Antes de describir las pruebas de las emisiones realizadas por la Generalitat de Cataluña fechadas con posterioridad a la Guerra Civil, hay que hacer algunos comentarios aclaratorios. En primer lugar, a pesar de haber revisado los decretos de la Generalitat de Cataluña, incluidos los emitidos en el exilio, no hemos encontrado ningún decreto en el que se autorizara emisiones de billetes.
En segundo lugar, ¿qué sentido tiene pretender que circulen unos billetes en un territorio al que no se tiene el menor acceso? ¿Pura imagen política?
En tercer lugar, el estilo del diseño de los billetes parece obedecer a la misma mano que los del 36, es decir a Josep Obiols. Este acreditado grabador no se exilió en Francia sino que permaneció en Cataluña trabajando, concretamente en los murales del monasterio de Nuestra Señora de Montserrat, por lo que su participación en el diseño de un billete de la Generalitat en el exilio sería totalmente impensable. Por otra parte, aparentemente, la impresión parece de Oliva de Vilanova.
De lo anteriormente expuesto sólo puede desprenderse que estos billetes no reflejan una realidad en sus leyendas, al menos en cuanto a fechas, o, con más claridad, creemos que la ejecución de estos billetes no es contemporánea con las fechas contenidas en ellos.
Emisión 15 de setiembre 1940
A pesar de que la Guerra Civil finalizó en 1939, lo que condujo al gobierno de la Generalitat al exilio, se conocen billetes de 2,50 y 5 pesetas fechados el 15 de septiembre de 1940, como fecha de autorización de la emisión y apoyándose en el “Decret de 5 de Setembre del 1936”, en el caso del billete de 2,50 pesetas y del “Decret de 11 de Setembre del 1936” en el caso del billete de 5 pesetas. Revisados los boletines de la Generalitat no existen decretos sobre emisión de billetes en estas fechas.
Las pruebas de los billetes de 2,50 pesetas están realizadas en huecograbado, imprimiéndose las leyendas con diferente plancha en una segunda pasada. El papel es de la casa Guarro idéntico al utilizado en los billetes emitidos en 1936. El anverso presenta un diseño muy similar al del billete emitido en el 36, mientras que el reverso representa un dibujo con una vista del Montseny rodeado de una orla de diferente color.
Conocemos pruebas parciales del billete y diferentes coloraciones.
Del billete de 5 pesetas conocemos pruebas del anverso, algunas de ellas impresas juntamente con reversos del 2,50 pesetas de 1936 encima de los cuales se ha grabado las leyendas correspondientes a la posible emisión de 1940 y el número “5” en las esquinas.
Nos inclinamos a pensar que estos billetes fueron pruebas realizadas para una segunda emisión, antes de finalizar el conflicto y que en las leyendas se pusieron unas fechas aleatorias, simplemente como muestra de las que deberían ser las definitivas.
Emisión 12 de junio1950
Se conocen pruebas para billetes de 50 pesetas cuyas leyendas, puestas con una segunda plancha, indican como fecha de aprobación de la emisión la del 12 de junio de 1950.
Como es lógico todas las dudas que hemos comentado para los billetes fechados en 1940, se acrecientan en grado sumo en este caso y en el del billete de 1.000 pesetas fechado el 15 de agosto. Podemos pensar que estos dos posibles billetes serían proyectos efectuados a instancias oficiales y que las leyendas se imprimieron como presentaciones y serían modificadas al darse la aprobación oficial.
El grabado está hecho en xilografía por el pintor y grabador Enric Cristofol Ricart, artista novecentista, natural de Vilanova i la Geltrú y que trabajó para Oliva de Vilanova.
Existen dos tipos de pruebas con los mismos motivos de anverso y reverso, pero con las siguientes diferencias entre ellas:
Tipo I: Anverso sin marco en margen superior, impreso “Generalitat de Catalunya” y números “50” inclinados. Reverso sin marco encuadrador.
Tipo II: Anverso enmarcado, sin mención del emisor y números “50” horizontales.. Reverso encuadrado y números “50” en las cuatro esquinas.
Las leyendas también son diferentes según el tipo de prueba. Ambas contienen el mismo texto “la tresoreria de la Generalitat, reconeix a favor del portador, la quantitat de cinquanta pessetes en virtut del Decret del ….. Barcelona……..”, pero en las impresas sobre el tipo II añaden, inicialmente, “Generalitat de Catalunya”.
Estas pruebas están realizadas en huecograbado sobre papel de la casa Guarro teniendo como marca al agua, la habitual cabeza clásica. Se conocen gran diversidad de pruebas pues se varían los colores de la retícula base, fondos y viñetas, además de encontrarse con y sin leyendas.
Emisión 10 de agosto 1950
Con esta fecha se conocen pruebas para un billete de “1.000 pessetes”.
No insistimos en la incongruencia de la fecha, por haberlo hecho ya con el billete de 50 pesetas; sólo insistir en la posibilidad de que sea un billete realizado durante el conflicto y añadidas las leyendas como modelo de las futuras y definitivas, sin que las fechas sean otra cosa que un modelo del grabador o de la imprenta.
Desconocemos el autor del diseño y del grabado, pero se encuadra dentro de los diseños modernistas de Ricart, más que de los de Obiols. Por ser estos dos grabadores los de más categoría de Oliva y dada la trascendencia del encargo es lógico pensar que Oliva de Vilanova encargara a alguno de ellos los diseños.
Las pruebas están realizadas en el mismo papel que todas las anteriores e impresas en huecograbado. El grabado inicial está efectuado en xilografía, siendo Ricart un maestro reconocido en esta técnica.
También aquí se elaboraron dos tipos de billetes. Los dos tipos se diferencian en la situación de la leyenda en la que se menciona el artículo cuarto del decreto de 21 de septiembre del 36, referente a las penalizaciones ante posibles trabas para la circulación del billete. En un tipo se encuentra en el anverso y en otro sobre el reverso.
Las pruebas están realizadas en varios colores, azul, negro, marrón, naranja, etc., y en diferentes estados de acabado y con o sin impresión de leyendas. Se encuentran en el mercado cortadas o impresas dobles en un mismo papel. Las pruebas mas acabadas, están impresas sobre una retícula coloreada, que sirve como fondos de impresión, mientras que las pruebas parciales están impresas directamente sobre el papel en blanco.
También conocemos pruebas de estado efectuadas, creemos, a partir de la plancha xilográfica inicial y por ello a tamaño superior al definitivo, 218 X 130 mm., frente al tamaño 168 X 100 mm. del anverso del billete acabado. Esta sobredimensión es atribuible a la comodidad del grabador al trabajar a mayor tamaño, pudiendo, posteriormente efectuar las reducciones a partir de fotolitos.
Igualmente, se conservan pruebas de artista de este billete, tanto de anverso como de reverso, efectuadas, fundamentalmente, a acuarela y previas a la adopción del modelo definitivo por lo que tienen diferencias con el modelo final.
Como resumen final podemos decir que de las pruebas fechadas con posterioridad al fin de la Guerra Civil no conocemos soporte documental alguno que justifique su realización, y por consiguiente su ordenante, por lo que, para nosotros, solo deben considerarse como pruebas de la imprenta Oliva de Villanova, aunque sin perder su calidad de coleccionable en notafilia.
Autor/a: Ramón Cobo Huici