La capital acogerá el próximo martes 29 de octubre una nueva edición del remate que organizan cada año las dos firmas barcelonesas en colaboración con la madrileña, una cita imprescindible para los coleccionistas.
Moneda antigua, española de todas las épocas, extranjera, billetes… una amplia oferta de más de mil cien lotes es la que han preparado para su subasta anual en Madrid las firmas barcelonesas Martí Hervera y Soler y Llach, en colaboración con Numismática Segarra. Tan solo faltan unos días para el remate y no está de más hacer un repaso de algunas de las piezas más notables del catálogo.
Nuestra selección comienza en el capítulo dedicado a la moneda griega, con esta tetradracma de Akragas (lote nº 5), de mediados del siglo V a. C., con sus tipos característicos de águila y cangrejo y con un precio de salida de 1800 euros.
No podemos dejar de mencionar un par de estáteras áureas de Filipo II y de Alejandro (lotes 20-21), ambas en muy buenos estados de conservación. La pieza de Filipo procede de la ceca quersonesa de Cardia, mientras que la de su hijo fue acuñada en Macedonia. Salen a la puja a partir de 1600 y 1750 euros, respectivamente.
A continuación, el apartado de moneda hispánica antigua nos ofrece casi medio centenar de lotes de procedencias muy variadas. Por destacar tan solo un par de ellos, podríamos elegir dos que marcan casi extremos opuestos en la cronología de estas emisiones. El primero es un óbolo emporitano (lote nº 42) del siglo IV, pertenecientes a las series de valores fraccionarios emitidas con anterioridad a las dracmas, pero ya de aquellas que presentan las iniciales de la ciudad en el anverso. Su puja mínima es de 1200 euros.
En el tránsito entre las emisiones celtibéricas y las romano-provinciales se encuentra la emisión de Domicio Calvino acuñada en Osca, de la que es buen ejemplo la pieza que sale a subasta con el nº 64, en muy buen estado de conservación. Su precio de salida se ha fijado también en 1200 euros.
Además, los coleccionistas de esta sección podrán encontrar interesantes denarios y bronces celtibéricos, dracmas arsetanas o emporitanas, bronces hispano-romanos, etc. etc.
A continuación, el capítulo de emisiones romano-republicanas viene marcado, como no podía ser de otra manera, por el predominio del denario, de calidad y con una gran variedad de tipos. Este que vemos (lote nº 97) lleva el nombre del magistrado L. Axsius L. F. Naso, quien eligió como tipos una cabeza con casco de Marte y en reverso Diana en una biga. El precio mínimo por este raro denario es de 1000 euros.
Al periodo conocido como de los Imperatores, el fin de la República, pertenece este otro denario (lote nº 127), acuñado por Casio en una ceca móvil y por el que se puede pujar también a partir de 1000 euros.
La llegada del imperio trae consigo una mayor variedad en las denominaciones ofertadas. Los grandes bronces tienen una muy buena representación, por ejemplo, en los sestercios de Nerón (lotes 150 y siguientes), con precios de salida por encima de 1000 euros.
Pero la pieza más valiosa en este metal es sin duda este medallón de Antonio Pío (lote nº 181), en cuyo anverso vemos el retrato laureado del emperador, mientras que el reverso repite el tema de la personificación de Roma sentada. Con más de 41 gramos de peso, y en excelente estado de conservación, sale a la puja desde 12000 euros.
En cuanto a los áureos, los afortunados que puedan aspirar a alguno de ellos están de enhorabuena por la calidad de los que salen a subasta. Como muestra, este de Vespasiano (lote nº 163) con la personificación de Annona en reverso y uno de los espectaculares y realistas retratos del emperador en el anverso, en excelente estado de conservación, tiene un precio en catálogo de 7000 euros.
Lucio Elio aparece como césar en el anverso de esta espectacular moneda (lote nº 179), fechada el 137 d.C., que se presenta en un estado de conservación excelente y con restos de brillo original. La pula mínima se ha fijado en 12000 euros.
Otro de los apartados más interesantes de este catálogo es sin duda el de la moneda visigoda, en el que se presentan a la puja más de una veintena de lotes. Entre los más destacados, podríamos comenzar con este tremissis de Witerico acuñado en la ceca de Elvora (lote nº 223), en excelente estado de conservación, cuyo precio de salida es de 3000 euros.
O este otro, de la ceca de Ispali, acuñado a nombre de Gundemaro (lote nº 224), pieza rara por la que se puede pujar a partir de 2500 euros.
De las emisiones andalusíes destacan una interesante muestra de dinares califales, con ejemplares como éste de Abd-al Rahman III (lote nº 244), acuñado el 321 H., pieza muy escasa sin nombre de ceca, que se subasta a partir de 2200 euros, o el del segundo reinado de Hixem II, del 401 H. y ceca al-Andalus (lote nº 253), a partir de 2400 euros.
Este morabetino de Toledo del 1228 de la era de Safar (lote nº 319, con salida en 2300 euros) nos sirve a un tiempo para enlazar con las emisiones de los reinos cristianos y para mostrarles una de las monedas más interesantes de ese capítulo, en el que también encontramos florines, doblas de la banda, reales… gran variedad de denominaciones en todos los metales.
