La segunda sesión de la subasta extraordinaria de Jesús Vico SA del próximo 9 de octubre estará dedicada a una selección de piezas medievales y modernas del monetario de la Hispanic Society. La estrella, sin duda, la onza de Pamplona, pero se rematarán muchos otros lotes de enorme interés.
El martes 9 de octubre tendrá lugar la esperadísima subasta extraordinaria de Jesús Vico SA con un nuevo conjunto de piezas procedentes de la antigua colección de Archer M. Huntington, depositada en su momento, en la Hispanic Society de Nueva York. En la pasada edición de esta revista les comentamos el amplio capítulo de moneda antigua, que se rematará en la sesión matutina, mientras que por la tarde, a partir de las 16:00 horas, comenzará la puja por los lotes de moneda medieval y moderna, de nuevo con piezas de gran rareza y enorme interés numismático.
Para empezar, veremos un buen surtido de dineros y óbolos del reino de Castilla y León, con ejemplares de gran valor y rareza, incluso algunos de ellos inéditos, como el óbolo acuñado en León para Alfonso VII (lote nº 640), con salida en 1500 euros, o el que sigue en catálogo (nº 641), posiblemente del mismo taller, con un curioso anverso de leones afrontados, cuyo precio inicial es de 2000 euros.
Es muy notable la oferta de morabetinos, comenzando por el acuñado por Fernando II (lote nº 645), con un precio de salida de 3600 euros, y continuando con los de Alfonso VIII, con diferentes fechas de la era de Safar (lotes nº 656-661).
Las emisiones castellanas en oro nos ofrecen también dos magníficas doblas de 35 maravedíes de Pedro I (lotes nº 676-678), de especial rareza la primera, acuñada en la ceca de Burgos, cuyo precio en catálogo es de 4000 euros.
También es posible disfrutar de varias doblas de la banda (lotes nº 717-720) y castellanos y medios castellanos, así como un enrique de gran belleza y distintos grados de rareza. Y además del oro, una amplísima selección de acuñaciones en plata con piezas muy interesantes y a precios muy asequibles.
Posiblemente el lote más interesante de este capítulo es la dobla de Alfonso de Ávila acuñada en Toledo que se subastará con el número 774. Pieza muy rara y con un anverso muy detallista, se presenta a la puja a partir de 10000 euros.
Las emisiones del reino de Aragón se encuentran divididas en dos diferentes capítulos, por orden cronológico, situándose entre ambos las series condales y episcopales catalanas. Del primero hay que destacar un dinero de Jaca de Sancho Ramírez (lote nº 784), calificado como de la más alta rareza, con un precio en catálogo de 2000 euros.
Ya bajo el encabezado de Corona de Aragón, nos topamos con otra de las grandes monedas de esta subasta: el timbre de oro (lote nº 825) de Juan I de Aragón, denominado el Cazador, acuñado en Perpiñán. Se trata de una moneda única en su tipo, que sorprende por la calidad de su grabado, especialmente en el reverso. Saldrá a la puja a partir de 20000 euros.
Aunque en precios muy inferiores, tampoco son comunes los pacíficos y cuartos de pacífico acuñados por Renato de Anjou (lotes nº 860-862) y, en plata, el croat batido en Barcelona por Enrique IV de Castilla (lote nº 859), con salida en 3500 euros.
De la sección dedicada a la moneda del Reino de Navarra, sobresalen los ducados emitidos para Juan III y Catalina (lotes nº 884-887), siendo de especial rareza el último de ellos, posible pieza única, por la que se pujará a partir de 5000 euros.
Fernando el Católico ha merecido por sí mismo un capítulo propio, lo que no es de extrañar al ver las selectas piezas ofertadas. Principados y medios principados de la ceca de Barcelona (lotes nº 889-892), un doble ducado de Valencia (lote nº 904), y además un real de oro de Navarra (lote nº 900) de la más alta rareza, con salida en 7000 euros.
Pero aún nos queda un trío de monedas de calidad excepcional: el ducado de Proclamación de Valencia (lote nº 905), ejemplar también de la más alta rareza, de un tipo que no tuvo continuidad y en la que los escasos ejemplares conocidos proceden de un solo par de cuños. Su precio de inicio es de 10000 euros.
Poco después encontramos el ejemplar de cuatro ducados de Zaragoza (lote nº 907), moneda excepcional y de enorme rareza, se subastará a partir de 20000 euros.
Y hemos dejado para el final cuádruple real de oro de Navarra (lote nº 899), un valor no recogido en las pragmáticas y que se marca en la moneda bajo el busto del monarca. Sale a la puja por 25000 euros.
La oferta en oro de los Reyes Católicos es muy interesante, destacando una pieza de cuatro excelentes de Segovia (lote nº 911), que tiene un precio de inicio de 9000 euros.
Mucho menos habitual es la cuantiosa oferta de emisiones de Juana y Carlos, entre la que sobresale el doble principado (lote nº 1016), con la efigie de los monarcas y su titulación como condes de Barcelona, del año 1521, y cuyo precio de salida es de 10000 euros.
Ya de lleno en la dinastía de los Austrias, este catálogo nos depara la siempre agradable sorpresa de sacar a subasta dos cincuentines. El primero de ellos (lote 1106), del año 1613, pertenece a una emisión conocida por sólo tres ejemplares, de ahí que su precio inicial ascienda a 170000 euros. El otro (lote nº 1135), del año 1626, saldrá a subasta por tan solo 10000 euros.
Y llegamos a la que es sin duda la joya de la subasta, la pieza única que podría romper récords de adjudicación. Hablamos, claro está, de la onza de Pamplona (lote nº 1132), acuñada en 1656, la única moneda de ocho escudos que se fabricó en la capital Navarra. Esta moneda procedía del monetario del Conde de Ezpeleta, a cuya colección habrían pertenecido otras piezas únicas que pasaron a la de Huntington. Se trata de la moneda de mayor valor acuñada en la historia de Navarra y sus cuños se conservan en el Museo de Navarra. El precio de salida supera el medio millón de euros, 525000, de modo que de adjudicarse aunque fuera en su valor inicial, superaría los 450000 euros en que se remataron los diez excelentes de la pasada subasta de la HSA en junio.
Frente a esta moneda, piezas que en otras circunstancias hubieran merecido un tratamiento especial, han quedado un tanto deslucidas, por lo que les recomendamos que revisen cuidadosamente el catálogo y así podrán admirar otras joyas como los cuatro escudos de Segovia de 1683 (lote nº 1181), para Carlos II, que salen por un precio de 14000 euros.
Y, por supuesto, la rarísima onza segoviana de Luis I (lote nº 1220), la única de las emisiones de su brevísimo reinado que lleva la fecha real en la que este discurrió: 1724. Además es la última emisión del Real Ingenio de Segovia, lo que se traduce en la extraordinaria calidad de la acuñación. Esta excepcional moneda se subastará a partir de 75000 euros.
Entre las monedas más modernas, sin duda hay que destacar el duro acuñado en 1811 en El Real de Catorce para Fernando VII (lote nº 1266), uno de los escasísimos ejemplares conocidos, que sale a la puja por 45000 euros.
Casi contemporáneas a la formación de la colección Huntington son las monedas acuñadas por el Gobierno Provisional en 1869, como la peseta que sale con el nº 1314 o la pieza de 20 céntimos (lote nº 1308), esta última a partir de 4000 euros.
En resumen, aún quedan muchas joyas numismáticas en la antigua colección de la Hispanic por las que pujar, e innumerables piezas muy interesantes, aunque más comunes, por precios asequibles para cualquier bolsillo.