El pasado martes día 22 tuvo lugar en la sede de la casa Soler & Llach la primera subasta de este año de las firmas numismáticas barcelonesas. Salieron a la puja en sala más de 1000 lotes de monedas y medallas españolas y extranjeras, abarcando desde época antigua hasta nuestros días, con el éxito que auguraban las interesantes piezas ofertadas en el catálogo.
La subasta se inició con los lotes de moneda antigua, entre los que destacaban dos octodracmas (lotes nº 47 y 78), la primera de ellas de Arsinoe II (lote nº 47, pieza similar a la que apareció en la última subasta de Cayón del 21 de enero), que alcanzó los 5800 euros, y la otra de Berenice II de Éfeso que, desde un precio de salida de 3800 se quedó en 4050 euros.Del conjunto de moneda hispánica destacó por su cantidad y variedad la “Colección Malaka”, formada por más de 150 piezas de esta ceca hispano-púnica, de la que se vendió más de un cincuenta por ciento. Otras piezas hispánicas que salieron bien en la puja fueron la hemidracma de Ebusus (nº 220), que desde los 400 de salida alcanzó los 575 finales y un óbolo de Arse (Sagunto), que subió de 500 a 700.Otro conjunto interesante era a priori el lote de Aes grave de la antigua colección Villoldo, que tuvo una buena venta, en consonancia con la rareza y calidad de los ejemplares. Tampoco defraudaron los denarios republicanos, que, aunque no eran de las piezas más caras, se vendieron en su gran mayoría y en algún caso, subieron bastante desde el precio de inicio, como el nº 276, que desde 60 euros de partida llegó a 290.Entre las monedas imperiales, habíamos destacado sobre el catálogo un par de áureos de Tiberio de la ceca de Lugdunum (lotes 299 y 300), que partían de 1400 y 1700 euros, respectivamente, con resultado dispar en la puja, pues el primero subió a 2400 y el segundo se quedó con el precio de salida; lo mismo sucedió con el áureo de Domiciano (nº 321). En cambio subieron algo su cotización el áureo de Galba (lote nº 310) desde 1900 a 2195 euros, el de Vespasiano (lote nº 314) de 6000 a 6300; y el de Maximino II (lote nº 345) de 2500 a 2750. Otra de las piezas romanas que llegó a un precio más alto fue el áureo de Trajano Decio (lote nº 345), que alcanzó los 6000 euros. Un ejemplar que en la puja superó el triple de su valoración inicial fue el denario nº 309, emitido en Tarraco durante las Guerras Civiles del 68, y que subió desde los 600 hasta los 2000 euros. Los capítulos dedicados a moneda bizantina (nº 353-366) y de moneda visigoda (nº 364-370) presentaban piezas comunes, aunque en muy buenos o excelentes estados de conservación. En ambos casos se realizó una buena puja, ya que se vendieron la gran mayoría de los lotes -todos en el caso de las emisiones visigodas- con un porcentaje interesante de alza sobre el precio de salida.Más desigual fue el resultado de la venta de la moneda medieval cristiana donde algunos de los ejemplares más raros y, por tanto, con una valoración inicial más alta, quedaron sin vender o no subieron en la puja.Entrando ya en la sección de amonedaciones de la “Monarquía española”, encontramos que los dos ejemplares de dobles excelentes de los Reyes Católicos (lotes nº 397 y 398), con precios respectivos de salida de 2800 y 1200 euros, subieron hasta los 3000 y los 1550 euros. Sin embargo, el excelente de Toledo (lote nº 399), de la antigua colección Carles Tolrà, no se vendió en los 3000 euros en que se ofertaba.Sin duda una de las piezas estrellas de la subasta prometía ser el cincuentín del año 1635 (lote nº 428), que salía a la puja en 9500 euros y ese fue el resultado final. Mejor precio obtuvo la pieza de ocho reales de la ceca de Valladolid de 1651 (lote nº 427) que subió desde los 4500 hasta los 5200 euros. Tampoco se despegaron del precio inicial dos de las onzas más caras de la subasta (lotes nº 432 y 433), ambas de Felipe IV, valorada la primera en 12500 euros –el lote que partía con precio más alto- y la segunda en 5500. Las onzas de Felipe V (lotes nº 473 y 475) de las cecas de Méjico y Sevilla, subieron hasta los 3650 y los 4100 euros desde 3500 y 3800 de partida. También se vendieron bien las onzas de Fernando VI de las cecas de Lima y de Santiago (lotes 494 y 495), valorada la primera en 2250 y la segunda en 3700 euros y llegaron a 2500 y 2950 euros; y lo mismo sucedió con las piezas tanto de oro como de plata de Carlos III y Carlos IV.El capítulo de emisiones efectuadas durante la ocupación napoleónica en Barcelona tuvo muy buena aceptación en la sala y se vendieron prácticamente todos los lotes. Lo mismo sucedió con la representación de moneda de Fernando VII, especialmente con las onzas, y con las series monetales de Alfonso XII y Alfonso XIII.En la sección denominada “Estado español”, habíamos destacado una pieza de peseta de 1946 (lote 934) que presenta en su anverso la conocida cabeza de Franco grabada por Mariano Benlliure, cuyo precio de salida era de 2000 euros y que alcanzó en la puja los 3500.
Para finalizar, entre las sorpresas, una pieza peruana de ocho reales de la ceca de Lima (lote nº 999) que partía de 250 euros, alcanzó en la puja los 2100.
Autor/a: Redacción