Nuevo éxito de Áureo & Calicó

Nuevo éxito de Áureo & Calicó

Nuevo éxito de Áureo & Calicó 500 264 admin

La subasta en sala del mes de abril se salda con más del 90% de los lotes vendidos y algunos altos remates en el oro, con ejemplares que han superado los 20000 euros de adjudicación, como es el caso de esta onza sevillana que llegó hasta los 23000.

Otra subasta en sala de Áureo & Calicó y otro éxito de ventas de la prestigiosa firma barcelonesa. El remate correspondiente al mes de abril, que se ha celebrado el jueves 26, se ha saldado con un porcentaje de lotes vendidos que supera el 90%, y que se ha mantenido muy estable en cualquiera de los diferentes apartados del catálogo ofertado. De nuevo han sido las piezas de oro las que han alcanzado los precios más altos, empezando por los áureos romano-imperiales. En este capítulo, con el que se iniciaba la subasta, pudimos ver subidas porcentualmente muy altas en algunos denarios que multiplicaron varias veces sus precios en catálogo, pero lo más destacable fueron los remates obtenidos por los ejemplares de oro. La palma se la llevó el exquisito áureo de Caracalla (lote nº 83) con el busto juvenil del emperador en el anverso y la personificación de Securitas en el reverso, que salía a subasta a partir de 6000 euros y se ha adjudicado en nada menos que 22000. Tampoco es despreciable la subida de un sólido a nombre de Valentiniano (lote nº 101), de la ceca de Antioquia, con inicio en 600 euros y rematado en 3200.

De la sección dedicada a moneda hispánica antigua hay que señalar dos importantes subidas de sendos denarios. El primero, de la ceca de Iltirta, con leyenda iltirtasalirban (lote nº 138), salía en 300 euros y ha subido hasta los 1100; el segundo del taller celtibérico de Turiasu, tenía un precio de 400 euros en catálogo, que se ha visto triplicado en la puja hasta llegar a los 1200.

El capítulo de moneda visigoda presentaba ejemplares muy interesantes, entre ellos un par de piezas únicas que se han rematado con resultado desigual; mientras que el tremis de Gundemaro de la ceca de Calapa (lote nº 177) se ha quedado en su precio de salida, esto es 5000 euros, el acuñado por Égica en Elvora (lote nº 182) ha subido desde un inicio en 1500 euros hasta 2800 de remate. Mayor ha sido la subida, sin embargo, de la pieza de Chindasvinto del taller de Ispali (lote nº 180), que ha visto subir por encima del doble su precio de salida de 1500 euros al ser adjudicada en 3200.

Entre las emisiones monetarias de la Edad Media señalaremos sólo un par de lotes, uno de las series andalusíes y otro de los reinos cristianos, por ser las subidas más llamativas en un capítulo bastante estable. En el primer caso nos encontramos con una espectacular dobla nazarí de Muhammad V (lote nº 198), cuyo precio en catálogo era de 1500 euros y que se ha rematado en 4500, el triple de su salida. La segunda moneda es bastante más discreta en su apariencia, un dinero de Alfonso VII (lote nº 317), atribuido con dudas a la ceca de Toledo, que salía a subasta por 300 euros y se ha adjudicado en el cuádruple, 1200.

Antes de entrar de lleno en el capítulo que se viene denominando “Monarquía española”, hay que mencionar el remate del raro medio excelente de Toledo (lote nº 334) de los Reyes Católicos en 4400 euros, frente a un precio en catálogo de 4000. De nuevo el oro vuelve a cobrar protagonismo y se producen subidas más o menos espectaculares, por ejemplo la pieza de dos escudos de Sevilla que salía con el nº 469 y 600 euros, se remató en 1500; o los ocho escudos de Lima de 1757 (lote nº 515), pasaron de 1500 en catálogo a 3700 de remate. Aunque estas alzas se quedan en nada si las comparamos con la que vivió la onza nº 619, acuñada en Madrid por Carlos III en el año 1784, que salía a la puja por 2500 euros y se remató nada menos que en 16000.

Esta subasta presentaba una colección de monedas de oro y plata de Carlos IV (lotes 655-842), que contó con una muy buena acogida entre los coleccionistas y en cuyo remate se vivieron pujas muy animadas, de ahí que sea en este apartado donde se hayan registrado las subidas más notables. Como término medio, la mayoría de las piezas con salida más alta vieron incrementarse su precio en alrededor de un 10%, porcentaje que pulverizaron remates como el de la onza nº 821, acuñada en Potosí en 1791, que partiendo de 6000 euros, un inicio nada despreciable, se adjudicó en más del doble, 13000.

Pero fue la pieza de ocho escudos de la ceca de Sevilla que salía con el nº 842 la que se confirmó como estrella de la subasta. Partía con el precio más elevado de todo el catálogo, 12000 euros, que vio cómo, tras una animada puja, se convertían en casi el doble, 23000.

Con este remate espectacular terminó la subasta de la colección de Carlos IV y se procedió al descanso, tras el que la puja se reanudó con algo de menos de fuerza. Los porcentajes de ventas continuaron en niveles altísimos, pero los remates no subieron tanto y quedaron sin venderse algunos de los lotes de mayor valor. Aún así, se vieron subidas interesantes, como la de la peseta del año 1946*1948 (lote nº 1006), que se remató en 3750 euros frente a los 2500 de salida.

Así pues, un mes más hemos podido asistir a un gran remate numismático que esperamos se convierta en costumbre en el mercado español.

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