Exitoso remate de Martí Hervera, Soler y Llach y Segarra en Madrid

Exitoso remate de Martí Hervera, Soler y Llach y Segarra en Madrid

Exitoso remate de Martí Hervera, Soler y Llach y Segarra en Madrid 250 129 admin

Gran éxito de la moneda española contemporánea en la subasta de estas tres prestigiosas firmas numismáticas celebrado el martes en Madrid. Buena salida también en las secciones de notafilia y moneda extranjera, además del oro romano o visigodo, entre otros capítulos.

Este pasado martes ha tenido lugar en la Casa de Subastas de Madrid la subasta organizada por las firmas barcelonesas Martí Hervera y Soler y Llach junto con la madrileña Numismática Segarra. Es la segunda edición de este remate conjunto y los lotes ofertados respondían a la calidad que avalan el buen nombre de las casas subastadoras. Desde moneda antigua griega hasta billetes, se remataron en sala en una larga sesión casi 1200 lotes. Del capítulo de emisiones griegas podemos destacar la adjudicación en 1100 euros de una preciosa pieza de plata cartaginesa (lote nº 34), así como la buena acogida de varias tetradracmas helenísticas. En la sección de moneda hispánica, los mejores remates los vivieron los denarios celtibéricos, como suele ser habitual, y esta preferencia por la plata siguió a lo largo del capítulo de emisiones romano-republicanas, donde los denarios tuvieron muy buena salida y animaron mucho la puja en sala. Entre aquellos que alcanzaron una mayor adjudicación podemos señalar el de Julio César ofertado con el nº 169, que subió desde los 1700 euros de salida hasta los 1850, aunque en piezas de precio menor se vivieron subidas porcentualmente mucho mayores, con varios lotes que vieron duplicar su precio inicial, como sucedió con el nº 147, denario de L. Mussidius Longus, que se remató en 495 euros cuando tenía una salida de 200. De la parte imperial, hay que destacar la buena acogida de los áureos, empezando por el de Augusto (lote nº 186) que presenta en reverso la Diana de Sicilia en conmemoración de la victoria de Nauloco, que se adjudicó por 10000 euros, mil por encima de su precio de salida. Otro áureo de Tiberio (lote nº 188) con la efigie de Livia entronizada en el reverso, se remató por 4800, cuando tenía su inicio en 4000. También se adjudicó por encima de su precio en catálogo el áureo de Diocleciano que salía con el nº 231 y que mostraba en el reverso una espectacular escena con los dos emperadores entronizados. Se adjudicó en 8400 euros. Respecto de los bronces, también se vieron algunas subidas reseñables como la del lote nº 214, sestercio de Cómodo con la imagen de Fides en reverso, que se alzó desde los 500 iniciales hasta un remate en 700, o el nº 189, otro sestercio de Claudio I, que vio más que duplicarse su salida al ser rematado en 775 euros cuando partía con una salida de 350. Por terminar con la plata, alcanzó los 1100 euros de remate el denario nº 215 con las efigies de Septimio Severo y Julia Domna. La moneda bizantina se mantuvo en la tendencia habitual de buenos porcentajes de ventas con subidas no muy aparatosas y que parece preludiar el éxito que suele acompañar al capítulo de emisiones visigodas. En este caso se ofertaban únicamente cinco lotes, que se vendieron en su totalidad con remates por encima de su precio de salida. Especialmente notable era la pieza de Égica y Witiza del taller de Elvora (lote nº 252), que partía de 2000 euros y se adjudicó en 2400. El apartado de emisiones medievales, si bien estuvo más flojo en cuanto a porcentaje de ventas, nos deparó algunas buenas sorpresas con subidas muy altas en la puja. Tras un comienzo poco relevante con las piezas del reino de Aragón, entre las que únicamente cabe señalar el remate del real de oro de Pedro III de Mallorca (lote nº 265) por su precio de salida, la puja se animó enormemente al llegar a la pequeña sección de monedas acuñadas durante la unión temporal de los reinos de Castilla y León. En ella se ofertaban únicamente dos lotes, el primero de ellos un dinero de doña Urraca (lote nº 278) acuñado en León, que partía de unos