Del 4 al 10 de octubre en Osnabrück se rematarán cinco nuevos catálogos, empezando por órdenes y condecoraciones y terminando con moneda antigua, pasando por monedas y medallas medievales y modernas de toda Europa, especialmente alemana, inglesa y rusa.
Los cinco días laborables de una semana se han quedado cortos esta vez para rematar la cuantiosa oferta que ha preparado la firma alemana Künker para su subasta de otoño, así que a la semana del 6 al 10 de octubre han añadido el sábado 4, cuando tendrá lugar el remate de la subasta dedicada a órdenes y condecoraciones.
Este primer catálogo se presenta como uno de los platos fuertes de la oferta. Se trata de la décima subasta monográfica que Künker dedica a este tema y presenta piezas fuera de lo corriente, como la insignia rusa de la Orden Imperial de San Andrés Apóstol (lote nº 1121), con un precio de adjudicación estimado de 750.000 euros. Esta condecoración sólo se otorgaba a familiares directos del zar, jefes de estado extranjeros, personalidades y militares de altísimo nivel, y parece que proviene de la familia Romanov.
Aunque la colección de órdenes y condecoraciones de Rusia, gracias a esta y a otras piezas, concitará mucho interés, la oferta supera los 1600 lotes con ejemplares procedentes de toda Europa.
El catálogo siguiente, el número 254, se dedica a monedas y medallas de la Edad Media y la Edad Moderna, especialmente europeas, pero también de ultramar y, por supuesto, alemanas. En la primera sección es posible encontrar verdaderas joyas, que merecerán un repaso detenido por parte de los coleccionistas de emisiones extranjeras. Especialmente numeroso e interesante es el conjunto de moneda suiza, con 190 lotes desde la Edad Media hasta el siglo XX, pero tampoco hay que dejar de lado la moneda china, que puede dar alguna sorpresa. Por mencionar sólo alguna pieza que tenga relación con España, nos hemos fijado en este doble ducatón de Felipe IV (lote nº 2314), batido en Milán en 1641, por el que se espera alcanzar en la puja 25000 euros.
En este catálogo también salen a subasta la colección de Horst Nussman, dedicada a monedas y medallas de Henneberg, con aproximadamente 250 lotes que van de los siglos XIII a XVIII, además de casi ciento cincuenta lotes de papel moneda y una colección de balanzas para monedas enormemente interesante.
Con el catálogo 255 llega la subasta de la primera parte de la colección de Ernst Otto Horn, uno de los grandes atractivos de esta subasta, que comprende casi setecientos lotes de monedas de toda Europa en excelentes condiciones, además de las piezas alemanas.
La segunda sesión del remate de este catálogo estará dedicada a moneda inglesa y rusa. La primera parte presenta casi cuatrocientos lotes de monedas desde la época de Cromwell, con una gran variedad de denominaciones y precios. Otros cuatrocientos lotes componen la parte rusa, que, como es habitual en las subastas de esta firma, contiene unas cuantas rarezas, como rublos de Pedro I de 1720, de Catalina I de 1727 o de la zarina Isabel de 1756, cada uno de ellos con una estimación de adjudicación de 20000 euros.
La moneda de oro y la alemana posterior a la unificación se reparten el catálogo nº 256. En el primer caso el coleccionista interesado encontrará una amplia oferta de moneda extranjera, especialmente europea —–también española, a partir del lote 6802-, con series italianas, suizas, también inglesas o chinas.
Aquí es posible encontrar monedas conmemorativas contemporáneas de emisiones muy limitadas, como es el caso de esta rarísima prueba de 5 marcos de la antigua República Democrática Alemana (lote nº 7951), de la que sólo se acuñaron 10 ejemplares, que podría alcanzar los 20000 euros.
Por último, terminamos este rapidísimo repaso con el catálogo final, dedicado a la moneda antigua, que saca a subasta cerca de mil quinientos lotes, aunque, para ser estrictos, abarca también hasta las emisiones de los cruzados. Entre la oferta destaca una selección de piezas de la denominada “Colección de un esteta”, elegidas por la calidad de sus grabados, además de valiosos ejemplares de áureos imperiales, como este de Licinio (lote nº 9099), con puja mínima de 48000 euros.
Como verán la oferta es apabullante, por lo que casi seguro, sea cual sea su interés numismático, encontrarán algún lote de su gusto, aunque solo sea para deleitarse en su contemplación.