Esta pieza de 10 rublos del zar Alejandro III se convirtió en la moneda más cara del remate que celebró el pasado jueves la firma madrileña. Subió desde 2.000 euros en catálogo hasta 46.000 de martillo, desbancando del primer puesto a su compañera de la emperatriz Isabel. Pero hubo otros muchos remates interesantes y un buen porcentaje de ventas.
La sede de la veterana firma Jesús Vico S. A. acogió una vez más la tarde del pasado jueves 2 de junio una animada subasta en sala. En esta ocasión habían preparado un catálogo con cerca de mil lotes que incluían moneda antigua, española y extranjera y que obtuvieron en general una buena aceptación por parte de los coleccionistas.
La subasta comenzó con la moneda hispánica, un capítulo que se saldó con un buen porcentaje de ventas y en el que se vieron adjudicaciones como la de este denario de Bentian Benkota (lote nº 18), que consiguió un precio de martillo de 1.200 euros. El denario transicional de Osca (lote nº 71) a nombre de Domicio Calvino se quedó en los 1.400 euros de salida.
En el resto de moneda antigua, lamentablemente, las importantes piezas griegas que salían a subasta ––las tetradracmas de Regio (lote nº 112) o Akragas (lote nº 115)- no se vendieron, pero en cambio los áureos romanos sí vieron algunas subidas importantes. Por ejemplo, el de Nerón con reverso Júpiter Custos (lote nº 269) duplicó su precio de salida al rematarse en 3.800 euros y porcentualmente subió algo más incluso este otro de Vespasiano (lote nº 275), que pasó de 2.100 en catálogo a 4.400 de adjudicación.
El remate más alto de estas piezas lo obtuvo este áureo de Tito (lote nº 279), con una curiosa representación de la personificación de la Annona entronizada en el reverso, raro y en excelente estado de conservación, que pasó en la puja de 6.000 de puja mínima a 9.000 de martillo.
Otro capítulo importante de esta primera parte de la subasta era el de las emisiones suevas y visigodas. El tremís suevo (lote nº 381), quizás de la ceca de León, subió de 3.500 a 5.000 euros.
Las piezas visigodas se mantuvieron con un alto porcentaje de ventas pero subidas moderadas. Así, el tremís de Sisebuto del taller de Saldania (lote nº 394), pieza única y de una rareza excepcional, se remató en sus 10.000 euros de salida.
Entre las emisiones de los reinos cristianos peninsulares, las adjudicaciones más altas las encontramos de nuevo entre las monedas de oro. Por ejemplo, esta hermosa dobla de Pedro I de la ceca de Sevilla (lote nº 444) duplicó su precio al ser rematada en 4.000 euros, y el castellano también de Sevilla de Enrique IV (lote nº 454) subió de 2.000 euros en catálogo a 3.200 de martillo.
La moneda española mantuvo en general una línea moderada en lo que a subida de precios se refiere, al mismo tiempo que un alto porcentaje de ventas, sin que hubiera sorpresas llamativas en las adjudicaciones. Estas llegaron con la moneda rusa y en primer lugar con esta moneda de 10 rublos (lote nº 956), acuñada en la ceca de Moscú para la emperatriz Isabel I en 1756, por la que se había fijado una puja mínima de 17.000 euros, que quedaron muy por debajo de los 42.000 en que finalmente se remató.
Todos los lotes de moneda rusa se fueron adjudicando tras animadas pujas en sala, más el teléfono e internet, pero aun así no se esperaba la campanada que dio la moneda de 10 rublos del zar Alejandro III (lote nº 970), acuñada en San Petersburgo en 1890. Salía a subasta en 2.000 euros y tras continuas subidas de cartón, llegó a nada menos que 46.000 de martillo.
Aún faltaba alguna que otra subida, como este ducado de Leopoldo I de Transilvania (lote nº 984), que pasó de 600 a 3.100, casi para concluir el remate. Desde luego, quedó claro que tras unos meses en los que parecía haber decaído, la moneda rusa vuelve a estar fuerte en el mercado.
Recuerden que pueden consular todas las adjudicaciones y los lotes disponibles en la web de Jesús Vico: www.jesusvico.es o pinchando sobre su anuncio en la portada de esta revista.