La localidad neoyorquina de Ithaca (Estados Unidos), situada en la orilla sur del lago Cayuga, cuenta con una población de 29.974 habitantes y está gobernado por la alcaldesa demócrata Carolyn Peterson. Lo interesante de esta población, además de ser la cuna del famoso autor Vladimir Navokov de la novela “Lolita”, es que cuenta con una moneda propia, bautizada como Hours (horas), de uso legal y de ámbito local. La divisa, en circulación desde 1991 -cuando el país estaba en recesión económica-, equivale a diez dólares. Este importe representaba el coste de una hora de trabajo en el municipio cuando se lanzó la moneda. El responsable de su creación fue el economista Paul Glover y las primeras unidades se imprimieron en una papelería de Chenango Bridge, Nueva York.
Los habitantes del municipio que desean utilizar las “horas” como moneda de circulación deben inscribirse en un directorio. A camb, reciben dos hours con las que ya pueden empezar a pagar en casi todos los comercios de Ithaca, unos 950 establecimientos asociados. Además, cualquier persona puede cambiar dólares por hours en establecimientos como la librería Autumn Leaves, sin ir al banco. Las empresas instaladas en la ciudad también pueden pagar la nómina a sus empleados en hours o en dólares. La cooperativa de crédito del municipio, por su parte, acepta la divisa local como moneda de pago de las hipotecas residenciales. Las hours son controladas por el Comité de Circulación de Ithaca Hours Inc y un consejo de esta compañía analiza mensualmente el dinero que hay en circulación y decide si es conveniente o no emitir más billetes. Actualmente existen unas 12.000 hours en circulación, valoradas en 120.000 dólares. Las transacciones comerciales que se realizan con esta divisa están sujetas al pago de impuestos estatales y federales, igual que las que se materializan en dólares.
Los responsables de la moneda, socios privados, consideran que su implantación es una fórmula que fortalece el crecimiento económico de la zona y permite que el dinero de sus habitantes se gaste en Ithaca, evitando la fuga de capitales.
El modelo de Ithaca ha inspirado a una docena de municipios estadounidenses donde pequeñas comunidades imprimen su propia moneda para combatir la recesión que atraviesa la economía de EEUU desde diciembre de 2007. Junto a Ithaca destacan las divisas de Detroit (Cheers), Pittsboro (Plenty) o Berkshire (BerkShares).
Este mecanismo de emitir divisas locales se puso en práctica durante la Gran Depresión (1930), cuando los gobiernos locales, los comercios y los ciudadanos empezaron a poner en circulación sus propias monedas (conocidas como The Scrip) para poder pagar sus intercambios comerciales, después de que los bancos hubieran cerrado sus puertas por la crisis, dejándoles sin dinero real.
Estas iniciativas anecdóticas son un reflejo del individualismo y de la identificación de los estadounidenses con sus comunidades, en un momento en que otras potencias internacionales, como China, cuestionan con fuerza la hegemonía del dólar en los intercambios internacionales.
Autor/a: Andrew Martin