La Royal Mint y la isla de Alderney emiten una nueva moneda conmemorativa para recordar el tercer centenario de la llegada al trono del primer monarca de la dinastía Hannover. Con facial de cinco libras, se acuñará en oro, plata y metal base.
La coronación del rey Jorge I en octubre de 1714 se produjo de una forma discreta, y parece que la emisión conmemorativa que se le ha dedicado continúa la misma línea, ya que la acuñación oficial británica optó por recordar la muerte de su antecesora en el trono, la reina Ana, y esta otra se ha dejado a la autoridad de la isla de Alderney.
En cualquier caso, la efeméride recordada no es un hecho menor en la historia británica, ya que supuso la llegada al trono de Gran Bretaña de la dinastía Hannover, tras una serie de diversas circunstancias. A pesar de que la reina Ana tuvo nada menos que diecinueve hijos, ninguno de ellos alcanzó la edad adulta y la sobrevivió, por lo que falleció sin herederos directos. Su pariente de sangre más cercano era el católico Jaime Estuardo, hijo del depuesto Jaime II, pero el Acta de Establecimiento aprobada por el parlamento inglés en 1701 impedía reinar a los católicos. De este modo, el trono pasaba a manos de Sofía de Wittelsbach, electora de Hannover. Sin embargo, esta fallecería unos meses antes que la propia Ana, de modo que la corona fue heredada por su hijo Jorge.
Coronado como Jorge I en la abadía de Westminster el 20 de octubre de 1714, el primer monarca de la dinastía Hannover no fue muy bien acogido por sus súbditos, entre otras cosas porque apenas hablaba inglés. De hecho, la ceremonia de su coronación hubo de realizarse en latín, ya que además pocos de sus ministros hablaban alemán.
Desde el punto de vista monetario y numismático, fue un reinado importante que estuvo marcado por la presencia de Sir Isaac Newton como responsable de la ceca real, quien, con su preocupación por la precisión métrica hizo de las acuñaciones de Jorge I las monedas mejor hechas del mundo en su época. Gracias a él también se fijo definitivamente el valor de la guinea en 21 chelines, y se creó una nueva moneda de oro, el cuarto de guinea.
El diseño de la moneda conmemorativa que hoy les presentamos ofrece en el reverso el retrato del soberano Jorge I y algunas alusiones a sus reformas monetarias, en concreto al cuarto de guinea, que ha inspirado la leyenda que acompaña al tipo y el escudo de armas que aparece en la izquierda del campo.
También está inspirada en los retratos de la época la efigie del rey, con la característica peluca barroca en la que aparece en todas sus representaciones oficiales.
Por lo que respecta al anverso de esta nueva pieza, encontramos la imagen de la reina Isabel II, junto con el valor facial, el año de acuñación y la referencia a Alderney.
Aunque todas las monedas de la emisión tienen un valor de cinco libras, se han acuñado en diferentes metales. La pieza de oro está fabricada con una aleación de metal precioso de 916,7 milésimas, tiene un peso de 39,94 gramos y un módulo de 38,61 milímetros y su emisión estará limitada a 100 unidades en calidad proof.
Hasta 1714 ejemplares se acuñarán en plata de 925 milésimas, cada uno de ellos con un peso de 28,28 gramos y un diámetro de 38,61 milímetros, también en calidad proof. Las piezas en cupro-níquel comparten métrica con las de plata, si bien se presentan en calidad sin circular y no se ha fijado volumen máximo de emisión.
Fotos: Royal Mint.