Dentro del derecho premial que ha existido en España, un caso muy singular, lo supuso la creación, durante el efímero reinado de Amadeo I de Saboya (1870-1873), de la Orden Civil de María Victoria que podemos considerar como el precedente más inmediato de la Orden Civil de Alfonso XII (1902-1931), y de la actual de Alfonso X el Sabio
La Orden Civil de María Victoria fue instituida por Real Decreto de 7 de julio de 1871 (“Gaceta de Madrid” del 12 julio 1871) y lleva como denominación el nombre propio de esposa de Amadeo de Saboya, y por tanto reina consorte de España, María Victoria dal Pozzo della Cisterna (1847-1876) princesa de la Cisterna y de Belriguardo por derecho propio, que fue blanco del sarcasmo a su llegada a la Villa y Corte, ya que los madrileños no tuvieron que esforzarse mucho para hacer juegos de palabras con tan evidentes apellidos.
Reina consorte de España, María Victoria dal Pozzo della Cisterna (1847-1876)
Fue el ministro de Fomento Manuel Ruiz Zorrilla quien animó a la creación de una condecoración que premiara los eminentes servicios prestados a la instrucción pública, bien creando, dotando o mejorando establecimientos de enseñanza, publicando obras científicas, literarias o artísticas de reconocido mérito, o fomentando de cualquier otro modo las ciencias, las artes, la literatura o la industria.
El ingreso en esta Orden se producía bien a instancia del propio interesado, por iniciativa del ministro de Fomento o por propuesta razonada hecha por establecimientos oficiales de enseñanza o corporaciones académicas que sin ser oficiales tuvieran una existencia legal.
La Orden constaba de tres categorías, según se recoge en el reglamento aprobado el 18 de julio de 1871 (“Gaceta de Madrid” del 22 de julio de 1871):
Modelo de la Gran Cruz de la Orden Civil de María Victoria.
Gran cruz
Consistente en una cruz de Saboya esmaltada de blanco, con el anagrama coronado de la reina María Victoria (M.V.) en el centro, y cargados los extremos de los brazos de los escudos de Castilla, León, Aragón y Navarra, en sus esmaltes y colores; puesta sobre un círculo rojo las inscripciones “ARTES, LETRAS, INDUSTRIA, CIENCIAS” entre los brazos, rodeado a su vez de una corona de laureles verdes, y todo ello dispuesto sobre una placa rafagada de oro, de ocho puntas.
Cruz de primera clase con cinta en color amarillo oro propio de la Facultad de Medicina, que acreditaba que la persona
a la que se otorgó pertenecía a esa disciplina del saber.
Cruz de primera clase
La insignia es una cruz de brazos ensanchados, cada uno de ellos esmaltado con las armas de Castilla-León-Granada (superior), Aragón (derecho), Navarra (izquierdo) y Saboya (inferior); entre los brazos, unas ráfagas doradas. Sobre el centro de la cruz, un círculo esmaltado de negro contiene el anagrama coronado de la reina María Victoria (M.V.), todo de oro, y rodeado de una orla de esmalte azul marino. En el reverso, el centro llevaba la inscripción: “PREMIO AL MERITO”, entre dos laureles, y en cada uno de los brazos figuran inscritos, respectivamente las leyendas “ARTES, LETRAS, INDUSTRIA, CIENCIAS”.
Cruz segunda clase
Esta condecoración consistía en una cruz de brazos esmaltados con el mismo diseño que el descrito para la cruz de primera clase pero en tamaño menor.
Estas categorías se distinguían entre ellas, en cuanto a su uso, por llevar placa y banda la primera (Gran cruz), por el empleo de una cruz pendiente del cuello la segunda (Cruz de primera clase) y por una cruz más pequeña colocada al lado derecho del pecho y pendiente de una cinta para la Cruz de segunda clase.
