Comenzando con el catálogo dedicado a la moneda antigua de “alta calidad”, se ha celebrado la pasada semana la última subasta de la firma muniquesa, en la que también encontrábamos moneda medieval y moderna europea.
Fueron más de 6000 lotes los que se remataron la pasada semana en Munich en la subasta organizada por la firma Gorny & Mosch con la colaboración de Pro Aurum Numismatik, estructurados en tres catálogos: moneda antigua de “alta calidad”, moneda antigua general y moneda medieval y moderna. En nuestro comentario previo habíamos prestado una mayor atención al primero de ellos, si bien en cualquiera de los tres podían encontrarse ejemplares de gran calidad. En general, puede decirse que el porcentaje de ventas fue bueno, si bien las adjudicaciones no alcanzaron en muchos de los casos las estimaciones calculadas. Pero pasemos a ver algunos de los remates más destacables. Para empezar nos habíamos fijado en una rara pieza emporitana, un trihemióbolo (lote nº 18), que presenta dos esfinges sentadas contrapuestas en el anverso y en el reverso un cuadrado incuso, que partía con una estimación de 1800 euros y se ha adjudicado en 2400. Destacaba por su variedad el conjunto de emisiones de Sicilia y Magna Grecia, que ha tenido muy buena acogida en la subasta, como ilustra la tetradracma nº 75, acuñada en Morgantina, que con una estimación de 16000 euros, se ha rematado en 30000. Las piezas siracusanas firmadas por los grandes grabadores como Evainetos, Eumenos o Euclidas, han tenido un resultado un tanto desigual, pues algunas de las más importantes no han alcanzado el cálculo de precio estimado (lotes nº 91, 97, 98), aunque otras lo han superado holgadamente, como la nº 90, que se vendió en 30000 euros, cuando salía con una estimación de 20000, o la nº 95 que, desde los 15000 calculados, se alzó hasta los 28000. Llama la atención la subida experimentada por una tetradracma de Pérgamo con la efigie de Seleuco I (lote nº 356), que se remató en 36000 euros, si bien su estimación sólo alcanzaba los 15000. Por el contrario, no alcanzaron los cálculos previstos las octodracmas ptolemaicas (lotes nº 574 o 579), alguna de las cuales, incluso no se vendió (lote nº 580). También estuvieron ajustadas las estimaciones de las piezas romano-republicanas, donde vemos que los áureos de mayor valor, el acuñado por César y L. Munatius (lote nº 645) y el de C. Vibius Varus (lote nº 649), se quedaron el primero en los 6000 euros de su estimación y el segundo en mil más de los 10000 calculados. Mucho mejor resultado obtuvo el precioso sestercio de Nerón que mostraba en su reverso la vista del puerto de Ostia (lote nº 670), valorado en 16000 euros y que finalmente se vendió en 20000. Entre las piezas áureas que alcanzaron una mayor adjudicación, destacan el áureo de Diocleciano (lote nº 737), rematado en 14000 euros frente a los 7500 de estimación, y el sólido de Crispo César (lote nº 748) que partiendo de esa misma estimación, se adjudicó en 17000. El capítulo de moneda bizantina que ofrecía 120 lotes con piezas de una rareza y calidad excepcionales, no obtuvo el éxito esperado, con varios lotes sin vender, como el sólido de Justiniano (nº 782), y la gran mayoría de ellos con remates por debajo de la estimación inicial. En la última parte de la subasta, la dedicada a moneda medieval europea y alemana, moneda alemana moderna, medallas y moneda extranjera, se vieron algunas subidas más que notables, como las de los augustales acuñados por Federico II en Sicilia en el tránsito de los siglos XII al XIII (lotes 5235, 5236), que se remataron en 16000 y 22000 euros, cuando tenían una estimación previa de 5500 y 7500 euros, respectivamente. En cambio, el impresionante real de oro del mismo monarca (lote 5244), cuya estimación subía hasta los 50000 euros, se quedó en 40000. El capítulo de moneda rusa tuvo bastante buena acogida, como era de esperar, con adjudicaciones reseñables, como los 32000 euros que se pagaron por una pieza de 10 rublos de oro a nombre de la emperatriz Isabel, del año 1756 (lote nº 7043), si bien otros lotes se quedaron ligeramente por debajo de los cálculos. Por último, podemos comentar que el pequeño conjunto de moneda española que salía a subasta (lotes 5419-5427), compuesto por moneda moderna y piezas bastante comunes, se vendió en su totalidad.
Autor/a: Redacción