Venezuela comienza el año con la desaparición del antiguo bolívar a favor del llamado “bolívar fuerte”. Desde el 1 de enero ya sólo circula la nueva moneda que se deshace de su apelativo para volver a ser únicamente bolívar.
Con la llegada del nuevo año, termina en Venezuela el periodo de circulación conjunta de los dos sistemas monetarios: el bolívar y el bolívar “fuerte”. Esta etapa transitoria ha durado nada menos que desde enero de 2008 cuando se sacaron los bolívares fuertes. Durante este cuatrienio los venezolanos han tenido que adaptarse a la nueva moneda, que suponía dividir entre mil el valor de la anterior, esto es, 1000 bolívares se cambiaban por 1 bolívar fuerte, 5000 bolívares por 5 bolívares fuertes, y así sucesivamente.A partir del 1 de enero de 2012 únicamente serán de curso legal siete monedas, con valores de 1, 5, 10, 125, 25 y 50 céntimos de bolívar y la de 1 bolívar, junto con seis billetes, correspondientes a 2, 5, 10, 20, 50 y 100 bolívares, que forman el sistema puesto en circulación el 1 de enero de 2008. Dejan de tener poder liberatorio los billetes de 1.000, 2.000, 5.000, 10.000, 20.000 y 50.000 bolívares, así como las monedas de 1, 2, 5, 10, 20, 50, 100, 500 y 1.000 bolívares emitidos con anterioridad. El antiguo circulante podrá seguir siendo canjeado por el nuevo en las entidades bancarias y en el Banco Central de Venezuela.Con la reconversión, deja de tener vigencia la denominación utilizada para denominar la nueva moneda, bolívares fuertes (Bs F), que pierde su apelativo y a partir de ahora será únicamente bolívar (Bs). El objetivo de esta reforma monetaria era reforzar la economía del país, luchar contra la inflación y estabilizar los precios de bienes y servicios, unos objetivos que no parecen haberse cumplido y hay quien ha llegado a hablar de la nueva moneda como un “bolívar débil”. A esto se unía la confusión que suponía en el uso cotidiano la utilización conjunta de dos sistemas monetales y los problemas con el redondeo que conlleva la reconversión.
Autor/a: Redacción