Los remates más espectaculares, las subidas más llamativas, las tendencias que han marcado el mercado numismático internacional este año que acaba de concluir… he aquí nuestra selección.
El fin de año es siempre una buena época para hacer balance de lo ocurrido en él, y no hay mejor excusa para rellenar publicaciones en un periodo normalmente parco en noticias. Si bien es verdad que el mercado numismático internacional se mantiene atento a la concurrida convención de Nueva York, en el resto del mundo la actividad se ralentiza. Así pues, nos apuntamos a la tendencia y les ofrecemos un pequeño resumen de lo que, a nuestro entender, ha supuesto el año 2013 en el ámbito de las subastas numismáticas.
Tal y como les anunciamos por estas fechas el pasado año, la colección Huntington que componía el monetario de la Hispanic Society de Nueva York ha seguido dando que hablar. Y es que además de las monedas subastadas en 2012, que están ya moviéndose activamente en el circuito comercial, aún había lotes desgajados del monetario que quedaban por rematar. El primero de ellos llegó de la firma británica Morton &Eden, que sacó a subasta en marzo una buena parte de la moneda colonial española. A pesar de que se adjudicaron la mayoría de los lotes, no puede decirse que el remate fuera un gran éxito, pues los precios se quedaron en gran parte por debajo de las estimaciones.
Mejor acogida tuvo, en cambio, el lote de áureos de Huntington que subastó Numismatica Ars Classica en mayo en Suiza. Allí sí se vieron precios altos y remates espectaculares, como el de este áureo de Vitelio (lote nº 214), que subió en la puja desde 40.000 francos de estimación a nada menos que 240.000.
Y es que este año ha sido muy bueno para la moneda romana de calidad. En la misma semana en que se remataban los áureos de Huntington, Ars Classica sacaba también a subasta la primera parte de la espectacular colección denominada “de un estudiante y su mentor”, con piezas tan excepcionales como este áureo de Q. Labieno Partico (lote nº 192), una de las grandes rarezas de las emisiones romano-republicanas, que pulverizó su precio estimado de 400.000 francos al ser adjudicado en 800.000.
La segunda parte de esta magnífica colección del “estudiante” salió a subasta el 18 de noviembre con resultados igualmente espectaculares, encabezados por el de este denario de Livineius con el retrato de Bruto (lote nº 224), que consiguió hacer caer el martillo al alcanzar los 850.000 francos.
También podría ser de récord el precio alcanzado por este medallón de Constantino el Grande, subastado en octubre por la firma Gorny & Mosch, que, con sus 560.000 euros de adjudicación, se considera la moneda más cara vendida en Múnich.
La moneda griega parece haberse quedado un poco atrás este año, quizás porque la oferta ha sido algo menos atractiva, pero aún así algunas grandes piezas sorprenden. Esta magnífica decadracma siracusana firmada por Evainetos fue subastada por Ars Classica alcanzando un remate de 400.000 francos, muy por encima de los 150.000 que se habían calculado.
En lo que se refiera a la moneda extranjera, las emisiones de países emergentes como Brasil, China o Rusia, continúan teniendo una muy buena acogida y no es raro que acaparen los precios más altos de subastas como las que celebran Heritage o Stack’s Bowers en Estados Unidos. Sin olvidar, claro está, que los mercados tradicionales como Alemania, Reino Unido o Estados Unidos, siguen ahí, acusando la crisis como todos, pero aún muy activos.
El reflejo de estas “tendencias” lo hemos vivido en las casas de subastas españolas gracias en buena parte a la creciente apertura al extranjero que permiten las nuevas tecnologías. Así se explica el éxito de la moneda extranjera, que nos ha deparado alguna que otra sorpresa (recuerden el conjunto de moneda rusa que subastó Ibercoin en marzo).
Igualmente, la moneda romana en todas sus etapas ha tenido una muy buena salida, como se ha visto en las sucesivas subastas de Vico, Herrero, o Hervera y Soler y Llach. En el remate de estas últimas firmas celebrado en Madrid en colaboración con Segarra, se remató este áureo de Lucio Elio en 23.000 euros, casi el doble de su salida.
Aunque la moneda española en sus diferentes series es la que siguen concitando el mayor interés de los coleccionistas nacionales. De este año destacaríamos las sorpresas que, casi en cada gran subasta, nos deparaba alguna pieza de entre las emisiones medievales cristianas, con subidas inesperadas y remates que dejaban en minucias los precios de inicio. Entre los numerosos ejemplos, destacaríamos el de este dinero atribuido a Fernando II que salió a subasta en el remate de Vico de junio a partir de 3.000 euros y se adjudicó en 18.500.
También fueron una grata sorpresa las dos piezas hispano-bizantinas que sacó a subasta Cayón en su último remate en sala del año, y que se remataron, tras una animadísima puja, muy por encima de sus precios de salida.
Y, por supuesto, el oro del imperio español, que ha protagonizado una de las subastas más seguidas y comentadas de este año en nuestro país: la del oro macuquino que organizó Áureo & Calicó el pasado 3 de diciembre, con un catálogo de los de guardar.
Pero con el permiso de todas estas grandes piezas, la estrella de la moneda española creemos que ha sido la onza de Luis I de 1724 que Áureo & Calicó remató como lote nº 199 dentro de su Subasta Selección, adjudicada en nada menos que 155.000 euros.
Un último aspecto que debemos destacar en el mercado numismático español en este último año ha sido el creciente número de subastas en la red, y no nos referimos solo a la posibilidad de pujar por Internet en las subastas en sala, una opción que se va imponiendo, sino a las subastas únicamente on-line. En 2012 iniciaron este camino Cayón Subastas, con sus Subastas Rápidas, y la sevillana Pliego y ambas firmas han acabado 2013 organizando prácticamente una subasta por mes de esta modalidad. Sin duda es una buena manera de activar el mercado, y abrirse a nuevas posibilidades que seguirá creciendo en 2014.