La oferta para la próxima subasta de la firma alemana se centra en la moneda antigua, sin olvidar medieval, moderna y contemporánea, especialmente de Europa, con amplios capítulos de emisiones alemanas y rusas.
A lo largo de cinco días, entre el 15 y el 19 de octubre, se celebrará en Munich el próximo remate de la firma alemana Gorny & Mosch. Estructurada en tres diferentes catálogos, dedicados a moneda antigua de alta calidad, moneda antigua general y moneda medieval y moderna, la oferta suma más de cinco mil lotes. Casi mil de ellos se engloban en el primero de los catálogos, en el que es posible realizar un completo recorrido por la historia monetaria antigua hasta bien entrada la Edad Media (con el Imperio bizantino) y que saca a remate algunas ejemplares de enorme interés.
Sin duda uno de los conjuntos más interesantes es el de las emisiones sicilianas, que podemos ejemplificar en las emisiones de Akragas (lotes nº 47-49), la didracma de Gelas (nº 52) o una estátera áurea, pieza única emitida en Morgantina por el usurpador Eunos-Antíoco hacia 135-132 a.C. copiando las monedas de Alejandro. Su estimación se sitúa en 8000 euros.
Más conocidas, aunque no por ello menos admiradas, son las distintas emisiones de tetradracmas y decadracmas siracusanas de las que este catálogo ofrece una muestra muy completa, de la que destacamos el lote nº 75C, firmado por Euclidas y Eumenes, el 75 G, por Evainetos, aunque la palma se la lleva la decadracma nº 76, acuñada en tiempo de Dionisio I y firmada por Kimón. La estimación inicial de esta moneda asciende a 100000 euros.
En un mismo estilo clásico se encuadra la tetradracma de Anfípolis que sale con el nº 130, de mediados del siglo IV a.C. y cuya valoración se sitúa en 80000 euros.
De gran belleza son las piezas emitidas por la anfictionía de Delfos, como esta estátera (lote nº 219) con la efigie de Deméter en el anverso y Apolo sentado sobre el ónfalos en el reverso.
También es posible encontrar series tan conocidas como las tetradracmas atenienses, y un amplio surtido de piezas en electro (estáteras y divisores), especialmente de Cízico y Focea, que tienen su culminación en un ejemplar del rey Creso (lote nº 366), con las cabezas del león y el toro, moneda que podría alcanzar en la puja los 45000 euros.
Gracias a las emisiones de los diferentes reinos helenísticos, muy bien representadas en la subasta, es posible disfrutar de algunos retratos numismáticos verdaderamente notables, como ilustra esta tetradracma de Orofernes, rey de Capadocia, fechada en 158-157 a.C., con una valoración en catálogo de 50000 euros.
La representación de moneda romana se inicia con un interesante capítulo dedicado a la moneda provincial, cuyo primer lote (nº 478) es este dupondio acuñado en Colonia Romula con el retrato de Livia en el reverso, que sale con una estimación de 1000 euros. Sin embargo, es la única muestra de las emisiones hispanas en este apartado, por lo demás plagado de piezas raras y valiosas, especialmente de talleres orientales.
Un Aes grave sirve de inicio a las emisiones romano-republicanas, aunque la mayor parte de los lotes se fecha en la etapa final del periodo, donde encontramos algunos de los áureos más conocidos de la historia monetaria de Roma, como este acuñado por Pompeyo (lote nº 546) como propaganda dinástica. Esta moneda sale a subasta con una valoración de 40000 euros.
El Imperio romano se nos muestra mediante más de doscientos lotes acuñados en los tres metales, aunque el predominio en lo que altas estimaciones se refiere lo tengan los áureos. Desde las emisiones de Augusto en Lugdunum, hasta las de los últimos emperadores, el catálogo está jalonado de ejemplares valiosos tanto por su calidad y belleza como por su rareza. Entre la valoraciones más altas, encontramos la de este áureo de Otón (lote nº 602), que podría alcanzar los 75000 euros, o el de Matidia, acuñado por Trajano (lote nº 630) valorado en 40000.
Ya en el Bajo Imperio merece la pena detenerse en este doble sólido (lote nº 704) acuñado en Siscia por Contantino el Grande, que presenta en el anverso su cabeza radiada y en el reverso las efigies de los dos césares, Crispo y Constantino. Su estimación en catálogo es de 30000 euros.
Tampoco conviene dejar de lado algunas piezas en bronce como el medallón de Gordiano III (lote nº 674), con una escena de adlocutio en el reverso, que es el segundo ejemplar conocido de su tipo, por lo que su precio se ha calculado en 18000 euros.
Un centenar de lotes compone la oferta de moneda bizantina, con predominio del oro, como es habitual, y piezas de enorme rareza y alto valor, como este histamenon de Miguel VI (lote nº 865), que podría alcanzar los 20000 euros. Los coleccionistas interesados podrán encontrar una moneda visigoda —–un tremissis de Witerico de la ceca de Ispali (lote nº 872)- en el apartado de emisiones de los pueblos bárbaros, aunque otro tremissis de la misma ceca, aunque acuñado por Suinthila, se ha incluido entre las monedas medievales europeas que se ofertan en el catálogo 209 con el nº 3103.
Para quienes los precios de esta primera subasta de moneda antigua puedan parecerles excesivos, cuentan con un segundo catálogo con piezas más asequibles y una enorme variedad.
Por lo que se refiere a la moneda medieval y moderna, no es de extrañar que predomine la moneda europea y, dentro de esta, la alemana. Se encuentran además, capítulos monográficos dedicados a la moneda de Polonia y a la moneda rusa, en los que es posible que se produzcan remates sorprendentes. Para empezar, allí es donde encontramos las mayores valoraciones previas, plasmadas en el ducado de Pedro I de 1712 (lote nº 4887), que podría alcanzar los 35000 euros; los 5 rublos de Catalina II de 1762 (lote nº 4911), valorados en 30000, o los 12 rublos de platino de Nicolás I (lote nº 4930), en 25000.
Tampoco es desdeñable la presencia de moneda china contemporánea —–series de los pandas-, de moneda estadounidense, además de una gran variedad de emisiones de muy diversos países de los cinco continentes.