Gran éxito de la primera subasta del año de la firma Jesús Vico

Gran éxito de la primera subasta del año de la firma Jesús Vico

Gran éxito de la primera subasta del año de la firma Jesús Vico 260 128 admin

Ayer jueves 3 de marzo se ha celebrado la anunciada primera subasta de Vico. Las pujas no han defraudado las expectativas levantadas tras ver las selectas piezas recogidas en el catálogo. El volumen de ventas ha alcanzado un porcentaje muy alto, muchas piezas han visto duplicar su precio de salida y se ha percibido una gran vitalidad en la sala. No sólo han tenido éxito entre los coleccionistas las piezas españolas, sino también las extranjeras, con una gran sorpresa final que anticipa hacia dónde pueden ir las tendencias en el mercado numismático europeo.

La subasta comenzó puntualmente, entre una gran afluencia de público, con el capítulo dedicado a la moneda hispánica, una sección en la que Vico es siempre garantía de buenas piezas. Pronto se vio que la puja iba a estar a la altura de la calidad de los ejemplares ofertados y así monedas como un semis de Arekoratas (lote nº 15) pasaba de los 600 a los 1300 euros, y un denario de la misma ceca (lote nº 19) llegaba a los 1600 euros desde los 450 de salida. También duplicó su precio el shekel nº 45 (de 500 a 1050), y lo triplicó un bronce de Valentia (nº 128) que salió en 150 euros y alcanzó los 450.

En lo que se refiere a moneda griega no hubo subidas de precios llamativas, pero sí un alto porcentaje de venta: la decadracma de Siracusa de estilo Evainetos (lote nº 138) subió desde 4500 a 4750 euros; la estátera de Bizantyon a nombre de Lisímaco (lote nº 142) se quedó en los 1800 de salida; la tetradracma jonia de Mileto (lote 158) llegó a los 1500 desde los 1000 de partida; la estátera de Pella a nombre de Filipo II (nº 170) se quedó sólo 100 euros por encima del precio inicial (1500-1600), lo mismo que la tetradracma (nº 171: de 1000 a 1100); la decadracma ptolemaica (nº 186) con Arsínoe II y Ptolomeo II pasó de 1300 a 1500 y una de las piezas más hermosas del catálogo, la trihemiestátera de Zeugitania de la I Guerra Púnica (lote 190), subió de 9000 a 9200 euros.

Los denarios romano-republicanos tuvieron muy buena acogida en la sala, con porcentajes de alza en la puja casi siempre superiores al 20%. En cambio, la moneda imperial fue algo más irregular, especialmente en el caso de los bronces, algunos con subidas reseñables (lote nº 286: de 750 a 1050, por ejemplo), otros se mantuvieron o no se cubrieron. El oro bajoimperial y bizantino forman un capítulo sin sorpresas: se vendieron en su práctica totalidad, aunque los precios no se elevaran mucho en la subasta.

Otra de las secciones más interesantes sobre el catálogo era la de moneda visigoda, apartado en el que la firma Vico tiene merecida fama. También en este caso se vendieron todos los lotes, algunos con precios muy por encima del inicial, por ejemplo el tremissis nº 426, de las primeras emisiones de Leovigildo sin ceca, pasó de los 1500 a los 2800; el de Suinthila en Cesaracosta (nº 445), de 2000 a 3500; un Sisenando-Ispali (lote nº 446), de 1300 a 1900; hasta los 3200 llegó el tremissis de Emerita de Chindasvinto (nº 447) y el de Narbona del mismo rey (448), hasta 2700; las dos piezas de Witiza, de Emerita (nº 450) y Cesaracosta (nº 451) llegaron a 2500 y 5000 desde 1800 y 2500 respectivamente. Pero la joya de la sección era la única pieza conocida emitida por Sisebuto en Gerunda con epíteto IVSTV (lote nº 436), que llegó finalmente a los 12000 euros.

La moneda medieval cristiana tuvo una acogida más irregular. La sección comenzó con dos piezas muy interesantes: un óbolo inédito de Alfonso VI (nº 468), que pasó en la puja de 1500 a 1750 euros, y un dinero anónimo “Caput Spanie”, que subió de 1700 a 2200. Con el mismo precio de salida, el morabetino nº 474 alcanzó los 2500 euros; en cambio, no se cubrieron los 7800 euros de salida del nº 473, una pieza hermosísima. La dobla de 35 maravedíes de Pedro I (nº 497) se alzó desde los 3000 a los 4700 euros; y la dobla de la banda de Juan II (nº 561), desde los 2500 a los 2800. Como era de esperar, también tuvieron buena acogida las monedas de los Reyes Católicos y de los Austrias.

Con Carlos II encontramos una de las joyas del catálogo: la moneda de cuatro escudos de la ceca de Segovia de 1683 (lote nº 692), cuyo precio inicial era de 19000 euros y que alcanzó los 23000.De la misma denominación, la pieza nº 736 de Felipe V en Méjico subió hasta los 6500 euros desde los 3800 iniciales y la de Sevilla (nº 737), con salida en 6000 euros, llegó a 9500.

Las onzas, con precios más altos de partida, no llegaron a precios proporcionalmente tan altos, así por ejemplo la nº 739, de Sevilla, pasó de 2800 a 3100; o la nº 751, de Méjico, de 3000 a 3600 euros. Un panorama similar encontramos entre las emisiones ofertadas de Carlos III y Carlos IV.

La pequeña sección dedicada a las medallas de la Guerra de la Independencia tuvo bastante éxito, ya que se vendieron todos los lotes por un precio que en muchos casos superó en el doble el de salida, aunque este fuera muy asequible.

No hubo grandes sobresaltos en los lotes de monedas españolas de los siglos XIX y XX, con subidas muy moderadas con respecto a las valoraciones iniciales. Sin embargo, la sección de moneda extranjera nos deparaba una sorpresa que, dado lo avanzado de la subasta, pilló a muchos coleccionistas ya fuera de la sala. Una moneda de 5 rublos a nombre de Pedro III (lote nº 1138), el efímero esposo de Catalina la Grande, cuyo precio en el catálogo era de 4500 euros, llegaba a la subasta en sala ya en 22000, y desde allí, a lo largo de una emocionante puja entre varios compradores por teléfono, logró alzarse con el récord de la subasta al zanjarse su precio en 36000 euros.

A continuación, otra pieza de Catalina II (lote nº 1140) subió de los 3000 a los 5400 euros. No hay duda de que la actual pujanza económica rusa está teniendo mucho que ver en el alza de los precios que estamos viendo en esta sección de la moneda europea, reflexión que hacíamos en esta misma revista al comentar la próxima subasta de Künker.

En resumen, una subasta con éxito de público y ventas, con animadas pujas en la sala y por teléfono y con sorpresa final.

Autor/a: Redacción

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