Celebrada la subasta de José A. Herrero

Celebrada la subasta de José A. Herrero

Celebrada la subasta de José A. Herrero 500 251 admin

La moneda del imperio español y los áureos coparon los mejores resultados de este remate que tuvo lugar el pasado jueves 24 en Madrid. Buenas ventas y algunas subidas destacables caracterizaron la puja en sala.

Avanzamos por el nutrido calendario de subastas de AENP de estos meses de mayo y junio con el remate en sala de la veterana firma madrileña José Antonio Herrero, que se celebró el pasado jueves 24 de mayo en los salones del Hotel Convención. La variedad de la oferta era grande y, en general, el porcentaje de ventas se mantuvo estable en todos los grandes apartados, superando el 60%. Sin ser un remate que deparara grandes sorpresas, se vivieron algunas pujas interesantes que dieron lugar a subidas dignas de comentario.

Comenzó fuerte la subasta cuando la estátera áurea de Alejandro Magno que salía con el nº 2 y 1000 euros de precio en catálogo, se remató por el doble, aunque, como cabía esperar, el interés del público se despertó más con la moneda hispánica. Así, el raro denario de Bolskan con una posible variante epigráfica inédita (lote nº 30) a la puja a partir de 400 euros, fue rematado en unos muy estimables 1300 y el de Turiasu (lote nº 98), subió desde los 600 en catálogo hasta 950.

En cuanto a la moneda romana, aunque algunos denarios republicanos duplicaron su precio en la puja, fueron los áureos imperiales los que se llevaron los remates más altos. Por ejemplo, el acuñado a nombre de Sabina (lote nº 168), con el retrato de la emperatriz y la diosa Vesta entronizada, que salía a subasta por 5000 euros, fue adjudicado en 6500; el acuñado por Marco Aurelio (lote nº 174) con un espectacular busto en anverso y en reverso la personificación de Clementia, subió desde los 2500 de inicio a 3800.

Algo posteriores en el tiempo, el áureo de Gordiano III (lote nº 184), que salía a subasta a por 4500 euros, se remató en 6500 y o los dos de Aureliano (lotes 193 y 194), cada uno de los cuales tenía un precio inicial de 5000 euros, aumentaron su precio un 10% y se adjudicaron en 5500. Este también fue el precio de remate alcanzado por el rarísimo sólido de Aelia Pulqueria (lote nº 204) cuyo precio de inicio en la puja era de 4500 euros.

Sorprendentemente, los capítulos de emisiones visigodas y andalusíes no contaron con el favor de los coleccionistas, a pesar de ofrecer algunas piezas francamente interesantes, que se quedaron sin adjudicar, pero la animación volvió con la moneda medieval cristiana, que últimamente no defrauda. La primera subida digna de mención fue la de un dinero de Alfonso I de Aragón de acuñación castellana (lote nº 224) cuyo precio en catálogo era de 900 euros y que tras la puja se remató en 1400.

Otra de las piezas notables de este capítulo era un dinero de Alfonso VII (lote nº 228), acuñado posiblemente en Oviedo, cuyo precio de salida era de 1800 euros y que, finalmente, se remató por más del doble: 3700 euros.

El capítulo de monarquía española se iniciaba con las emisiones de los Reyes Católicos y entre ellas se encontraba una de las joyas de la subasta: la pieza de cuatro excelentes de la ceca de Segovia (lote nº 258), con un precio de salida de 16000 euros que, lamentablemente, no se vendió. Poco después, sin embargo, se vivió otra interesante puja por la adjudicación de una pieza muy escasa, el escudo acuñado por Carlos V con motivo de la expedición a Túnez (lote nº 264), cuyo precio en catálogo era de 750 euros y que alcanzó finalmente los 1600 de remate.

Entre los lotes que partían con mayores precios se encontraban los llamados corazones de Potosí, que obtuvieron desiguales resultados. La pieza de ocho reales que salía con el nº 345, se adjudicó en los 17000 euros de salida; algo más subió el lote nº 331, con el corazón “recortado” sobre dos reales, que pasó de 1500 a 1750 euros y se quedaron sin adjudicar otros ejemplares como el nº 348 o el 389.

Por lo que respecta a las piezas en oro, se vieron algunas subidas importantes, como la de los cuatro escudo de Lima de 1745 (lote nº 381), rematados en 3700 euros frente a los 2400 de salida; los 3800 de remate de la onza sevillana nº 387 del año 1712 y, sobre todo, la adjudicación en 14500 euros de la pieza de ocho escudos de Madrid de 1730 (lote nº 383).

El brevísimo reinado de Luis I nos deparó una de las grandes pujas de la jornada, hasta que se dirimió la adjudicación de un redondo acuñado en Potosí en 1725 (lote nº 415), cuyo precio fue subiendo desde los 1500 de catálogo hasta los 7000 de remate.

El resto de la subasta transcurrió sin excesivos sobresaltos, con un porcentaje razonable de ventas y subidas moderadas, entre las que cabría destacar la vista en la pieza de 1 peseta de 1876 (lote nº 687), adjudicada en 1400 euros frente los 1000 de salida; los 1500 euros que alcanzó la peseta de 1905 de Alfonso XIII (lote nº 702), o los 1450 euros en que se remató la pieza de 5 pesetas de la Unión Catalanista fechada en 1900 (lote nº 718).

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