A lo largo de toda la subasta, celebrada el pasado jueves 5, se sucedieron las subidas, en muchos casos inesperadas. A esto se suma un buen porcentaje de ventas y adjudicaciones muy altas en todos los capítulos.
Coleccionistas de toda España se dieron cita el pasado jueves 5 de noviembre en la sede de la madrileña Jesús Vico para asistir al remate en sala. La parte fuerte del catálogo recaía en la moneda antigua, y en concreto en la hispánica, con una sucesión de piezas raras o de gran calidad que se vieron recompensadas por una muy buena acogida por parte del público. Las continuas y animadas pujas que se vivieron tanto en la sala como por internet o teléfono hicieron que muchos de los precios subieran muy por encima de lo esperado, dando lugar a adjudicaciones del todo inesperadas, y también a una larguísima subasta que se prolongó hasta bien entrada la noche.
Las pujas empezaron fuertes y como muestra los excelentes resultados obtenidos por los denarios de Arsaos, que partían de un precio medio de 250 euros y en algunos casos superaron los mil: el lote 40 se adjudicó en 1.350, el lote 44 en 1.500 y este que vemos, el nº 39, alcanzó nada menos que 1.750 euros de martillo.
Otro denario que superó todas las expectativas fue este de Iltirta (lote nº 273), con leyenda iltirtasalirban, magnífica pieza a pesar del cospel irregular, que pulverizó su precio de salida de 400 euros al ser adjudicada en 3.700.
Y terminamos con un tercer ejemplo, una de las piezas a nuestro parecer más hermosas de la oferta: este espectacular denario de Sekaisa (lote nº 371), cuyo precio en catálogo era de 1.800 euros y que finalmente hizo caer el martillo en 4.100.
Sin dejar la plata no podemos dejar de mencionar el remate de esta dracma emporitana (lote nº 232), con un precioso reverso de Pegaso con la cabeza convertida en Chrysaor en excelente estado de conservación, que subió desde 450 euros de salida hasta 2.800 finales.
Pero no sólo la plata tuvo buena acogida entre los coleccionistas, también hubo monedas de bronce que alcanzaron remates muy por encima de lo esperado. Entre esas piezas de gran rareza podemos mencionar el as o unidad de Louitiskos (lote nº 299), que partía con una puja mínima de 700 euros y se adjudicó en 1.700.
O esta otra de Uarakos (lote nº 450), también una unidad o as, que tenía un precio en catálogo de 600 euros y consiguió 1.600 de remate.
Tampoco faltaron subidas inesperadas entre las emisiones romano-provinciales, como fue el caso del semis de Tiberio del taller de Bilbilis (lote nº 90), que subió de 125 euros de salida hasta casi diez veces más: 1.150 euros de adjudicación. O el as (lote nº 108) acuñado en Caesaraugusta para Calígula, que también partía de unos modestos 200 euros en catálogo y llegó a 1.250.
Hemos dejado para el final el excepcional capítulo de emisiones hispano-cartaginesas, en el que pudimos ver cómo el shekel y medio (lote nº 124) de la serie de tipo elefante se remataba en 7.250 euros, pero sobre todo el apasionante remate del doble shekel de la misma emisión (lote nº 123), en el que aparece una cabeza masculina barbada, laureada y con clava y el elefante conducido por un guía. Tras continuas subidas de cartón, los 7.000 euros de catálogo se vieron convertidos finalmente en 23.000 de martillo.
Tras la moneda hispánica, otro capítulo muy esperado era el de las acuñaciones romanas y aunque sorprendentemente hubo piezas excepcionales que no se adjudicaron (la litra que salía como lote nº 521, o el áureo de Cayo y Lucio) en él vimos repetirse algunas llamativas subidas especialmente con las piezas de oro imperiales. Por ejemplo, este áureo de Augusto (lote nº 588) batido en el taller de Lugdunum, pasó de 7.500 euros de salida a más del doble, 15.500 de adjudicación.
Este otro de Vespasiano (lote nº 633), de su séptimo consulado, raro y en excelente estado de conservación, alcanzó 8.000 euros de remate frente a los 4.500 de inicio en la puja.
De entre las acuñaciones visigodas destacaríamos los 7.250 euros en que se adjudicó este tremissis (lote nº 756) acuñado para Suinthila en la ceca de Bracara, que salía a subasta desde 4.500 euros de puja mínima.
Las acuñaciones medievales también disfrutaron de estas subidas de precio, y como muestra los 1.700 euros obtenidos por este dinero inédito de Fernando II (lote nº 765) de la ceca de León, que partía de 800 en catálogo.
El magnífico surtido de reales de a ocho tuvo una acogida un tanto irregular, ya que algunos lotes no se adjudicaron mientras que otros se vendieron muy por encima de su precio de salida. Este fue el caso de este ejemplar de Segovia del año 1594 (lote nº 802) en excelente estado de conservación y con restos de brillo original, que subió de 4.500 euros en catálogo a 6.500 de remate.
Avanzamos hasta el siglo XIX para encontrarnos con otra subida llamativa, la de estos 20 reales (lote nº 881) acuñados en Madrid para Fernando VII en 1810, en conservación sin circular y con brillo original, que salían a subasta desde 300 euros y se adjudicaron en 1.150.
Y las 100 pesetas de 1897 (lote nº 997) con el busto infantil de Alfonso XIII, también en conservación sin circular y con brillo original, que se remataron en 3.700 euros frente a los 2.000 de catálogo.
Como verán, no quedó un capítulo de la subasta en el que no se viviera alguna subida llamativa, y las acuñaciones extranjeras no iban a ser menos. Las mayores alzas de precios se vieron con la moneda de Gran Bretaña, donde los sets de piezas de la reina Victoria (lote nº 1065), de Jorge V (lote nº 1066) y de Jorge VI (lote nº 1067) se adjudicaron en 6.000, 11.000 y 8.500 euros, respectivamente.
Pero también podemos mencionar los 1.700 euros alcanzados por las 20 liras de Humberto I de Italia (lote nº 1084), partiendo de 500 en catálogo, o los 5.000 del pieforte francés de 1975 (lote nº 1063).
Valgan estos ejemplos como muestra de una subasta muy animada, con subidas muy notables y un buen porcentaje de ventas como resultado final.