En 96000 euros se remataron los seis rublos de platino de Nicolás II y se convirtieron en la estrella de una subasta en la que las monedas extranjeras tuvieron un gran protagonismo, pero en la que la amonedación española también tuvo una buena acogida.
Una vez más tenemos que comenzar hablando de un remate estratosférico conseguido por una moneda rusa. En esta ocasión la pieza que ha superado todas las expectativas de precio ha sido un ejemplar de seis rublos en platino del zar Nicolás II, acuñados en el año 1836, que salían a subasta en el último remate de Martí Hervera, Soler y Llach este pasado martes en Barcelona, al “módico” precio de 15000 euros. Y entrecomillamos “módico” porque la adjudicación final en cerca de cien mil euros -–en concreto 96000- multiplica por más de seis la valoración de inicio. Aunque si hablamos de subidas porcentualmente altas, difícilmente podrá superarse la experimentada por la pieza de un rublo del año 1886, del zar Alejandro III (lote nº 1149) con salida en unos modestísimos 35 euros y rematada en 1300.
Aunque sin alcanzar estos valores, en líneas generales, la moneda extranjera, de la que se ofertaba en esta ocasión una selección muy interesante y variada formada por más de un centenar de lotes, ha tenido unos resultados muy exitosos, con un 90% de piezas vendidas y resultados. No sólo Rusia alcanzó estos remates tan reseñables, hay que destacar también que se vendieron la totalidad de los lotes de moneda portuguesa y brasileña, la buena salida de las piezas italianas, algunas sorpresas como la subida de una pieza de la antigua Checoslovaquia (lote nº 1076) hasta los 1800 euros, y no por más esperado menos importante, remate de la pieza de 5 guineas de Guillermo III de Gran Bretaña del año 1701 (lote nº 1103) en 7100 euros, más del doble de su salida.
Algo menor ha sido el porcentaje de ventas de la moneda española, aunque siempre en valores altos que rondan el 75% de la oferta. Los lotes de mayor valor de salida, tanto en las series antiguas como en las españolas, se mantuvieron cerca de los precios iniciales, con subidas moderadas. Entre las más notables, la de esta pieza de 8 reales de la ceca de Segovia, acuñada en 1729 (lote nº 481), que salía a subasta a partir de 1400 euros y se adjudicó en 2300, o, por citar una pieza de oro, los dos escudos sevillanos de 1618
(lote nº 401) que vieron triplicar su precio en catálogo al rematarse en 1800 euros.