Áureo & Calicó rematará el próximo 28 de abril los más de setecientos lotes de esta magnífica colección que reúne un gran número de rarezas y variantes en todos los metales de las acuñaciones de la soberana española.
A lo largo de más de sesenta años de dedicación Francesc Permanyer consiguió reunir una colección de monedas de Isabel II que aúna un completo recorrido por la historia de sus emisiones junto con una inusual recopilación de rarezas y variantes lo que la convierte en un conjunto difícilmente igualable.
El catálogo en el que Áureo & Calicó saca a la puja esta colección cuenta además con comentarios que ayudan a comprender mejor las emisiones y reformas monetarias de este largo y complejo periodo y que proceden de una publicación privada de la colección Permanyer realizada por A. Bellés, R. Montilla y J. Olivella en catalán y de la que se editaron muy pocos ejemplares.
Para que se hagan una idea de esta oferta les hemos preparado una pequeña selección de algunas de las piezas más interesantes y empezamos con una moneda considerada única. El 1852 un Real Decreto dispone la retirada de la abundante calderilla catalana, pero ante el gran número de piezas recogidas, la ceca de Barcelona opta por la reacuñación de los antiguos 3 y 6 cuartos en forma de 4 y 8 maravedíes. He aquí el único ejemplar conocido de 4 maravedíes de Barcelona con fecha 1853 y rastros de haber sido acuñado sobre una moneda de 3 cuartos. Sale a subasta como lote nº 28 en 900 euros de puja mínima.
Esta colección saca a la puja los dos valores de esta reforma, ya que también posee los 8 maravedíes de 1852 (lote nº 56), una acuñación a pequeña escala de la que sólo se conoce, a día de hoy otro ejemplar además de este. Tiene un precio de inicio de 1.500 euros.
Hablábamos antes de los cuartos que circulaban en Cataluña y he aquí un ejemplar de 6 cuartos (lote nº 234) que presenta un enorme error en la leyenda, ya que aparece escrito RETNA en lugar de REYNA. La moneda tiene fecha de 1836, el año en que la ceca de Barcelona reanuda su producción, y su precio de salida es de 1.800 euros.
No es el único raro error que queda consignado con las piezas de esta subastas, ya que también se documenta un RYENA en 8 maravedíes de Segovia de 1842 (lote nº 91: salida en 300 euros) o CURA, en lugar de CUAR en estos otros 6 cuartos de Barcelona, del año 1838 (lote nº 237: salida en 1.200 euros).
Pasamos a la plata de la mano de este bello y rarísimo ejemplar de 4 reales (lote nº 403) del año 1834, ceca Madrid, Departamento de Grabado, que se presenta a subasta en conservación sin circular y con una puja mínima de 4.000 euros.
El catálogo nos ofrece también un excelente surtido del mayor valor en plata que se acuñó con la reforma de 1848, los 20 reales. Las piezas salidas del taller de Barcelona con esta denominación son raras y entre ellas destacamos este ejemplar de 1850 (lote nº 510), rarísimo y en muy buen estado de conservación, que sale a subasta desde 4.000 euros.
Aún mucho más rara es la emisión a la que pertenece este otro ejemplar (lote nº 517), acuñada en Madrid en 1837 por el Departamento de Grabado, una serie de presentación de la que solo se conocen 10 ejemplares. El precio de inicio es de 8.000 euros.
Con un grado de rareza similar nos encontramos con estos otros 20 reales también de Madrid, pero marca CL (lote nº 524), de una serie de la que solo se conocen hoy en día 4 o 5 piezas. Si a esto le sumamos su muy buen estado de conservación, la puja mínima asciende a 6.000 euros.
Y terminamos con otro de los duros más raros de este reinado: el acuñado en Sevilla en 1850 con el segundo tipo de retrato que se usó ese año y sin siglas de ensayador. El ejemplar que vemos (lote nº 544), en muy buen estado de conservación, sale a subasta en 3.000 euros.
Terminamos las acuñaciones de plata con una moneda acuñada tras la reforma de 1864 en la que el escudo pasa a serla nueva unidad monetaria. Con valor de 2 escudos, el mayor acuñado en la plata, tenemos esta moneda (lote nº 557) batida en el taller de Madrid, rarísima y en muy buen estado de conservación, por la que se puede pujar a partir de 4.000 euros.
Tampoco escasean las rarezas entre las acuñaciones de oro. Un primer ejemplo puede ser este ejemplar de 40 reales acuñados en Barcelona en 1864 (lote nº 588), perteneciente a la última serie áurea batida en la ceca de la ciudad condal, que se presenta a la puja con brillo original y en excelente estado de conservación desde 3.000 euros.
La que vemos a continuación, una moneda de 80 reales acuñada en Barcelona en 1842 (lote nº 612) es calificada como una de las más raras de la numismática española del siglo XIX, lo que sumado a su muy buen estado de conservación explica que su precio de inicio en subasta ascienda a 3.000 euros.
Entre los doblones de 100 reales, o centenes, merece la pena detenerse en dos ejemplares salidos del taller de Madrid (lotes 665 y 666), de los años 1851 y 1852, ambos rarísimos y en estados de conservación muy bueno y excelente, que salen a subasta cada uno de ellos desde 3.000 euros.
Y terminamos con otra extraordinaria rareza, como es esta moneda de 10 escudos de la ceca de Sevilla (lote nº 695), con fecha 1866/5, último año en el que se acuñaron metales preciosos en la capital andaluza. De este valor apenas se conocen 10 ejemplares, y este que vemos tiene un precio en catálogo de 3.000 euros.
Con esta abundante y selecta oferta, los numerosos coleccionistas de moneda de Isabel II están de enhorabuena y seguro que la colección obtienen unos excelentes resultados acorde con su calidad. En cualquier caso, para quienes prefieran otras facetas numismáticas tendrán bastante para elegir en la Subasta General, que se celebrará el miércoles 27 y que les comentaremos desde estas mismas páginas en próximas ediciones.