El pasado miércoles 28 de mayo tuvo lugar en Madrid la subasta de José A. Herrero, un animado remate en sala del que repasamos las mejores adjudicaciones.
Los salones del Hotel Convención albergaron una vez más el remate del nuevo catálogo de José A. Herrero. La veterana firma madrileña había preparado para la ocasión un total de 942 lotes que iban desde moneda antigua a extranjera, medallas, billetes y lotes de conjunto, con una importante sección de moneda española.
Entre las adjudicaciones más destacadas tenemos este as de Arsa (lote nº 8), muy raro y con la leyenda totalmente legible, cuyo precio de salida era de 1.250 euros y se adjudicó en 1.600.
También dentro del capítulo de emisiones hispánicas, otra pieza que superó los 1.000 euros de remate fue este rarísimo cuadrante con leyenda iltirta (lote nº 53), que alcanzó 1.100 euros.
Otro apartado que siempre cuenta con muy buena acogida entre los coleccionistas es el de denarios republicanos, de los que este catálogo sacaba a subasta casi doscientos. La sorpresa de esta parte fueron las continuas subidas de cartón por este denario de Q. Pomponio Musa (lote nº 238), con la imagen de la musa Erato en su reverso, que hicieron subir su precio desde 600 euros de inicio a 3.100 de remate.
Aunque por encima de toda la moneda antigua quedó el magnífico sestercio de Adriano (lote nº 335), con el que el 121 d.C., el emperador quiso recordar el aniversario de la fundación de Roma. Con un precio de salida de 10.000 euros, finalmente fue adjudicado en 11.500.
Cerramos Roma con una pieza de oro, estas nueve silicuas de Constante I (lote nº 359) pieza acuñada en el taller de Aquileia, de enorme rareza, que pasó de una puja mínima de 1.500 euros a 4.000 de remate.
En cuanto a la moneda medieval, buena acogida para las piezas de oro, aunque con subidas moderadas, como los 2.400 euros de martillo de este enrique de Sevilla (lote nº 411), frente a sus 2.000 de salida.
Ya en el capítulo de monarquía española, nos topamos con estos ocho reales de Lima (lote nº 506), acuñados para Felipe II, que tras una animada puja, pasaron de 800 euros en catálogo a 2.000 de remate.
Otro Felipe, pero ya el V, primero de los Borbones, es el responsable de la acuñación de esta bella y rarísima onza de Madrid, del año 1725, que salió a subasta como lote nº 565, y fue adjudicada en 5.000 euros.
Hay que decir que las piezas de oro españolas recibieron una buena acogida por parte de los pujadores presentes en la sala, si bien no se vieron alzas demasiado llamativas. Un ejemplo puede ser estos cuatro escudos de Popayán (lote nº 609), acuñados en 1762, que pasaron de 950 euros de salida a 1550 de remate.
Otra de las grandes piezas de la oferta eran estos 320 reales de Madrid (lote nº 724), batidos para José I Bonaparte en 1810, en excelente estado de conservación, cuyo precio de inicio era de 8.500 euros y consiguieron subir hasta 9.500 de martillo.
El resto de lotes que componían la oferta monetaria del siglo XIX español se mantuvo con buen porcentaje de ventas pero poca subida, sin embargo, volvieron a verse algunas alzas notables en el capítulo de moneda extranjera. Porcentualmente hay que destacar el precio obtenido por este ejemplar de 15 rupias (lote nº 844) destinadas a la circulación en el África Oriental Alemana, con fecha 1916, que pasó de 600 euros de catálogo a 2.500 de adjudicación.
Aunque el precio más alto de esta sección lo obtuvieron los ocho escudos acuñados en Quito (lote nº 863) que, desde un precio de salida de 3.500 euros, fueron rematados en 5.900.