Otro de los capítulos fuertes de esta oferta es el de las emisiones de los Reyes Católicos gracias a piezas tanto en oro como, menos habitual, en plata. De estas últimas hay que mencionar los dos ejemplares de ocho reales de la ceca de Sevilla (lotes nº 351-352), con un precio de inicio de 2500 y 1700 euros, respectivamente.
En cuanto al oro, comienza la selección con un doble excelente de Granada (lote nº 348), raro, y con un precio de salida de 5000 euros; pero justo por el doble del valor de esta pieza encontramos el medio excelente de la ceca de Toledo (lote nº 356), muy raro y en calidad sin circular.
Y también en 10000 euros se ha fijado la puja mínima por este espectacular doble excelente de Toledo (lote nº 357), rarísima, en conservación sin circular y con brillo original.
La efigie de los Reyes Católicos reaparece en este raro trentín barcelonés de 1629 (lote nº 403), con el escudo de la ciudad como resello en el anverso, que sale a subasta a partir de 2800 euros.
La llegada de los borbones se traduce en un extenso surtido de piezas de oro, entre las que las onzas copan los precios más altos. Con Felipe V destaca un buen conjunto de estas monedas de ocho escudos de la ceca de Lima (lotes 441 y siguientes), de diferentes años; pero sobre todo sobresalen las acuñadas en Méjico, como la del año 1713 (lote nº 444), con salida en 6000 euros; la del año 1720 (lote nº 446), a la puja a partir de 6800 euros, y la de 1714 (lote nº 445), muy rara y en excelente estado de conservación, que tiene un precio en catálogo de 7000 euros.
Pero además de estas llamativas piezas de oro, el recorrido por la oferta monetaria de esta dinastía nos depara un buen conjunto de monedas en plata en muy buena conservación.
Llegados ya al siglo XIX nos encontramos con esta pieza de 320 reales (lote nº 672) acuñados en oro en Madrid, en 1810, para José I Bonaparte. Pieza muy rara y en muy buen estado de conservación, su puja mínima se ha fijado en 5000 euros.
Poco después, en 1814, y ya para Fernando VII, se acuñó en Cataluña este raro ejemplar de ocho escudos (lote nº 723), con la variante de un punto delante de los ensayadores. En un estado de conservación excelente, el precio de salida a subasta de esta moneda es de 12500 euros, el más elevado del catálogo.
El reinado de Isabel II está representado en esta subasta por casi un centenar de lotes, en los que cabe gran variedad de denominaciones y precios. De todos ellos llamamos su atención sobre dos ejemplares de 20 reales: el primero de la ceca de Barcelona, acuñado en 1863 (lote nº 771), muy raro, con salida en 1800 euros, y el segundo (lote nº 772), batido en Madrid en 1837, con color y brillo originales, que se subastará a partir de 2000 euros.
De su hijo Alfonso XII les mostramos este ejemplar de cuatro pesos (lote nº 879), acuñado en Manila en 1882, perteneciente a una emisión muy escasa, y conservado además en calidad casi sin circular y con restos de brillo original. Su precio de inicio en la puja será de 3750 euros.
Dentro del sistema de la peseta, ya en la primera mitad del siglo XX, destacan tres rarísimas pruebas para ejemplares de una peseta. Las dos primeras (lote nº 902-903) son pruebas de fabricación de 1904, de los poquísimos ejemplares que se conocen, puesto que la Fábrica de Moneda obligaba a su destrucción. Sus precios de salida son de 2750 y 2500 euros, respectivamente.
Completa el trío la prueba no adoptada para una peseta de 1930 (lote nº 904), rarísima y en calidad sin circular, por la que se puede pujar a partir de 2750 euros. Para concluir con la moneda española, hay que mencionar que la oferta continúa hasta las emisiones de Juan Carlos I.
El amplio apartado de moneda extranjera consta en esta ocasión de más de ciento cincuenta lotes, con gran variedad de procedencias y fechas de acuñación. Destacaríamos las muestras de emisiones de Cuba, Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, etc., todos con piezas de gran calidad y un extenso abanico de precios.
Por último, el capítulo de notafilia depara lotes tan interesantes como estas rarísimas 25 pesetas de la emisión del 18 de julio de 1937 (lote nº 1119), no emitidas, en calidad sin circular, y con un precio en catálogo de 6500 euros.
O, de esta misma emisión, las pruebas de anverso y reverso para el billete de 1000 pesetas (lote nº 1131), no reseñado e inédito hasta ahora, por las que se puede pujar a partir de 2500 euros.
Y terminamos con un rarísimo error en un billete de 100 pesetas de la emisión del 9 de enero de 1940 (lote nº 1123), en el que no se ha impreso el busto de Colón. Sale a subasta desde 2000 euros.
Recuerden que el remate en sala tendrá lugar en la Casa de Subastas de Madrid, en la Calle Esparteros, nº 1, junto a la Puerta del Sol y muy cerca de la Plaza Mayor, y que pueden examinar los lotes en Madrid el próximo lunes 28 de octubre en las oficinas de Segarra Numismática (calle Mayor, nº 31).