Excelente porcentaje de ventas en los dos remates celebrados el pasado jueves en Madrid y fuertes subidas en todos los capítulos. La colección J:M.P. confirmó la buena acogida que está teniendo el oro español.
Una edición más, la subasta de marzo de Jesús Vico SA. congregó a una considerable cantidad de pujadores venidos de toda España y del extranjero. La oferta lo merecía, puesto que, además de la subasta general, se sometían al veredicto del martillo las más de doscientas monedas de oro de la colección J.M.P., en un remate realizado en colaboración con la veterana firma bilbaína Numismática Lavín.
Así, con gran afluencia de público, se inició puntualmente el remate del catálogo general a las 16 horas dando comienzo a una larga y animada tarde de subastas, como se vio prácticamente desde el inicio con las continuas subidas de cartón en la sala. Entre las adjudicaciones más reseñables del primero de los capítulos, el dedicado a la moneda hispánica, podríamos destacar los 1.250 euros en que se remató esta unidad de bronce de la ceca de Arekoratas (lote nº 14).
Muy llamativas por lo poco habituales en las subastas españolas, fueron las subidas que se vieron en el apartado de moneda griega. Por ejemplo, la tetradracma de Mitrídates II que salía a la puja con el nº 147 y 1.000 euros de inicio, se adjudicó en 2.300; hasta los 1.600 subió la de Demetrio Poliorcetes de Macedonia (lote nº 153), desde sus 700 de salida; aunque la subida porcentualmente mayor fue la de esta tetradracma (lote nº 148) acuñada también en Macedonia aunque ya bajo el gobierno de Roma que pasó en la puja de 400 euros de inicio a 1.500 de remate.
Los denarios romano-republicanos siempre tienen asegurado un alto porcentaje de ventas, como ha sucedido también en esta ocasión. Sin embargo las grandes subidas se concentraron en el apartado de las acuñaciones de los “Imperatores”, que se iniciaban con uno de los conocidos áureos de César y A. Hirtius (lote nº 230: 2.300 euros de inicio y 3.000 de adjudicación), y donde se vieron adjudicaciones como la de este denario también de César (lote nº 236), que pasó de 800 euros de catálogo a 3.400 de remate.
En el Imperio fueron los áureos, cómo no, los que se hicieron con los remates más altos. Este que vemos, acuñado por Claudio con un arco triunfal en el reverso (lote nº 305), salía a subasta con una puja mínima de 2.500 euros que se convirtieron finalmente en 6.750 de adjudicación.
También hay que mencionar este otro áureo híbrido (lote nº 402), con anverso de Lucio Vero y un reverso que, por su titulatura, corresponde a Marco Aurelio. Su precio de salida era de 2.500 euros que se convirtieron en más del doble -5.600 euros- de adjudicación.
Entre la interesante oferta de grandes piezas de bronce, hay que destacar el excelente remate de este sestercio Septimio Severo (lote nº 426), con un extraordinario retrato del emperador en el anverso, cuyo precio se cuadriplicó en la puja alcanzando una adjudicación de 4.000 euros.
Otro de los capítulos más esperados de la subasta, y en general de todas las de Jesús Vico, es el de las emisiones visigodas. En esta ocasión el foco estaba puesto sobre dos ejemplares de gran rareza: el primero, de Chindasvinto y Recesvinto acuñado en Emerita (lote nº 489), perteneciente a una emisión de la que no se conocen más de cuatro ejemplares, salía a la puja a partir de 5.000 euros que se convirtieron en 6.000 de remate.
Aún más raro, por tratarse de una pieza única e inédita, era este tremissis de Egica (lote nº 490), de la ceca de Mentesa, con un tipo de anverso desconocido hasta ahora. Su precio pasó de 6.500 euros en catálogo hasta los 9.500 en que cayó el martillo.
El capítulo dedicado a las emisiones de los reinos cristianos medievales también empezó fuerte, como viene sucediendo en las últimas subastas, y se vivieron subidas como la de este dinero de Alfonso VII del taller de León (lote nº 518), muy raro, que pasó de 1.000 euros en catálogo a 2.100 de remate; o los 3.200 en que se adjudicó la dobla de 35 maravedíes de Pedro I (lote nº 524), frente a sus 1.800 de inicio.
Aunque el remate más alto lo obtuvo este real de Coruña batido para Juan I (lote nº 537), pieza de gran belleza y en excelente estado de conservación, que desde una puja mínima de 5.800 euros obtuvo una adjudicación de 7.500 euros.
