El remate en sala de la firma madrileña, celebrado el pasado martes 15 de diciembre, se salda con un altísimo porcentaje de ventas, especialmente en la moneda extranjera que formaba la gran mayoría de la oferta.
Ibercoin ha cerrado el año el pasado martes con una subasta en sala que se salía de lo habitual en nuestra capital, ya que la oferta que se sacaba a la puja se centraba en las emisiones extranjeras y especialmente en cuatro países: Francia, Gran Bretaña, Méjico y Estados Unidos. Y hay que decir que los resultados han sido muy buenos, porque el porcentaje de ventas ha rozado el 95% del total de los lotes. Por ejemplo, el capítulo dedicado a las acuñaciones de Gran Bretaña se adjudicó en su totalidad y en el de Estados Unidos, tan sólo quedó sin vender una moneda. Es cierto que no hubo sorpresas llamativas en los precios, ni alzas considerables con respecto a las salidas, pero tampoco fueron muchos lotes los que se quedaron en el precio de catálogo.
Por ejemplo, estos 20 dólares estadounidenses (lote nº 118), acuñados en San Francisco en 1888, pasaron en la puja de 800 euros de salida -–el precio medio de inicio de esta denominación- a ser adjudicados en 900, el precio más alto de esta categoría.
En Francia las subidas fueron más moderadas, aunque el porcentaje de ventas se mantuvo en niveles altísimos: tan solo ocho monedas sin vender de un total de 347, lo que supone menos del 3%. El precio más alto de todo el amplísimo surtido de piezas de 20 francos lo obtuvo este ejemplar de 1899 (lote nº 417), que se remató en 231 euros, cuando la media estaba siendo de 150.
De Gran Bretaña hay que repetir que se vendió todo, bien es verdad que con subidas muy moderadas, y sin sorpresas. El precio medio de salida de los soberanos que formaban la oferta en este capítulo era de 170 euros y el de adjudicación se ha situado entre 184 y 190 euros.
Los precios más altos se han concentrado en las acuñaciones de Méjico, que partían también con las pujas mínimas más elevadas. Pocas sorpresas, por no decir ninguna, en esta sección, en la que se quedaron sin adjudicar algunos lotes que eran reproducciones de joyería. El resto, en su mayor parte ejemplares de 50 pesos, se adjudicaron en un precio medio de entre 900 euros -–el precio medio de salida- y 950.
La moneda española fue más irregular, aunque quizás porque pasó más desapercibida entre tantas acuñaciones foráneas. Hay que destacar los 705 euros alcanzados por estos ocho escudos (lote nº 74) batidos en Lima en 1789 para Carlos IV, desde una puja mínima de 650.
O los 950 de las 100 pesetas en oro de Alfonso XIII (lote nº 108), de 1897, reacuñación de 1962, que subieron desde 900 euros de salida a 950 de martillo. Por último, aunque fue la primera en someterse al veredicto del martillo, la moneda antigua fue la que se llevó la peor parte de la subasta, aunque poco afectó al altísimo porcentaje de ventas total que ha obtenido Ibercoin con este último remate del año.