La moneda romano-republicana y la española moderna y contemporánea entre los capítulos con mejor acogida en este remate, que ha tenido lugar en Madrid este pasado miércoles 26 de junio.
Los salones del Hotel Meliá Castilla de Madrid albergaron la tarde del pasado miércoles 26 de junio el último remate en sala antes del verano de la firma Ibercoin. Se sometían al veredicto del martillo un total de 1374 lotes de capítulos muy variados, entre los que destacaron por la buena acogida que tuvieron entre los coleccionistas los dedicados a la moneda romano-republicana y las diferentes secciones de moneda española moderna y contemporánea.
La subasta se inició con la sección de moneda antigua, en la que se ofertaban piezas desde moneda griega a romano-imperial, pasando por las emisiones hispánicas. Por encima de todos los capítulos destacó el de moneda romano-republicana, formado casi exclusivamente por denarios, en el que se adjudicaron la práctica totalidad de los lotes. El mejor remate fue para este denario de Pompeyo (lote nº 2152), que se adjudicó en los 950 euros de salida.
En cuanto a la moneda imperial, hay que destacar la subida de este sestercio de Trajano (lote nº 2177), con la personificación de Fortuna en el reverso, que pasó en la puja de 900 euros en catálogo a 1130 de remate.
Hay que señalar que no se vieron subidas demasiado importantes en ninguno de los capítulos del remate, y en el caso de los valores más altos las adjudicaciones se despegaron poco de los precios de inicio. Así ocurrió con los sólidos bizantinos o los tremises visigodos y sería la tendencia general en la mayoría de las secciones.
El periodo medieval no estuvo muy animado ni en lo que se refiere a las emisiones andalusíes ni a las de los reinos cristianos y habría que llegar al capítulo conocido como de monarquía hispánica para que las pujas se revitalizaran. En 1900 euros se adjudicó este doble excelente de los Reyes Católicos (lote nº 2425) de la ceca de Sevilla, algo por encima de sus 1800 de salida.
Los dos escudos de Felipe II de la ceca de Toledo (lote nº 2454) se remataron en los 1600 euros en que se había fijado su puja mínima.
Con la llegada de los Austrias se notó una vez más el tirón de las piezas de oro, aunque las subidas no fueran demasiado altas y pocos ejemplares superaron los 1000 euros de remate. Entre ellos, esta onza de Carlos III de Popayán (lote 2590), con fecha 1763/2, perteneciente a una emisión con muy pocos ejemplares conocidos, que se adjudicó en 1800 euros.
En cuanto a las piezas de plata, este columnario (lote nº 2541) de Méjico de 1759 para Fernando VI pasó en la puja de 475 euros en catálogo a 620 de martillo.
Otro de los capítulos que registró muy buenos porcentajes de ventas y algunas subidas notables fue la amplísima sección dedicada a las emisiones de Isabel II. Entre los lotes que duplicaron su precio de inicio se encuentra este real de Madrid de 1838, DG (lote nº 2735), en estado de conservación casi sin circular que salía a subasta a partir de 400 euros y se adjudicó en 800.
Aún mayor fue la subida de esta peseta de 1869 (lote nº 2875), con la que ilustramos la portada de esta noticia. Acuñada en Madrid, con marca SNM y leyenda ESPAÑA, es la más rara del Gobierno Provisional. Su precio subió desde 600 euros en catálogo a 1900 de remate.
Desgraciadamente, el ejemplar de 25 pesetas de Alfonso XII de 1881, que se subastaba con el número de lote 2943, a partir de 40000 euros, la moneda más cara del catálogo, no encontró comprador.
En cuanto a la moneda extranjera, una vez más fue una pieza rusa la que se alzó con el precio más alto. Hablamos de este ejemplar de 10 kopecs (lote nº 3219) que pasó de 1500 de salida a 1900 de adjudicación.