El pasado martes día 3 de mayo ha tenido lugar la segunda subasta de este año de las firmas barcelonesas en la que salían a la venta más de mil lotes de monedas y billetes especialmente españoles. La calidad de la oferta se ha visto compensada con subidas que, en algunas ocasiones, han superado el doble del precio de salida.
Comenzó la subasta con los lotes de moneda antigua, en concreto de emisiones griegas, si bien algunas de las piezas de mayor valor, como la didracma de Neápolis (lote nº 3), la estátera de Thouiroi (lote nº 5) o las tetradracma de Akragas (lote nº 6) y Éfeso (lote nº 18) no se vendieron. La estátera de Filipo II de Macedonia (lote nº 29) se mantuvo en sus 1400 euros iniciales. En cambio, tuvieron mucha mejor salida las monedas cartaginesas (lotes 23-28), ya que casi todas superaron en la puja el doble del precio de salida. En el caso del shekel nº 25, pasó de los 1200 iniciales a ser rematado en 2650, una de las subidas más notables de la subasta.Pocas alzas se vieron, en cambio, en el capítulo de moneda hispánica, aunque la oferta era atractiva y variada. Respecto de los denarios republicanos, podemos decir que el porcentaje de ventas fue muy alto, en consonancia con la calidad de las piezas. Allí se vieron subidas porcentualmente muy altas, aunque en principio puedan pasar desapercibidas por el bajo precio de salida: véanse por ejemplo, el lote nº 111, que pasó de los 65 iniciales a los 307 de remate, o el nº 133, de 75 a 300. Otro denario acuñado por Bruto (lote nº 149) subió desde los 225 euros a 1125. En lo que se refiere a moneda imperial, el áureo de Augusto con las figuras de Cayo y Lucio, que salía con el nº 176 A y un precio de 1300 euros, ha sido rematado en 2450. También tuvo buena salida el oro bajo-imperial y bizantino, aunque no con grandes subidas.La misma consideración puede aplicarse a las monedas visigodas, piezas en muy buen grado de conservación pero de tipos comunes, que se han vendido en su mayor parte, pero por precios muy poco por encima de los iniciales. El ejemplar más raro de este capítulo, el tremis de Witerico (lote nº 244) se ha quedado sin vender.Las monedas medievales, tanto andalusíes como de los reinos cristianos, no han conseguido altas subidas en las pujas, y algunas de las piezas más interesantes no se han vendido, al igual que ha sucedido con las series de los Reyes Católicos. Hay que llegar hasta los Borbones para encontrar de nuevo precios altos en la subasta. Por ejemplo, un ejemplar de 8 reales de Felipe V de la ceca de Méjico de 1733 (lote 414) salía por 1500 euros y se ha rematado en 2000.Una onza de este mismo monarca, también de Méjico de 1746 (lote 421) ha subido desde los 2800 iniciales a los 3150.De Fernando VI se lleva la palma otra pieza de ocho escudos (lote 457), de la ceca de Santiago de 1754, que se ha rematado en 2950 euros.Algo más ha subido la onza de Fernando VII acuñada en Potosí (lote nº 670) en 1822: desde los 1400 a los 1850 finales.Algunas de las subidas más altas las hemos encontrado entre las emisiones correspondientes a la II República y la Guerra Civil, como el lote nº 812, moneda de 15 céntimos de 1937 emitida en Olot que partía de 2800 euros y se ha rematado en 5000.Ya con Franco, un ejemplar de peseta de 1946 (19-48) (lote 819), ha subido en la puja desde los 2200 iniciales a los 4200 euros.Del capítulo de moneda extranjera comentábamos, entre otras series, la presencia de moneda china. Una de estas piezas (lote nº 895) de 50 yuan ha sido finalmente rematada por más del doble de su precio inicial: 3405 euros. En cuanto al selecto lote de billetes con el que se cerraba la venta, han sorprendido las subidas de los dos últimos lotes (1057 y 1058), emitidos por el Consell general de les Valls d’Andorra durante la Guerra Civil: el primero desde 300 euros iniciales ha sido rematado en 1000, y el segundo que partía de 700, en 1200. Por lo demás, en pocas ocasiones se ha conseguido un remate por encima del precio de salida.