Damos un gran salto en el tiempo hasta el reinado de Felipe IV para fijarnos en este escudo de Valencia (lote nº 588), procedente de la antigua colección Huntington de la Hispanic Society de Nueva York, que partía con un precio en catálogo de 3.500 euros y que fue adjudicado en 4.600.
Pocos minutos después se remataba un lote que había despertado gran interés mediático: el documento por el que el pretendiente Carlos III concedía a Zaragoza el privilegio de acuñar moneda. Nuestros lectores conocerán sobradamente el periplo judicial por el que ha pasado este documento hasta volver finalmente a sus legítimos dueños y a subasta (toda la historia en este enlace: https://panoramanumismatico.com/articulos/la-justicia-devuelve-el-privilegio-real-de-zaragoza-a-jesus-vico/). Con la presencia en directo de Aragón TV se procedió a subastar este privilegio real como lote nº 598, subiendo su precio en la puja desde 1.700 de salida hasta 3.100 de remate. En ese momento el estado ejerció su derecho de tanteo, de modo que el documento pasará a propiedad del Ayuntamiento de Zaragoza (pueden leer la nota de prensa del consistorio en este enlace: http://www.zaragoza.es/ciudad/noticias/detalleM_Noticia?id=167214; reproducida en los medios de comunicación aragoneses, como El Heraldo de Aragón: http://www.heraldo.es/noticias/ocio_cultura/cultura/2014/03/07/el_ayuntamiento_zaragoza_adquiere_privilegio_real_carlos_habsburgo_274956_308.html).
Sin duda la gran sorpresa de esta sección, y posiblemente también de todo el remate, fue la gran subida que vivió esta pequeña y rara medalla de 1724 (lote nº 604) atribuida a Santa Fe de Bogotá, que vio cómo su precio de salida se multiplicaba por más de diez: desde solo 250 euros de salida, obtuvo un nada despreciable remate de 2.800 euros.
Damos otro importante salto en el tiempo para fijarnos en estas 25 pesetas de Alfonso XII (lote nº 815), con fecha 1885 *18-86, muy raras y en calidad sin circular, por lo que su precio de salida se había fijado en 3.000 euros, que quedaron bastante por debajo de los 7.000 en que cayó el martillo.
En cuanto a los billetes, hay que mencionar los 1.200 euros de adjudicación conseguidos por este billete de quinientas pesetas de la emisión de 21 de octubre de 1940 (lote nº 920), sin serie, que partía a la puja desde 450 euros.
La última de las secciones de este catálogo, la dedicada a las emisiones extranjeras, aún depararía muy buenos resultados y algunas subidas reseñables, como los 2.900 euros obtenidos por estas 100 coronas austriacas (lote nº 928), acuñadas para Francisco José en 1914, en calidad sin circular, frente a sus 850 de salida.
A pesar de lo animadas de las pujas en esta primera subasta aún quedaban ganas para la segunda, la dedicada a la colección J.M.P. que Jesús Vico realizaba en colaboración con Numismática Lavín, de modo que se repitieron los altos porcentajes de ventas y las subidas llamativas.
Empezaremos fijándonos en los 6.700 euros de adjudicación conseguidos por el ejemplar de cuatro excelentes de los Reyes Católicos (lote nº 1001), de la ceca de Segovia, por el que se había fijado una puja mínima de 6.000 euros.
Muy cerca de los 10.000 euros de remate, en concreto en 9.800, se quedó esta otra bellísima onza de la ceca de Segovia, acuñada en 1687/3, (lote nº 1004), un ejemplar muy raro, y en excelente estado de conservación, que salía a subasta a partir de 6.000 euros.
Y algo por debajo se remató este ejemplar de cuatro escudos (lote nº 1026) batidos en Lima con fecha 1752/1 para Fernando VI, pieza muy rara y bien conservada, con un precio de inicio a la puja de 6.000 euros que se convirtieron en 9.400 de martillo.
El remate más alto de esta sección y de toda la tarde lo consiguió esta magnífica onza con fecha 1721/19 (lote nº 1016) acuñada en el Real Ingenio de Segovia, que desde un precio de inicio de 6.000 euros y tras una animadísima puja, consiguió alzarse con una adjudicación de nada menos que 16.500 euros.
La parte final de este catálogo, dedicada a emisiones extranjeras, parecía estar un poco menos animada, pero aún así se vio la considerable subida de estos cien soles peruanos (lote nº 1205), que pasaron de 2.500 euros de catálogo a 6.250 de martillo.
Se completó de este modo una animadísima subasta tanto en sala como por la red, que congregó a gran cantidad de público y que se saldó con un porcentaje de ventas cercano al 75% de la oferta y las notables subidas de las que les hemos ofrecido una pequeña muestra.