Celebrada la subasta de Martí Hervera & Soler y Llach

Celebrada la subasta de Martí Hervera & Soler y Llach

Celebrada la subasta de Martí Hervera & Soler y Llach 500 249 admin

Este pasado martes ha tenido lugar el remate del último catálogo de las firmas barcelonesas que se iniciaba con la colección Tvrrinvs de moneda imperial romana, con una buena acogida por parte de los coleccionistas. También buenos resultados en los capítulos de moneda española contemporánea y extranjera, especialmente portuguesa.

En dos largas sesiones se han adjudicado este pasado martes los más de 1800 lotes que componían la última oferta de las firmas barcelonesas Marti Hervera y Soler y Llach. El plato fuerte de este remate era a priori la colección Tvrrinvs de moneda imperial romana, formada por 469 lotes principalmente de acuñaciones en bronce, aunque contaba también con monedas de oro y plata. Este capítulo tuvo una buena acogida en general por parte de los coleccionistas, si bien algunas de las piezas de más alto precio de salida no se adjudicaron, como sucedió con el sestercio de Agripina la menor (lote nº 38). La plata y el oro fueron lo más demandado, con remates como el del denario con las imágenes de Calígula y Augusto divinizado (lote nº 31), adjudicado en 1700 euros. La gran sorpresa saltó con uno de los últimos lotes, un sólido de Valentiniano III englobado entre las emisiones del Bajo Imperio (lote 464) pero que podría ser una moneda sueva. Su precio subió desde los 240 euros iniciales a los 2900 de adjudicación.

Con el inicio de la subasta general volvimos atrás en el tiempo para retomar otras secciones de moneda antigua, como la serie griega, en la que destacaba la tetradracma de Akragas (lote nº 473) que se adjudicó en 1300 euros. Entre la moneda hispánica destacan los 900 euros que alcanzó la dracma con leyenda ibérica que salía con el número 516, a pesar de la marca de cizalla que cruza su reverso, procedente con casi total seguridad del tesoro de Valeria y atribuida por Guadán a una posible tribu de los tigirsenos.

De las piezas medievales obtuvo un buen remate la rara media dobla almohade, acuñada en la ceca de Ceuta (lote nº 593) que desde 1500 euros en catálogo alcanzó los 1800. Mayor fue la subida del pacífico de Raniero de Anjou (lote nº 624), rematado en 2000 euros frente a 1500 de salida.

La oferta comprendida en al amplio capítulo de monarquía hispánica siguió en la misma tónica de buen porcentaje de ventas, aunque sin grandes sorpresas ni subidas especialmente llamativas. Cabe señalar las alzas de un par de piezas de la ceca de Santiago, como la nº 841, una onza del año 1755, que salía a la puja por 1900 euros y se remató en 2420, o el duro de 1794 (lote 1033), que subió de 1000 a 1550 euros de adjudicación.

Otro de los apartados más interesantes fue el de la moneda contemporánea española, en consonancia con las buenas piezas ofertadas, comenzando con los ejemplares de Alfonso XIII, como las 100 pesetas de 1897 (lote nº 1433), adjudicado en 1700 euros. Las series de la II República vieron remates tan notables como los 2600 euros en que se adjudicó la serie de cinco monedas de Nules (lote nº 1461), o los 1900 en que se remató la prueba para una peseta de 1937 del Consejo de Santander, Palencia y Burgos, que salía a subasta con el nº 1466 por 1400 euros. Otra prueba no adoptada, en este caso ya de Franco, correspondiente a 25 céntimos de 1947 (lote nº 1475), con un precio en catálogo de 3000 euros, se adjudicó en 3600. Hasta los 3200 euros subió la serie de tres monedas de 1951 (lote 1493).

El apartado de moneda extranjera tuvo una excelente acogida, con un muy buen porcentaje de ventas, y con subidas muy notables, especialmente en el caso de las series portuguesas, tal y como había sucedido en la anterior subasta de estas mismas firmas. Como en aquella ocasión, varias de las piezas lusas vieron duplicar su precio de inicio, como los cruzados de Alfonso V y Juan II, que salían cada uno de ellos en 800 euros y fueron adjudicados entre 1400 y 1600 euros.

Algo más flojo estuvo el remate de la amplísima sección de notafilia, a pesar de su variedad y calidad. Sin embargo, el porcentaje de ventas de todo el remate superó el 60% del total de los lotes, con una proporción similar en los diferentes apartados.

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