Fuertes subidas, remates altísimos y un volumen total de adjudicaciones por encima de los 13 millones de euros, resumen los cinco días de subastas de la firma alemana en Osnabrück. Como estaba previsto, la joya del remate ha sido esta moneda de diez ducados de Albrecht von Wallenstein, que alcanzó los 180000 euros.
Del 7 al 11 de octubre Osnabrück ha albergado una vez más la subasta de otoño de Künker, en la que se sometían al veredicto del martillo más de siete mil cuatrocientos lotes de moneda antigua, medieval moderna, alemana, rusa, etc. etc. En su momento destacamos la importancia de las monedas de oro que se ofertaban y también el interesante conjunto de moneda española. Se esperaba que el volumen total de adjudicaciones se acercara a los diez millones de euros, pero las estimaciones se han quedado cortas puesto que se han obtenido 13,1 millones. Este espectacular volumen de ventas se ha conseguido en gran parte gracias a las grandes subidas de muchas piezas como las que les comentamos a continuación.
Por ejemplo, en la colección Dieter Grunow de tetradracmas helenísticas, destacaba ésta (lote nº 73) acuñada por Filetero de Pérgamo con el retrato de Seleuco I, que partía con una estimación de 20000 euros, y finalmente se adjudicó en casi el doble, 38000 euros.
Los mejores remates del amplio catálogo de moneda antigua se vieron con los áureos alto-imperiales. Así, este de Vitelio (lote nº 984), acuñado en el año 69 d.C., pasó en la puja de 15000 euros de estimación a 60000 de remate.
O este otro, acuñado por Adriano (lote nº 1060), con los retratos divinizados de Trajano y su esposa Plotina, que partía con un cálculo de adjudicación de 50000 euros y que alcanzó un precio de martillo de 95000.
Ni qué decir tiene que las monedas de los diferentes territorios alemanas fueron las que obtuvieron unos mejores resultados en la puja. Por ejemplo, las piezas de la colección Karl Walter Bach de monedas de Ratisbona (Regensburg), se adjudicaron un 75% por encima de su estimación.
Algunas de las grandes piezas de oro de la oferta superaron los cien mil euros de remate. Además de los diez ducados acuñados por Albrecht von Wallenstein(lote nº 6143) como duque de Friedland, en Jicin en 1631, que partían con un cálculo de remate de 150000 euros pero subieron hasta los 180000, hubo otras monedas que incrementaron enormemente su valor.
Los diez ducados de Fernando III, emperador del Sacro Imperio romano-Germánico, acuñados en Kremnitz en 1642 (lote nº 5655), alcanzaron los 130000 euros, al igual que los de su sucesor Leopoldo I (lote nº 5662), batidos en Praga en 1661.
En cuanto a la moneda española, hay que decir que las dos piezas de mayor valor -los cuatro escudos de Segovia de 1611 (lote nº 5447) y la onza de Madrid de 1750 (lote nº 5449)-, se adjudicaron en sus precios de salida, que eran de 20000 euros cada una.
Por encima de la puja mínima se remató la onza de Madrid de 1725 para Felipe V (lote nº 5448), que alcanzó los 9500 euros, y el mejor resultado de estas grandes piezas lo obtuvo el ejemplar de 320 reales acuñados en Madrid en 1822 para Fernando VII (lote nº 5450), que superó incluso su estimación al alcanzar los 11000 euros de martillo.
Hay que añadir además que todas las monedas que formaban este pequeño capítulo de moneda española fueron adjudicadas y, en el caso de las piezas con menor precio de inicio, por encima incluso de la estimación de adjudicación.