Los colores preceptivos para la banda y cintas de la Orden Civil de María Victoria venían determinados por aquellos que eran distintivos de las Facultades y Escuelas especiales según se recogía en el artículo 225 del Reglamento de Universidades del reino de 22 de mayo de 1859 y la Real orden de 12 de diciembre de 1863, que eran los siguientes: Medicina – Amarillo oro; Teología – Blanco; Derecho – Rojo; Farmacia – Morado; Filosofía y Letras y Diplomática – Azul celeste; Ciencias exactas, físicas y naturales – Azul turquí; Escuelas Industriales, Artes y Oficios, Comercio – Turquí y negro; Bellas Artes – Rosa; Arquitectura y Construcciones Civiles – Turquí y rosa; Ingenieros de Montes – Turquí y violeta; Ingenieros de Minas – Turquí y anaranjado; Náutica y construcciones navales – Negro y verde mar; Enseñanza primaria – Blanco y verde.
Eran méritos suficientes para recibir esta distinción entre otros: el haber creado o dotado algún establecimiento de enseñanza que por lo menos se mantuviera en funcionamiento durante tres años; el establecimiento de una industria nueva de utilidad general y que llevara en existencia cinco años; ser catedrático de número de la enseñanza oficial por oposición y con 15 años de antigüedad habiendo publicado alguna obra de reconocido mérito o el haber hecho tres oposiciones a cátedras; el desempeño durante 15 años del cargo profesor de primera enseñanza sin nota desfavorable obteniendo brillantes resultados, siendo recomendación especial el haber creado enseñanzas de adultos u otras extraordinarias. Se podía conceder, también, a los premiados en concurso público de carácter general en España o en el extranjero por una obra o invento, siempre que el premio fuera único o si se hubiera obtenido una medalla de primera clase en Exposición Nacional de Bellas Artes o Universal extranjera asimismo como a los que hubieran obtenido al concluir la carrera dos terceras partes de premios en el número total de asignaturas o si se publicaba una obra de consulta en los diversos ramos de la instrucción pública, o un libro cuya importancia sea generalmente reconocida siendo mérito especial que la obra tenga por objeto la popularización de alguna ciencia o arte.
Para la representación oficial de la Orden, y con el fin de establecer y mantener las relaciones de la misma, como corporación, con el Ministerio de Fomento y el Gobierno, quedó instituida, en Madrid, una Asamblea compuesta del caballero Gran Cruz más antiguo que ejercía de presidente; el siguiente en antigüedad y con el mismo grado de Gran cruz, como vicepresidente, y siete vocales, tres por lo menos con cruz de primera clase, ejerciendo de secretario el más moderno de entre esos vocales.
Manuel Bretón de los Herreros, primer presidente de la Asamblea de la Orden Civil de María Victoria.
En virtud de la disposición anterior el 17 de septiembre de 1871 se nombra a los miembros de la Asamblea de la Orden Civil de María Victoria, siendo designado como primer presidente Manuel Bretón de los Herreros que dimitió por razones de salud en 1872 (no en vano fallecería al año siguiente), que fue reemplazado el 4 de diciembre de ese año por el también escritor Antonio García Gutiérrez, autor del drama “El trovador”, que sirvió de inspiración para la ópera del mismo nombre de Giuseppe Verdi.
La Orden Civil de María Victoria tuvo una vida muy corta siendo disuelta tras la proclamación de la Primera República por Decreto de 7 de mayo de 1873 que lleva la firma del entonces ministro de Fomento Eduardo Chao.
Entre otros prohombres de la época a los que se le otorgaron esta condecoración destacan en su clase de Gran cruz: Juan Manuel de Manzanedo, Hilarión Eslava, Juan Eugenio Harzenbusch, Juan Valera, José Zorrilla, Emilio Arrieta, Francisco Asenjo Barbieri, Segismundo Moret, Ramón de Campoamor, Adelardo López de Ayala, Federico de Madrazo, Patricio de la Escosura o Nicolás María Rivero.
Autor/a: David Ramírez Jiménez