Este pasado día 14 de abril, en el marco de la feria internacional de Chicago, ha tenido lugar la subasta de moneda antigua conducida por Gemini VIII-Heritage Numismatic Auctions, de la que les dimos noticia en la pasada edición de esta revista. Repasaremos ahora algunos de los resultados de la puja.
El catálogo de la subasta presentaba 552 lotes de exclusivas piezas, desde las primeras emisiones griegas hasta Bizancio y algunas emisiones medievales europeas. Finalmente se vendieron el 90% de las piezas, con un volumen total de más 3.300 millones de dólares. Los precios, sin embargo, no subieron demasiado con respecto de las estimaciones iniciales, al menos en lo que hemos podido constatar revisando las piezas más importantes. Comenzó la subasta con la moneda griega, en la que salían a la venta piezas tan espectaculares como una tetradracma de Akragas (lote nº 10) que tenía una estimación previa de 95000 dólares y finalmente se quedó en 86.250. Otra pieza importante era la tetradracma de Naxos (lote nº 13), que se calculaba podría alcanzar los 185000, si bien se remató en 174.800. 
Tampoco alcanzó las expectativas la estátera de electrón de Mileto (lote nº 74), valorada en 80000 dólares, ya que fue adjudicada por 74750.En cambio, el triple siclo de Cos (lote nº 80), superó ligeramente los 90000 dólares estimados, quedándose en 92000. Mucho mayor fue la subida que experimentó la moneda de Cleopatra VII (lote nº 133), pieza de bronce, que tenía una estimación inicial de 50000 y se remató por 60375 dólares. 
En las piezas imperiales observamos una tendencia similar: el áureo nº 257, con los retratos de Octaviano y Julio César, se quedó en 30000 dólares, cuando lo previsto era que llegara a 39000. El que mostraba la efigie de Antonia, madre de Claudio I (lote nº 279) no se vendió. Por el contrario, la impresionante pieza de Adriano con la personificación de Hispania en el reverso (lote nº 330), cuya estimación estaba en 14000 dólares, casi duplicó esta cantidad siendo finalmente adjudicada por 27600. 
Cerca, pero sin alcanzar las previsiones, se quedaron los áureos de Aelio César (lote nº 336) -35375 frente a 37000 estimados- y de Diadumeniano César (lote nº 388) -37375 frente a 38000-. Más éxito tuvieron los áureos de Carino (lote nº 424) y de su esposa Magna Urbica (lote nº 425). El primero se vendió por 25300 dólares, cuando su estimación era de 21500 y el de su mujer se elevó muy por encima de los 42000 calculados, adjudicándose en 69000. El áureo de Numeriano (lote nº 426), cuya valoración inicial era de 26000 dólares, se adjudicó en 43125, en cambio el de Licinio I (nº 434) no se vendió. Otra de las piezas estrella de la subasta era el medallón de dos sólidos acuñado por Constancio II (lote nº 448, en la portada de esta noticia), y no defraudó, aunque tampoco sufrió un alza espectacular sobre los 110000 dólares previstos, siendo rematada en 126500. En cambio, se quedó sin vender el sólido de Licinia Eudocia, esposa de Valentiniano III (lote 500), que presentaba un rarísimo retrato frontal de la emperatriz, para el que se calculaba un remate de 75000 dólares, lo mismo que sucedió con las dos piezas acuñadas en Sicilia por Pedro I de Aragón (lotes 536 y 537), que aparecían en el pequeño capítulo de moneda medieval con el que se cerraba la subasta.
Autor/a: Redacción