modestos 300 euros, se adjudicó en 1300 y tampoco se quedó muy atrás el dinero de Alfonso VII (lote nº 279) que subió desde 500 euros hasta 1200. El morabetino nº 282 fue adjudicado en 2700 euros, aunque el otro que se ofertaba (lote nº 281), no se vendió. Las subidas continuaron con medio maravedí de Alfonso X (lote nº 283), que también subió desde los 300 euros en catálogo hasta los 1300, a pesar de faltarle un fragmento del cospel. Las doblas de 35 maravedíes acuñadas en Sevilla por Pedro I (lotes nº 284 y 285) se remataron por encima de su precio en 2300 y 2600 euros, respectivamente. En cambio, de las tres doblas da la banda de Juan II, sólo se vendió la primera (lote nº 298), por 1300 euros, y tampoco salieron los castellanos de Enrique IV (lotes 300 y 301) ni la extraordinaria media dobla de Alfonso de Ávila, aun sí el real (lote nº 318), si bien por el precio de salida de 6500 euros. El comienzo del capítulo de monarquía española presentó desiguales resultados, con subidas porcentualmente muy importantes en lotes de bajo precio inicial y mucha peor acogida en las piezas de mayor valor, incluyendo en ellas sorprendentemente las onzas de los últimos Austrias y los primeros Borbones. De estas últimas podemos destacar el remate de 2585 euros alcanzado por la nº 450, acuñada por Fernando VI en Méjico, o los 3750 en que se vendió la nº 455, del mismo rey pero ceca de Nuevo Reino y año 1754. Una de las mayores adjudicaciones la consiguió la nº 510, de Carlos III, en Nuevo Reino y año 1766/5, que se remató en 5200 euros. Tras el descanso que se realizó a mitad de la sesión, antes de comenzar con las emisiones de Fernando VII, parece que las pujas cobraron nuevos bríos y con Isabel II se vivieron continuas subidas de cartón y subidas muy notables. Una de las más llamativas de toda la subasta sin duda es la que aconteció con el lote nº 742, a priori un simple céntimo de escudo acuñado en Barcelona en 1867, sin OM en reverso y en calidad sin circular, que partía de unos modestísimos 90 euros, y que se adjudicó finalmente en nada menos que 1300. También la plata tuvo buena acogida entre los coleccionistas, pero sin duda fueron las piezas áureas las que triunfaron en este reinado, de las que se ofertaba un centenar y que se vendieron prácticamente en su totalidad. Ya dentro del sistema de la peseta, podemos empezar comentando los 1100 euros alcanzados por una pieza de 5 pesetas de 1871 de Amadeo I (lote nº 896), que partía de 750. Dos ejemplares de 25 pesetas cada uno de Alfonso XII (lotes nº 945 y 946), ambos de 1885, se remataron en 1700 y 1150 euros, respectivamente. De Alfonso XII se puede destacar las dos piezas de 100 pesetas con que terminaba el capítulo (lotes 994-995), adjudicadas en 2700 y 1700 euros, cuando partían con unas salidas de 2200 y 1600 respectivamente. Para terminar con la moneda española, hay que señalar el gran éxito obtenido en la sección denominada Estado Español, con un alto porcentaje de piezas vendidas y con lagunas de las adjudicaciones más altas de toda la subasta. Entre las piezas más selectas destacaba un ejemplar de 5 pesetas de 1949 (*19-51), prueba, que se saldó en los 5000 euros iniciales; en cambio estuvieron muy por encima de sus precios de salida la serie de tres monedas de la II Exposición Nacional de Numismática que se ofertaba con el nº 1050, que tenía un precio en catálogo de 2950 euros y se adjudicó en 3300 y, sobre todo, la peseta de 1946 (*19-49) (lote nº 1015) que ilustra también la portada de esta noticia, que subió desde los 5000 euros a los 7400 de remate. Buen porcentaje de ventas, asimismo, en el apartado de moneda extranjera, aunque con resultados variables en función de cada país y pocas sorpresas en cuanto a subidas sorprendentes. Por último, en la selecta sección de notafilia, hay que lamentar que no se vendieran los lotes de mayor valor, varios de ellos con salida por encima de los 10000 euros; en cambio se vio una buena acogida general, aunque sin grandes subidas porcentuales.

Autor/a: Redacción

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