junto con su nombre y las fechas de su vida. Esta pieza se presentaba en calidades proof y normal, ambas en emisión limitada, que se agotaron a los pocos días de su puesta a la venta.
La ceca checa ha acuñado también con este mismo motivo una medalla en oro de la máxima pureza con media onza de peso, en emisión muy limitada -–tan solo 99 ejemplares- todos ellos en calidad proof. El retrato de María Teresa, de más de medio cuerpo y en traje de corte con las joyas de la corona, ocupa la cara de esta medalla, mientras que el reverso ostenta el escudo de la soberana con su nombre completo MARIA THERESIA WALBURGA AMALIA CHRISTIANA. El diseño es obra del retratista Martin Dashek.
Las reformas llevadas a cabo por la emperatriz son también las protagonistas de otra serie de monedas acuñadas también por la ceca checa para la isla de Niue, con un peso de un cuarto de onza en oro de la máxima pureza y un facial de 10 dólares de Nueva Zelanda.
Imágenes e información: cecas de Austria y la República Checa.