Las onzas españolas, entre las piezas que tuvieron mayor éxito en la sección de moneda extranjera. Tampoco defraudaron los altos remates de algunas piezas chinas y rusas.
La firma estadounidense Ponterio & Associates, inc. ha celebrado una nueva subasta en la ciudad de Baltimore los pasados 17 y 18 de junio. Estructurada en tres diferentes sesiones –A, B y C- presentaba en esta ocasión diferentes monedas extranjeras en oro y plata, además de un completo catálogo dedicado a billetes. La subasta comenzaba con el capítulo de moneda antigua, bastante escaso esta vez, ya que se reducía a un centenar de lotes. Como comentamos en su momento, abrían la puja dos monedas hispanas: un bronce de la ceca celtibérica de Sekobirikes (lote nº 6001), que salía a la venta por 105 dólares, y una hemidracma de Gadir (lote nº 6002), por 240 dólares. La primera ha sido adjudicada por 324,50 dólares y la segunda por 531 dólares, ambas, pues, muy por encima de las estimaciones iniciales, aunque no se trate de piezas raras.
Del resto de moneda antigua nos habíamos fijado en una estátera de Alejandro (lote nº 6011), con salida en 1800, que se ha rematado en 4012 dólares, y también en una tetradracma ptolemaica (lote nº 6046), con inicio en 1200, que se adjudicó finalmente en 2655 dólares. Una subida considerable experimentó una estátera de Lisímaco de Tracia (lote nº 6019), que partía de 1500 dólares y se vendió en 7670.
Los pocos denarios ofertados tuvieron buena salida y algunas subidas considerables, especialmente los números 6059 y 6063, ambas emisiones a nombre de Julio César. También se vendieron bien las acuñaciones bizantinas. Pero donde probablemente se encontraban los lotes más interesantes para el coleccionista español era en el capítulo de monedas del mundo, donde podía toparse con numerosas piezas de ocho escudos acuñadas en las antiguas posesiones españolas, así como reales y múltiplos de también muy variada procedencia. Entre las emisiones de plata, efectivamente, se subastaron numerosas piezas mejicanas, como la de ocho reales de 1745 (lote 6171), con salida en 1560 dólares y vendida por 3835, o los lotes 6176 y 6177, ambos con estimaciones alrededor de los 900 dólares y adjudicados por más de 2000.
En las series de oro destacaron las onzas de cecas americanas, como las de Perú: la pieza 7063, por ejemplo, de 1712, que partía de 4800 dólares, se remató en 12980; la siguiente en la puja, de 1735, subió desde los 2700 iniciales hasta 7080; triplicó su precio inicial de 3000 dólares la nº 7065, que se vendió por 11210 y tampoco estuvo mal el alza de la pieza 7066, de 1750, desde 3300 hasta los 8260 dólares finales.
En el capítulo de moneda mejicana figuraban algunos de los lotes más caros del catálogo de esta sección, como la onza nº 6726, acuñada por Felipe V en 1715, cuyo precio de salida estaba en 4800 dólares y se ha vendido por 12980. Del mismo reinado, la pieza nº 6727, salía por 2700 y se remató en 5900 dólares.
Una vez más, las monedas rusas no defraudaron en lo que respecta a subidas y remates espectaculares. Ahí van un par de ejemplos: cinco rublos de Catalina II de 1782 (lote nº 7081), que se ofrecía a la puja desde 5400 dólares, se remató en 20650. Otra pieza de tres rublos de oro de 1884 (lote nº 7088), partía de 1080 dólares y fue vendida finalmente por 14160.
Tampoco se quedaron cortas las subidas que se vieron en las pujas por las emisiones chinas. Entre las que partían de un precio mayor, 3000 dólares, destacaban tres monedas chinas de dólar del primer tercio del siglo XX (nº 8153, 8154, 8173, 8176). Salvo la número 8173, que apenas subió con respecto a la primera puja y se adjudicó por 3835 dólares, las otras se remataron en 17700, 15340 y 20060 dólares respectivamente.
Autor/a: Redacción